vitoria - Es el buque insignia, el alma espiritual del pétreo Panathinaikos edificado esta temporada por Xavi Pascual y, por tanto, la principal amenaza para el Baskonia mañana en el OAKA, una cancha donde los vitorianos ya han protagonizado sonadas gestas en el pasado y sellaron dos clasificaciones para la Final Four en los años 2007 y 2016. Pedro Martínez puso ayer nombres y apellidos al “crack”, dijo, del conjunto griego. Y es que el técnico catalán, siempre sincero, conciso y directo en todas sus apreciaciones, no encontró otro calificativo para definir a Nick Calathes, un base a la vieja usanza que cumple hoy 29 años en el mejor momento de su carrera.

Más allá de unos extraordinarios números (14,9 puntos, 3,7 rebotes y 8,3 asistencias) que hacen de él uno de los jugadores más determinantes de la Euroliga, el cerebral timonel greco-estadounidense gobierna con puño de hierro los partidos. Y ese es un lujo que hoy en día está al alcance de muy pocos en un baloncesto moderno donde predomina el músculo y escasean las mentes privilegiadas. Sin menospreciar a otros consabidos peligros como Singleton, Rivers, Gist o Pappas, el Baskonia ya sabe quién es el hombre a reducir con el fin de secar la fuente de alimentación que permite el buen funcionamiento del coloso ateniense.

“El Panathinaikos es un club puntero de Europa, muy físico y atlético. Defienden muy duro, especialmente en casa, donde son un equipo potente. También cuentan con uno de los jugadores más determinantes de la competición como Calathes. Exhibe un grandísimo equilibrio entre hacer mejores a sus compañeros y anotar. Es un crack, un base puro con mucha capacidad ofensiva e irse a las 10 asistencias por partido. En la ida fue un cara o cruz resuelto a nuestro favor. En casa son un equipo muy duro, pero si les hemos ganado una vez debemos tener la ambición para hacerlo una segunda”, reflexionó Pedro Martínez acerca de un opulento adversario que parece haber perdido algo de pujanza y competitividad en los últimos tiempos.

Sin ir más lejos, el combinado del trébol se impuso hace dos semanas por la mínima (94-93) y con cierta polémica en la prórroga al Zalgiris después de que los árbitros obviasen una clarísima falta a Kevin Pangos antes del final del tiempo reglamentario y la semana pasada fue vapuleado (95-74) en Alemania por un Brose Baskets que le endosó la friolera de 38 puntos en el último cuarto.

De lo que no hay duda es que, en caso de ganar mañana en el infierno griego, el Baskonia dará un paso de gigante para consolidar sus opciones de acceder al Top 8. En este sentido, Pedro Martínez abogó nuevamente por ir partido a partido. “Lo que no hemos de hacer son quinielas y pensar que no hay nada que hacer ante el Panathinaikos o el CSKA porque entonces lo vamos a perder seguro. O también pensar que ganaremos seguro en casa al Brose o al Khimki, un rival directo. Estoy totalmente en contra de eso. Hay que intentar ganar sea donde sea porque se puede y no dar por supuesto nada cuando juegues ante un rival inferior. En ese caso, luego viene el Armani y te gana. Si sacas esa victoria, puede ser diferencial más adelante, pero no hay que dar por supuesto nada a favor ni en contra”, recalcó el barcelonés.