Casi seis meses y más de 370.000 dosis inoculadas después, el punto de inmunización contra el covid-19 habilitado en el frontón gasteiztarra de Lakua echó ayer el cierre.

Alrededor de 400 personas fueron las últimas en pasar por el vacunódromo a lo largo de la jornada, tanto durante la mañana como por la tarde, para recibir su primer pinchazo o completar la pauta, muy lejos de las 4.598 que lo hicieron el sábado 1 de mayo, que marcó el récord de dosis administradas en este equipamiento.

Con el 88,5% de la población diana ya totalmente vacunada, el Departamento vasco de Salud ha decidido clausurar en el transcurso de esta semana no solo el frontón vitoriano, sino todos los grandes centros de inmunización dispersos por Euskadi.

"Ha sido como nuestra casa"

"Hemos pasado aquí muchas horas, muchos días de doblar turno, de tener que salir tarde, de acercarnos a deshoras, los fines de semana... ha sido un poco como nuestra casa. Pero ha salido bastante bien. Han sido más los agradecimientos que hemos recibido de la ciudadanía que las quejas. Y eso para nosotros es lo más importante", reconoció a escasos minutos del mediodía la supervisora de vacunación de la OSI Araba, Marta Mendaza, en declaraciones a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

Mendaza ha sido una de los cerca de 150 profesionales, entre personal de enfermería, auxiliares, celadores, administrativos, de limpieza, almacén, farmacia o mantenimiento que desde el 3 de abril han tenido al frontón como hogar laboral. De ellos, apenas un pequeño retén fue necesario ayer para sacar adelante el trabajo.

Resultó, por razones evidentes, una despedida tranquila para el vacunódromo,muy distinta a sus jornadas de mayor actividad. Sin colas en la calle para acceder al interior, con multitud de sillas libres para esperar a la administración de la vacuna o a que no apareciesen efectos secundarios después, sin el trajín constante de pacientes y profesionales...

De hecho, solo cuatro de los diez puntos de vacunación habilitados en la zona principal del frontón -la posterior cerró ya hace varias semanas- fueron suficientes para atender la demanda, y de ellos apenas dos funcionaron a pleno rendimiento.

Se administraron un buen número de segundas dosis, incluso algunas "anecdóticas" de AstraZeneca, aunque también bastantes primeras -de Pfizer o Moderna-. La mayor parte de los pacientes pendientes de vacunar a día de hoy son menores de 50 años, algo que también pudo comprobarse a la perfección en Lakua.

Camino hacia la inmunidad

Una de las últimas pacientes en pasar ayer por el frontón fue Jargellys Linares, que estaba pendiente de completar su pauta con Pfizer. Justamente había sido citada para la primera dosis 21 días antes, el 9 de septiembre.

"Gracias a los médicos y a los científicos que se pusieron a ello, porque esto es un problema global", alababa Linares, mientras aguardaba los 15 minutos de rigor tras el pinchazo. "Nunca he estado angustiada acerca del coronavirus, nunca me preocupó... aunque no todos los humanos son iguales", reconocía.

Muy cerca se encontraba Laura Pérez de Onraita, auxiliar de enfermería e integrante del equipo de profesionales que ha estado trabajando en Lakua desde su apertura en los albores de abril. En su caso, la labor se ha extendido desde bastante más atrás, el 14 de enero, cuando todavía se vacunaba casi exclusivamente en el HUA-Txagorritxu o Santiago y en las residencias de personas mayores.

Ha sido medio año largo, en sus palabras, "bastante intenso y diferente a lo que tiene que ser el trabajo de hospitalización, por supuesto". Ahora toca pasar página con una sensación, al menos en su caso, agridulce.

"Hay ganas de terminar, sí. Por una parte mal, porque a muchas se nos terminan los contratos, pero por otra muy bien porque parece que comienza una nueva etapa, que esto termina, y eso es una buena noticia", remarcaba la profesional.

Palabras de satisfacción también compartidas por Diego Ochoa de Aspuru, un joven enfermero que también ha formado parte de este gran engranaje humano."Ha sido bastante bonito formar parte del equipo de vacunación de la OSI Araba porque al final es un acontecimiento histórico. Tenemos unas cifras de contagios muchísimo más bajas y eso se debe en gran medida a la vacunación masiva que hemos desarrollado. Y eso es algo muy bonito y gratificante", celebraba.

San Martín, nuevo punto

Tras el cierre y el desmantelamiento del vacunódromo de Vitoria, el punto de inmunización de referencia de la OSI Araba será a partir de este próximo lunes 4 el centro de salud de San Martín, donde ya hay citadas más de 200 personas para esa primera jornada. En la OSI Rioja Alavesa tomarán el testigo tanto el Hospital de Leza como el centro de salud de la localidad de Oion.

"Mañana -por hoy- vendremos a terminar de desmontar, a preparar el almacén, tenemos también bastante trabajo administrativo que hacer... y ya el lunes empezamos en San Martín con todo preparado y citas para primeras y segundas dosis", avanzaba, de nuevo, la coordinadora de vacunación.

4.598

El 1 de mayo, a punto de cumplir un mes de actividad, el 'vacunódromo' de Gasteiz marcó su récord de dosis administradas en un solo día. Una fecha significativa por razones obvias y que además cayó en sábado.

"Hemos pasado aquí muchas horas. Ha sido un poco como nuestra casa"

Supervisora de vacunación de la OSI