vitoria. Conocido el proyecto definitivo desde hace meses, restaba por desvelar si la firma adjudicataria asumía también los seis anexos establecidos por la Diputación como complemento a la reforma ideada por el Servicio de Arquitectura del Ejecutivo foral, con Julio Herrero al frente del departamento y José Luis Catón como arquitecto. Finalmente, la empresa ha sido capaz de aunar en su presupuesto los seis requerimientos complementarios. El primero de ellos, del que los jugadores baskonistas serán los mayores beneficiados, se traducirá en la ampliación y reforma completa de los vestuarios.

Más espacio, mayor comodidad y algún que otro lujo para que los encargados de hacer vibrar a la afición puedan recuperarse mejor después de cada partido. La segunda mejora de última hora afectará más a los espectadores que al propio equipo azulgrana. Por un lado, se procederá a instalar ocho pantallas gigantes que acompañarán al nuevo videomarcador en las que poder contemplar imágenes del partido y, por otro, está prevista una red wi-fi que abarque la totalidad del pabellón y que, entre otras cosas, permitirá al público recibir en sus teléfonos móviles las estadísticas de ambos equipos en tiempo real.

otros cambios Además del cambio de la cubierta de la cúpula por paneles translúcidos para poder ver a través de ellos, los últimos añadidos al proyecto de ampliación del Buesa serán la instalación de un sistema de control para advertir posibles deformaciones en su estructura y la mejora del tiempo de respuesta del sistema eléctrico en caso de que se produzca un fallo repentino.

Por último, también restaba por definir el uso de los nuevos locales que el pabellón albergará en su interior tras la reforma. Como estaba previsto, además de acoger como hasta ahora los despachos y estancias necesarias para el día a día de la entidad azulgrana, el futuro Buesa albergará varias oficinas destinadas a varias de las distintas federaciones deportivas que ahora se dividen por diferentes espacios de la ciudad, entre ellos el estadio de Mendizorroza.