Vitoria. Cuando parecía que Stanko Barac tenía enfocado su futuro hacia la NBA previo paso de un acuerdo entre el Caja Laboral y los Indiana Pacers, la franquicia que escogió sus derechos en el draft de 2007, un tercer e inesperado invitado con la cartera bien repleta de euros ha decidido colarse en la fiesta y amenaza con llevarse al espigado croata rumbo a Estambul. El Efes Pilsen está dispuesto a tirar de talonario para confeccionar un bloque competitivo que le permita colarse en su Final Four de la próxima temporada. Primero reclutó a Dusko Savanovic y en breve espera hacer lo propio con otro balcánico, si bien Josean Querejeta tendrá la última palabra a la hora de aceptar una propuesta que, previsiblemente, debería acercarse al millón y medio de euros que figura en su cláusula de rescisión.

Lejos de llevar las negociaciones en el más absoluto sigilo y no dar pistas sobre sus ambiciosas intenciones, la entidad cervecera ya reconoce abiertamente su ferviente interés por el pívot baskonista, llamado a erigirse en la principal fuente de ingresos azulgrana para cuadrar el presupuesto del próximo ejercicio, y que se halla en condiciones de afrontar un oneroso desembolso para satisfacer su deseo. Así lo corroboró ayer su manager general y hombre fuerte en este tipo de operaciones en unas declaraciones a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA que añaden una sospechosa incertidumbre respecto a la continuidad del cinco nacido en Mostar en la capital alavesa pese a tener contrato en vigor hasta 2015.

"Estamos interesados en Stanko y ya hemos empezado a hablar con el Baskonia. Estamos discutiendo un precio. Ahora mismo no puedo decir si pagaremos una alta cantidad o nos volveremos locos por él. Sabemos que viene de hacer una buena temporada y que obviamente es un buen jugador que nos podría ayudar. Pero no tiene sentido ahora hablar de un jugador que no está aquí, por lo tanto vamos a esperar", detalló Engin Ozerhun, que evidentemente no quiso arrojar ningún tipo de luz respecto a la cifra que podría disuadir a Querejeta para abrir la puerta de salida a su principal baluarte en la pintura de los últimos meses.

La eterna duda El Caja Laboral vive estas horas entre la incertidumbre de poder ingresar una suculenta cantidad de dinero por su pívot titular que heredó el trono dejado por Tiago Splitter y, por contra, la terca realidad de ver mermado su potencial deportivo a corto plazo. Si bien Barac suele estar permanentemente en tela de juicio ante los aficionados por infinidad de factores como su tibieza, fragilidad mental o incluso su querencia a las lesiones, a nadie se le escapa que su hipotética marcha resultaría muy difícil de sustituir. No en vano, el mercado ofrece hoy en día pívots de calidad con cuentagotas, y mucho más dotados de su descomunal talla física y envergadura que le permiten tejer un dominio despótico en los partidos.

De ahí que los rectores azulgranas afronten, posiblemente, un periodo para la reflexión antes de tomar la decisión definitiva y midan bien los riesgos que entraña la operación. En la decepcionante campaña finalizada hace unas semanas, el internacional croata dio un meritorio paso al frente. Eso sí, sin llegar en ningún momento a exhibir en la zona la solidez de su predecesor brasileño, de ahí que sólo una oferta mareante sea la llave para convencer a los rectores acerca de la idoneidad de su marcha.

En este sentido, la primera oferta procedente del Efes Pilsen tiene visos de no hacerse de rogar en exceso. "¿Si soy optimista? Nunca sabes. Desgraciadamente, no sé lo que pasará. Espero que la respuesta se produzca en los próximos días. Si él prefiere la opción de la NBA, es un tema distinto en el que yo no puedo entrar", subrayó Ozerhun, confiado en un desenlace positivo que devuelva a otro integrante del Caja Laboral hacia el Abdi Ipecki. Hace dos veranos, Igor Rakocevic ya se vio seducido por el tentador contrato extendido por el club otomano. Con Barac, puede repetirse la historia.