vitoria. El Baskonia se reencontrará mañana (12.30 horas) en el Polideportivo Pisuerga de Valladolid con Oscar Perea, uno de los tres fatídicos colegiados que dirigieron hace casi un año uno de los partidos más polémicos que se le recuerdan en los últimos tiempos. La visita del Barcelona al Buesa Arena durante la fase regular de la pasada temporada, saldada a la postre con una meritoria victoria (87-80) después de que el conjunto vitoriano se sobrepusiera gracias a sus toneladas de casta a una emboscada arbitral, estuvo presidida por la delirante actuación de Kiko De la Maza, el citado Perea y Carlos Cortés, que estuvieron a punto de provocar un sonado altercado público con un carrusel de decisiones incomprensibles que soliviantaron a jugadores, técnicos, directivos y aficionados baskonistas.

Salvo el último de ellos, que ya dirigió al Caja Laboral en su desplazamiento a Badalona del pasado ejercicio ante el Joventut, se da la curiosa circunstancia de que los dos primeros no habían dirigido desde entonces a los de Dusko Ivanovic en ningún encuentro oficial. Así se ha desprendido de las designaciones efectuadas por Alberto García Chapuli, el director de arbitraje de la ACB que, en ocasiones, suele estar en el centro de la polémica por permitir que determinados colegiados no arbitren a los equipos que se hayan sentido agraviados por sus actuaciones en el pasado. Este, por ejemplo, ha sido el caso del Baskonia con De la Maza y Perea. De hecho, el veterano trencilla vizcaíno ni siquiera ha acudido a la capital alavesa en los últimos tiempos para dirigir duelos de índole amistoso como los correspondientes al Trofeo Diputación o la Euskal Kopa. Pues bien, Perea volverá ahora a impartir justicia mucho tiempo después en un partido del Caja Laboral.

En aquel encuentro ante los catalanes, el calamitoso arbitraje en contra no impidió a última hora un meritorio triunfo alavés ante un rival que gozó de barra libre para lanzar infinidad de tiros libres gratis. Y es que un partido que transcurría por unos cauces de deportividad empezó a calentarse ante el desconcertante arbitraje de tres colegiados que colocó al inquilino del Buesa Arena al borde de la histeria y desató la indignación del público. Uno de los grandes damnificados fue Fernando San Emeterio, un jugador cerebral que no acostumbra a protestar y que, como todos, acabó desquiciado. El alero cántabro recibió en primera instancia una técnica tras serle señaladas varias violaciones en forma de pasos inexistentes. A renglón seguido, Dusko Ivanovic también sería descalificado por una doble técnica en vísperas de iniciarse el último cuarto. El recinto vitoriano estalló de indignación como pocas veces se recuerda, pero las injustas decisiones arbitrales incentivaron, a la postre, el orgullo de la plantilla para firmar aquel 20 de noviembre de 2010 una remontada épica en los últimos minutos.