A Uxue y a Leire, de seis años, les ha pedido su andereño una tarea muy especial en clase estos días: dibujar cómo quieren ir al colegio o cómo pueden ir desde casa hasta la ikastola: a pie, montadas en el patín, en coche, en bici o acompañadas por su ama o su aita. Tanto Uxue como Leire lo tienen claro y así lo han plasmado en sus dibujos: prefieren ir o andando o montadas en el patín. Nada de coche.

Y no ha terminado ahí la tarea. Los niños y niñas del barrio de Salburua han llevado sus dibujos hasta el centro cívico para depositarlos en un buzón muy especial que les da la bienvenida a la entrada. De este modo, partipan en un concurso de dibujos que impulsa la asociación vecinal Salburua Burdinbide entre los escolares.

Familias y la comunidad educativa del barrio de Salburua trabajan desde hace tiempo en la iniciativa Caminos Escolares/Eskola Bideak para que los niños y niñas de esta zona puedan recorrer el trayecto escolar desde sus casas hasta la ikastola de un modo autónomo, con confianza y seguridad.

Entre los objetivos, alejar a los más pequeños del sedentarismo y de la dependencia de los coches. Y sobre todo, conseguir la integración de la infancia en la ciudad, potenciar su autonomía y transformar y mejorar los espacios urbanos.

¿Qué es el Camino Escolar?

El Camino Escolar es el itinerario seguro que pueden seguir los niños y niñas en su trayecto de ida y vuelta al centro educativo, posibilitando que lo lleguen a recorrer de forma más autónoma.

Los proyectos de caminos escolares son iniciativas dirigidas a que el alumnado pueda moverse con seguridad y autonomía por las calles y recupere el uso y disfrute del espacio público.

De esta forma se pretende devolver el derecho de los niños a la autonomía y se fomenta la educación en valores ciudadanos, de responsabilidad, movilidad sostenible y medioambiental, favoreciendo que la calle vuelva a convertirse en un entorno seguro.

Una iniciativa que depende de la colaboración entre padres, madres o tutores, personal del centro escolar, asociaciones de vecinos y comerciantes, administración local y los principales actores, los niños y las niñas.

Algunas de las ideas que se barajan en estos proyectos es mejorar y hacer seguras las aceras que permiten acceder a los centros escolares, crear nuevos caminos a través de zonas verdes que acorten el tiempo de llegada a los centros, mejorar los entornos de los colegios con el objetivo de incrementar la seguridad infantil. Y sobre todo formar, concienciar y comunicar a progenitores, profesorado y alumnado con el objetivo de reducir y permitir que los niños y niñas recuperen el acceso peatonal a los centros escolares.