vitoria. Walter Hodge ya es un vitoriano más. Ha necesitado unos pocos días para hacerse a la ciudad. Dicharachero y directo, el nuevo base puertorriqueño del Laboral Kutxa ofreció ayer sus primeras impresiones en torno a la pretemporada del plantel azulgrana y exhibió una adaptación sorprendente, hasta el punto de que se despidió con un agur de los periodistas a los que expresó en la sala de prensa del Buesa Arena la enorme ilusión que le genera el proyecto en el que se ha embarcado.

Hodge, nombrado mejor jugador de la pasada liga polaca y máximo anotador de la última edición de la Eurocup, encarna el hambre que comparten los recién llegados a un vestuario en el que se ha instalado la obligación de recobrar los tradicionales valores de un equipo que se hizo grande gracias a su fe en los imposibles. A pesar de las dudas razonables que despierta en buena parte de la afición la composición del nuevo equipo, y de la inexperiencia en grandes citas de los recién llegados, el timonel puertorriqueño, llamado a ser una de las piezas importantes del próximo curso, avala la capacidad de este hambriento grupo de jugadores. "Nosotros nos vemos bien. Creo que el club ha hecho un gran trabajo con los fichajes. Es un equipo con mucha ambición", aseveró.

Hodge se mostró asimismo contento con el ritmo de trabajo impuesto en las primeras jornadas. "Tuvimos una buena semana de trabajo. Las cosas van bien. Estamos contentos de estar aquí", indicó, al tiempo que ensalzó los métodos de su nuevo entrenador, un Sergio Scariolo que ya hablabado con él para exponerle cara a cara lo que espera que aporte. "El método de trabajo está siendo perfecto", expuso. "El entrenador me pide lo que se le puede pedir a cualquier base: mucha defensa, controlar al equipo, dirigir... Estoy preparado", zanjó. Aunque no es sólo lo que le vayan a pedir desde el club, sino también -y casi más- lo que él mismo se exigirá llegada la hora de afrontar un reto por el que lleva años luchando.

"Es una meta que ya me había fijado en los últimos años. Quería jugar en la ACB, que es una de las mejores ligas del mundo, y también en la Euroliga", señaló un ambicioso Hodge, un jugador que, al margen de su intención de sumar al colectivo, deberá erigirse en una de las referencias ofensivas del nuevo proyecto baskonista. Los semanas que restan para que el curso eche a andar pueden volverse interminables para un jugador que reconoció tener "muchas ganas" de debutar para poder demostrar su valía. "Estoy habituado a jugar dos partidos por semana, ese ritmo ya lo tengo. Tengo ganas de jugar, soy un jugador que se adapta rápido", manifestó.

el 'chapu' como cicerone Sobre su capacidad de adaptación quedan pocas dudas. El base puertorriqueño ha encontrado un cicerone en el vestuario y poco a poco va haciéndose una idea de lo que es Vitoria. "He hablado mucho con Chapu. No lo conocía, pero lo había visto jugar de pequeño en los torneos de Puerto Rico", confesó. De la mano del veterano alero argentino, uno de los capos del cambiador azulgrana, ha tenido ocasión de conocer algunas de las virtudes de la capital alavesa. Ha aprendido pronto. "Me gustan mucho los pintxitos", reconoció divertido. "He conocido ya un poco la ciudad. He estado comiendo en El Boulevard, he paseado por el bosque... He visto un poco todo y me gusta. Además, por ahora, el tiempo no es tan malo", señaló.

Vitoria cuenta con una importante comunidad puertorriqueña con la que Hodge confía en conectar para que su adaptación resulte aún más sencilla. Por el momento, ha tenido que conformarse con conocer a otro grupo de ciudadanos caribeños con los que ya ha hecho buenas migas. "No he conocido aún puertorriqueños, pero he conocido dominicanos, que son como hermanos, con los que he comido. A ver si puedo encontrar puertorriqueños, me gustaría", reconoció el nuevo base del Baskonia. Casi un vitoriano más.