vitoria. Si hay un equipo en la ACB que en los últimos años está acostumbrado a apuntalar su plantilla constantemente ése es el Caja Laboral. A lo largo de los últimos años el conjunto vitoriano mantiene siempre abiertas las puertas del Buesa Arena, tanto para entrar como para salir. Finalmente, este curso serán dos los hombres que se unan a la tropa de Dusko Ivanovic para lanzarse a revalidar el título de campeón liguero. Tanto Vladimir Dragicevic como Milt Palacio, que este mediodía será presentado en el pabellón de Zurbano después de incorporarse ayer a los entrenamientos, han firmado únicamente hasta final de temporada.
Un contrato por obra que sólo en el caso del ala-pívot montenegrino podría prolongarse hasta la próxima campaña. El base norteamericano ya conoce el terreno después de contribuir con su esfuerzo y templanza a recomponer el puzzle azulgrana, con la Liga como recompensa. Pero antes de él hubo un sinfín de pioneros que aterrizaron en Vitoria con el tiempo justo para adentrarse en una aventura de la que muchos salieron mal parados.
Si en la temporada 2009-10 fue Palacio el único refuerzo para el play off, hace dos años el vestuario baskonista recibió la visita de hasta tres jugadores distintos con vistas a las eliminatorias por el título, aunque uno de ellos, un Gerald Fitch enrolado ahora en el Unicaja de Málaga, apenas tuvo tiempo de poner sus cosas en la taquilla. El primero en llegar fue el bajito John Lucas III, que se plantó en la capital alavesa el día de San Prudencio de 2009 dispuesto a hacerse un hueco en el cuadro vitoriano.
Junto a él, Víctor Baldo suplió la baja de Stanko Barac, aquejado de una lesión en la espalda, aunque apenas contó para el entrenador montenegrino, con sólo 20 minutos de juego totales en todos los cruces. Lucas, ahora con un rol residual en los Chicago Bulls después de enlazar distintos contratos temporales, sí dispuso de la confianza de Ivanovic durante un tiempo, aunque en el tramo final, el cruce ante el Barcelona, no pasó de los cinco minutos por partido.
Antes, hombres como Lou Roe también ejercieron en 2007 de suplente de garantías para titulares como Luis Scola o Kaya Peker. El ala-pívot norteamericano, que a sus 38 años prolonga aún su carrera en un equipo de Argentina, contribuyó con su veteranía en la pintura en ocho partidos, en los que promedió 6 puntos y 7 rebotes en 21 minutos de media. Otros, sin embargo, debieron de conformarse con un papel mucho menos determinante, como Drew Nicholas. El jugador del Panathinaikos llegó a Vitoria a mediados de mayo de 2005 pero cayó lesionado cuando el por entonces TAU Cerámica disputaba las semifinales con el Unicaja. Siete puntos de media en otros tantos partidos fue todo su bagaje.