Vitoria. Debe lidiar con una ingrata labor partido tras partido, pero lejos de rechistar mantiene su progresión. Milko Bjelica volvió a salir airoso de una prueba de fuego en la jornada de ayer al ejercer como perfecto secante del MVP de la ACB. Paul Davis acabó desquiciado ante el soberbio trabajo del montenegrino, el baskonista más valorado en Sevilla que ya se ha acostumbrado a ocupar durante la mayoría de los minutos una demarcación inhabitual ante las escasas prestaciones de Golubovic y la lesión de larga duración de Lampe. Dentro del óptimo trabajo coral, también brillaron con luz propia Brad Oleson y Tomas Heurtel, que rompió la monotonía en la recta final del tercer cuarto con ocho puntos casi seguidos.