vitoria. Dusko Ivanovic no estaba para muchos trotes cuando finalizó el partido. Visiblemente afectado por la forma en la que su equipo había dejado escapar un triunfo que parecía ya encarrilado, el entrenador montenegrino quiso al menos lanzar un aviso a navegantes y advertir a todos los presentes que, al igual que el Maccabi hizo ayer en Vitoria, el Baskonia es capaz de ganar al Maccabi de Tel Aviv ahora que la eliminatoria coge al avión rumbo a Israel. "Este equipo va a luchar a fondo y hasta el final. Podemos ganar en Tel Aviv", aseguró el técnico azulgrana, desencantado por la endeblez mostrada por alguno de sus pupilos durante buena parte del encuentro.
Eso sí, Ivanovic tuvo palabras de elogio para Esteban Batista, cuyo orgullo y pundonor sostuvo al conjunto vitoriano durante su bajón de juego de la segunda mitad. "Ha luchado y se ha pegado por cada posición, pero lo que ha hecho él lo tendría que hacer el resto del equipo, ya sean dos, tres cuatro o diez jugadores. Todos", apuntilló Ivanovic, que admitió la bajada de brazos de sus hombres en algunas fases del choque, especialmente en tramos del tercer cuarto.
"Hemos perdido el partido porque hemos dejado al Maccabi desarrollar su juego, meter canastas fáciles y en transición y coger rebotes. Hemos dejado a su mejor tirador solo en muchas ocasiones. Muchos fallos que no cometimos en el primer partido", lamentó el preparador baskonista. "En el comienzo del tercer cuarto hemos defendido muy mal, muy fríos y sin movimientos buenos en ataque. Teníamos que haber sufrido en cada defensa, pero defendiendo sin hacer faltas", apuntó un cariacontecido Ivanovic antes de subrayar que habían dejado a los macabeos "hacer lo que querían en la zona. Hemos comenzado el partido demasiado blandos para ser unos cuartos de final", explicó el entrenador.
marcelinho huertas Por su parte, Marcelinho Huertas, que anotó 13 puntos y dio 7 asistencias antes de perder un balón en la jugada decisiva, no fue capaz de encontrar muchas respuestas a lo acontecido en el Buesa Arena. "Han ido todo el partido por detrás en el marcador y al final lo hemos perdido en el último segundo", recordó el base paulista, que disparó un contundente "vamos a ganar en Tel Aviv" antes de abandonar muy afectado el pabellón de Zurbano. Por su parte, un siempre educado David Blatt felicitó a Ivanovic y su equipo por haber sido "uno de los rivales más complicados de ganar" a los que se ha enfrentado el Maccabi esta campaña. "Ha sido un partido realmente duro para los dos equipos. Hemos luchado y al final hemos logrado sumar una buena victoria después de una larga semana. Pero la serie está ahora 1-1. Nadie ha ganado ni ha perdido nada, aunque estamos felices de poder volver a nuestra casa", concluyó satisfecho Blatt.