Álava abandonó este pasado jueves la emergencia sanitaria, pero la campaña de inmunización contra el coronavirus está todavía lejos de terminar. Este proceso clave para dejar atrás definitivamente la pandemia cerró el 30 de septiembre un periplo de casi seis meses en el vacunódromo de Lakua y, tras el desmontaje y el traslado del material necesario, acaba de superar su primera semana en el nuevo punto instalado por la OSI Araba en el centro de salud de San Martín.

Pese a que cerca del 90% de la población diana ya ha completado su pauta en Euskadi, el goteo de gasteiztarras pendientes de inmunizar no ha cesado en el flamante espacio, donde entre este pasado lunes 4 y ayer sábado se han administrado aproximadamente 3.420 dosis de la vacuna, entre primeras, segundas y también terceras. A un ritmo, por tanto, de casi 600 diarias, según los datos aportados a este periódico por la Organización Sanitaria Integrada.

La OSI se decantó por este veterano ambulatorio como nuevo punto de vacunación covid por su disponibilidad de espacio, porque cuenta con un acceso independiente del centro de salud -las dosis se inoculan en el sótano- y, también, por la posibilidad de mantenerlo operativo "el tiempo necesario", en un contexto siempre imprevisible.

A lo largo de esta semana, en la que había planificadas un total de 19 agendas, se han administrado exclusivamente vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna, en horario de mañana y tarde de lunes a viernes y solo por la mañana ayer, hasta ese total de cerca de 3.500 dosis, una planificación que se repetirá, al menos, también durante las posteriores.

Dos puestos, uno para cada marca, han sido suficientes para dar salida estos días al operativo, en el que la gente de menos de 40 años está teniendo el principal protagonismo al ser el grupo más rezagado en la vacunación.

Claro que ha habido excepciones, como la que personifica Lorenzo Barahona, que a sus 81 años ha sido uno de los primeros vitorianos en estrenar el punto de vacunación de San Martín. Este vecino acaba de recibir la tercera dosis de la vacuna de Moderna al ser considerado, como trasplantado de riñón, un paciente de especial riesgo.

Al igual que en las ocasiones anteriores, Barahona ha acudido al punto de inmunización con una absoluta tranquilidad. Y también con una cierta desesperanza, pese al nuevo escenario que se acaba de abrir en la lucha contra la pandemia. "Esto no se termina ahora. Creo que el virus se va a quedar para toda la vida, como la gripe", reconoce este vecino, para el que San Martín es también, curiosamente, su centro de salud de referencia. "Llevo 40 años viniendo a este ambulatorio y hasta los 65 no supe ni qué médico tenía", bromea.

Uno de los numerosos menores de 30 años pendientes de iniciar el ciclo de vacunación y que esta semana ha pasado también por San Martín es Alan Villamayor. Perteneciente a la franja de edad de entre los 20 y los 30 años, la que presenta todavía un porcentaje más reducido de inmunización, Villamayor reconoce que si ha tardado tanto en pedir cita para esta primera dosis es porque "no tenía prisa". A su juicio, con todo, lo importante es haber dado finalmente el paso. "Estoy contento y con ganas de que pase esto ya y volvamos a la normalidad de antes", comparte.

Maryorie Trujillo también ha tenido cita esta semana en San Martín para, en su caso, recibir la segunda dosis del preparado de Moderna. "El espacio es un poco más recogido -que el de Lakua-, aunque está bien. Estamos deseando que todo termine porque es mucha gente la que está sufriendo con esto", anhela.

Otro de los gasteiztarras a los que esta semana los profesionales de Osakidetza han administrado la primera dosis de la vacuna en San Martín es Sajjad Hamid Ali, que atiende a este periódico mientras espera los 15 minutos de rigor posteriores a la inyección en el espacio de espera habilitado. "Hace tiempo me llegó el mensaje de Osakidetza, respondí, pero no me dieron cita. Hasta que hace unos días llamé yo por teléfono y me la dieron. El retraso ha sido más porque yo esperé a que me llamaran", apunta. A juicio de este vecino, el nuevo punto de vacunación "está bien organizado", pese a haber tenido que esperar "un poco" a recibir la vacuna. "Pero es lo normal", asume.

Primera semana. Álava abandonó la emergencia sanitaria este pasado jueves, pero la campaña de inmunización contra el coronavirus continúa en el centro de salud de San Martín tras el cierre del 'vacunódromo' de Lakua. La OSI Araba ha administrado alrededor de 3.420 dosis durante esta primera semana de trabajo en el nuevo punto de vacunación de Gasteiz.

Un espacio adecuado. La OSI se decantó por San Martín por su disponibilidad de espacio, porque cuenta con un acceso independiente -las vacunas se administran en el sótano- y, también, por la posibilidad de mantenerlo operativo "el tiempo necesario", en un contexto siempre imprevisible.

A sus 81 años, este vecino trasplantado de riñón acaba de recibir la tercera dosis de la vacuna.

Este joven, que no ha tenido "prisa" por pedir cita, tiene por fin su primera vacuna.

Esta vecina de Gasteiz ha completado su pauta esta semana.

Otro de los primeros en pasar por el punto de San Martín.

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Marcas se están administrando en San Martín, Pfizer y Moderna.