Baskonia y Maccabi inician la carrera para disputar la "Final Four" de Barcelona. ¿Es optimista o el camino está plagado de dificultades?
Bueno, nos medimos a un clásico de la Euroliga como el Caja Laboral que encima tiene la ventaja de campo. Para nosotros, esta eliminatoria supone un desafío excitante, pero igual que ellos somos dos de los ocho mejores equipos de Europa y a estos niveles cualquier rival posee el nivel suficiente para plantar cara y meterse en la Final Four.
Si en las otras series Barcelona, Real Madrid y Olympiacos parten como claros favoritos, aquí se atisba más igualdad. ¿Está de acuerdo?
Lo primero de todo, soy consciente de que nuestra eliminatoria será muy dura y, quizá, larga. Pero también estoy convencido de que las otras, al contrario de lo que pueda pensar la gente, también serán duras y niveladas. La pelea entre el Olympiacos y el Montepaschi será feroz, la del Real Madrid y Valencia es, posiblemente, la más engañosa y, si bien el Barcelona es el favorito para conquistar esta campaña la Euroliga, no creo que le resulte sencillo dominar con claridad a un conjunto como el Panathinaikos. Veo un torneo muy abierto.
Volviendo a los dos duelos del Buesa Arena, la premisa macabea es, como mínimo, ganar una vez.
Sí, por descontado. En caso de perder ambos, todo estaría muy cuesta arriba. Probablemente, la eliminatoria está al cincuenta por ciento. El Baskonia tiene el plus a su favor de la ventaja de campo y eso le proporciona mayores opciones, pero no debemos perder un segundo de nuestro tiempo en pensar en eso.
El equipo vitoriano está firmando una pésima racha a domicilio en la ACB y parece harto difícil que pueda sorprenderles en el Nokia Arena.
No creo que se puedan hacer comparaciones entre una y otra competición. Esto es un play off al mejor de cinco y diría que ahora mismo se inicia una nueva temporada que no tendrá nada que ver con los dos partidos de la fase regular. Desconozco realmente cómo responderemos ambos equipos en una serie con tanta tensión, pero lo que sí sé es que el Caja Laboral es un grupo de altísima calidad, bien entrenado y con jugadores curtidos. Debo reconocer que la historia de la competición y los precedentes de cuartos nos pueden dar como perdedores, pero eso nos tiene que servir como motivación.
Ambas escuadras se conocen muy bien una a la otra tras quedar emparejadas en la fase inicial. ¿Puede haber algún factor sorpresa?
Siempre puedes innovar con algo, pero es difícil. Tengo claro que, a estas alturas de la Euroliga y en un play off como éste, es muy difícil ganar dos veces seguidas en tan poco margen de tiempo. Pero también lo será para el Maccabi en Tel Aviv.
Fueron el mejor equipo continental de la primera fase, pero luego se cruzaron con el Barcelona en el "Top 16". Maldito azar, ¿verdad?
Bueno... Realmente hemos realizado una muy buena Euroliga, pero al final cada equipo tiene lo que se merece y no pudimos asegurar la ventaja de campo. Tuvimos opciones de derrotarles, especialmente en nuestra pista, aunque debemos ser justos y admitir que merecimos acabar segundos. En la fase regular sí contrajimos méritos para ser primeros pese a coincidir con rivales poderosos en su casa. Debemos quedarnos con el hecho positivo de que estamos compitiendo bien. Eso sí, para superar al Caja Laboral tendremos que rayar al más alto nivel.
¿Le sorprendió que el conjunto de Ivanovic concluyese como líder el "Top 16" por delante del Panathinaikos?
No, no. Repito que el Caja Laboral es un equipo de muy alto nivel. Cayó en un grupo exigente y sabía que en determinados partidos podían ocurrir algunas cosas como las que luego sucedieron. Si tú juegas a un buen nivel en el momento oportuno y consigues el resultado adecuado, puedes mejorar tu status y eso es precisamente lo que hizo el Baskonia. Su mérito fue imponerse en la última jornada en Vilnius, mientras que el Panathinaikos nunca debió perder en casa ante el Lietuvos. Sin embargo, creo que su principal logro consistió en hacer un partido realmente completo en Grecia y perder por sólo dos puntos. Es ridículo hablar de sorpresas, ya que pueden suceder muchas cosas en una liguilla tan corta como el Top 16.
Ese mismo Baskonia al que está elogiando perdió por 20 puntos en Alicante y Sevilla, 14 en Valladolid o 16 en Fuenlabrada. ¿Lo ve normal?
Más allá de eso, es un rival al que respeto. Esos resultados pueden ocurrir en una competición exigente como la ACB y no provoca que sea más optimista. Sólo pienso que voy a la pista de un equipo donde ya han perdido, por ejemplo, el Barcelona o el Panathinaikos. Debemos estar preparados.
El juego interior baskonista está en el ojo del huracán desde el inicio de la temporada. ¿Puede ser Schortsanitis el hombre clave del Maccabi?
Al principio de la temporada cuando jugamos en el Buesa Arena ellos tenían una plantilla algo diferente con Haislip y fueron capaces de darnos buena réplica. Ahora no veo grandes diferencias ni entiendo que puedan ser más débiles, mucho más tras el fichaje de Esteban Batista, que ha hecho una temporada magnífica en el Fuenlabrada. De todos modos, disponen desde hace tiempo de dos jugadores como Barac y Teletovic que se complementan bien. Por eso, no creo en absoluto que puedan ser vulnerables ni que ahí tengan un agujero.
En Tel Aviv, la presión siempre es máxima para, como mínimo, llegar a la "Final Four". ¿Caer ante el Baskonia sería un fracaso?
Rotundamente, no. Dudo de que nadie de nuestro entorno esperase hace meses que lográsemos lo que hemos logrado esta campaña. Somos un equipo completamente nuevo, hicimos muchos cambios incorporando en verano a jóvenes y, en algunos casos, inexpertos jugadores. Hemos hecho una buena temporada. Si no nos clasificamos para Barcelona, seguramente estaremos afectados porque somos ambiciosos. Pero, al menos, habremos conseguido el objetivo de ir haciendo un equipo competitivo para el futuro y habrá que estar con la cabeza alta.
Lior Eliyahu está rayando a un buen nivel. Ha servido para algo su año en Vitoria, ¿verdad?
Sí, estoy muy contento con él. Desde que ha vuelto al Maccabi, es un jugador más maduro y que se ha fortalecido mentalmente. Creo que el año que pasó en el Baskonia le ha robustecido y ayudado muchísimo en todos los sentidos. Trabajando con un técnico como Ivanovic, en un torneo durísimo como el español y en un club de ese nivel, sabía desde el principio que crecería y haría progresos como jugador y también como persona.
Milan Macvan, su último refuerzo -por el que también pujó el Baskonia-, no está disputando muchos minutos. ¿Por qué?
Era más o menos lo que esperábamos. Se trata de un fichaje con vistas a futuro y que tampoco está obligado a dar un rendimiento máximo en el presente. Cuando le incorporamos, lo hicimos para que diese un alto nivel dentro de uno, dos, tres o cuatro años. En su posición, es uno de los mejores jugadores jóvenes de Europa, pero también viene a uno de los mejores equipos de Europa donde hay mucha competencia y tendrá que trabajar para ganarse su espacio.
Hablando de usted y con el prestigio que tiene, ¿se ha planteado alguna vez entrenar en España?
Mira, si me hubieras hecho esa pregunta hace dos años, te hubiese contestado rotundamente que sí porque en la ACB no he entrenado nunca y es muy atractiva para cualquiera. Sin embargo, ahora formo parte del Maccabi y me gustaría seguir más tiempo en Tel Aviv.