Vitoria - Hay ocasiones en las que, en un único acontecimiento, se concentran un buen número de puntos de interés. Precisamente lo que sucede con el encuentro de esta noche en el Buesa Arena entre el Laboral Kutxa y el Armani Milán. Especialmente para el conjunto local que, si es capaz de derrotar al italiano y, además, recuperar el escaso basketaverage perdido en el encuentro de ida, podrá casi acariciar ya con la punta de los dedos el pasaporte para el Top 16. Y ese es el gran objetivo con el que saltarán a la pista los discípulos de Velimir Perasovic.

Sabiendo que tienen por delante un desafío en absoluto sencillo pero también que el doble premio que esconde es de lo más jugoso. Solo el triunfo por sí mismo ya es un botín de lo más apetecible pero el hecho de que el duelo que sirvió para inaugurar el caminar de ambos en la competición continental se saldase con un escuálido triunfo transalpino por solo dos puntos sitúa la posibilidad de darle la vuelta al basketaverage muy a tiro.

Una voltereta que, en caso de consumarse, permitiría eliminar de manera virtual a un adversario de la pelea por acceder a la siguiente fase y, además, situarse muy cerca de la certeza matemática de estar entre los dieciséis mejores equipos del continente.

Claro que el Baskonia deberá tener muy presente lo sucedido en Milán para no repetir los mismos errores que le costaron su primer tropiezo del curso. Un encuentro que es el único que ha ganado el Armani hasta ahora en la presente edición de la Euroliga. Cierto es que la escuadra de Jasmin Repesa se ha ido diluyendo como un azucarillo en el café con el paso de las jornadas y que ha mostrado una imagen bastante pobre en la mayoría de sus comparecencias pero no lo es menos que cuenta en su plantilla con jugadores de mucha calidad que pueden amargarle la tarde a cualquiera.

Por todo ello, el Laboral Kutxa deberá recurrir a su mejor versión para salir airoso de un envite que, si todo va bien, debe propulsarle con fuerza hacia el Top 16. Y eso que la inesperada irrupción del Cedevita -que a priori aparecía como cenicienta del grupo en todos los análisis previos- ha conformado un escenario más complicado a estas alturas de lo que cabía esperar considerando la trayectoria alavesa.

Tras encajar la semana pasada en Zagreb su segunda derrota en la Euroliga, el plantel azulgrana resolvió con solvencia el duelo de ACB ante el UCAM Murcia y sobre esa base debe seguir creciendo. Teniendo en cuenta que la exigencia será notablemente mayor en el torneo continental, las claves de su éxito volverán a ser las mismas. De esta manera, la defensa vuelve a antojarse fundamental para poder saldar con éxito la contienda.

A partir de ahí, controlar el ritmo del partido y que los bases sean capaces de evitar los peligrosos momentos de desconexión que habitualmente padecen serán otra vez requisitos imprescindibles para aspirar a un buen resultado. En este sentido, habrá que comprobar la respuesta que ofrece sobre la pista Mike James al rapapolvo público que le recetó Perasovic el pasado domingo.

Por último, el Baskonia necesitará algo más de acierto en el tiro exterior que los pésimos porcentajes que firmó ante el Cedevita y que los interiores también aparezcan para poder dar equilibrio a su juego. Por si con toda ello no fuera suficiente para asegurar el valioso doble premio en liza, seguro que aparece el incondicional apoyo del Buesa para llevarle en volandas hasta la meta.