Vitoria - Sobre el parqué del Abdi Ipekci se encontraban en la noche de ayer el pasado reciente y el presente del Baskonia en lo que a sus directores de juego hace referencia. El duelo entre los bases para controlar el ritmo de la contienda se antojaba fundamental para la suerte del resultado pero, afortundamente para los intereses azulgranas, la realidad no cumplió con las expectativas. Porque Thomas Heurtel, el antiguo timonel del Laboral Kutxa, ganó con claridad la batalla a Darius Adams y Mike James pero la victoria importante, la que concede el marcador, fue a parar al zurrón del Baskonia.

Y eso que el jugador francés puso todo el gran arsenal de calidad que atesora para tratar de inclinar la balanza del lado local. No fue suficiente, sin embargo, y el plantel de Ibon Navarro logró dar un pasito más hacia el sueño del Top 8 pese a que su pareja de unos firmó probablemente su peor actuación desde que defienden la elástica azulgrana.

Claro que prácticamente nadie hubiese sido capaz de augurar un escenario semajante durante los dos primeros cuartos del choque. En esos veinte minutos iniciales, el Baskonia deleitó con un baloncesto primoroso y colocó un nudo en la gargante de todos los aficionados turcos al alcanzar rentas cercanas a los veinte puntos (la máxima 29-47 en el minuto 18). Sin destacar especialmente en esta exhibición alavesa, al menos Adams y en menor media James no desentonaban y contribuían con aspectos positivos al éxito provisional. Heurtel, por su parte, se encontraba completamente desaparecido y parecía condenado a repetir el pobre papel de su estreno en la disciplina del Efes.

Sin embargo, el paso por los vestuarios cambió por completo la decoración del encuentro. El veterano Dusan Ivkovic leyó la cartilla a los suyos y, con no poca permisividad arbitral, los turcos se llevaron por delante al Laboral Kutxa llegando incluso a ponerse por delante en el marcador (63-62, min. 30).

El gran director de esa remontada, como no podía ser de otra manera, fue Thomas Heurtel. El base francés dirigió, asistió y anotó echándose el equipo a la espalda hasta el final de la contienda. Especialista en ser protagonista de los minutos calientes, el galo acabó el partido con un brillante expediente de 17 puntos y 5 asistencias para un total de 20 de valoración. Mientras tanto, en el otro lado de la pista, Adams y James eran absolutamente incapaces de frenarle y enlazaban tiros errados con balones perdidos y malas decisiones en la dirección. Ente los dos, firmaron un paupérrimo -9 de valoración. Pero, pese a ello, y esa es la lectura más positiva, el Baskonia se sostuvo y fue capaz de ganar.

Heurtel, el mudo. El francés, al que este periódico intentó días atrás sin éxito realizar una entrevista, volvió a dar ayer la nota y demostrar su actitud infantil al negarse a hablar ante los micrófonos de ‘Radio Vitoria’ tras la sesión de tiro por la mañana.