Vitoria - El Laboral Kutxa acabó ayer con una larga sequía como visitante en la Liga ACB, ya que desde el pasado 18 de mayo no conseguía una victoria lejos de Vitoria. Entonces fue en Zaragoza y ayer fue en Manresa, donde el Baskonia dio un nuevo paso adelante en su objetivo de ir escalando puestos en la clasificación para finalizar la fase regular en la mejor posición posible. “Es triste haber tenido que esperar hasta la jornada 21 para ganar un partido fuera, pero... Habíamos dicho que ganar en Manresa no era gratis, pero hemos bajado al barro y lo hemos sacado”, alabó Ibon Navarro.
El preparador vitoriano destacó la capacidad del equipo de adaptarse a un estilo completamente diferente al usual en los últimos partidos. El baloncesto no fue espectacular y el Baskonia tuvo que echar mano de seriedad y templanza: “Los porcentajes son bajos, sin ningún control del ritmo del partido, que ellos fuerzan que sea así. Algunos de nuestros jugadores que habitualmente están acertados en los tiros y en el uno contra uno no lo han estado, pero han aparecido otros, como James, que el otro día estuvo un poco más apagado. El equipo no tiene problemas en identificar al jugador que está caliente y decirle que le toca. El mérito del equipo es haber estado sólido, sabiendo que no íbamos a jugar como nos gustaría, que íbamos a tener que pegarnos y estar cuarenta minutos serios para ganar”.
La plantilla del Laboral Kutxa disfrutará de descanso durante hoy y mañana antes de retomar los entrenamientos. “Hay que limpiar la cabeza un par de días y empezaremos a preparar dos partidos que son muy importantes para el club”, concluyó el preparador baskonista. - DNA