Son las cuatro y media de la tarde de este 4 de agosto y la vista que se obtiene desde la Virgen Blanca impresiona desde cualquier lado.

En General Loma, bajo el monumento La Mirada, de Agustín Ibarrola, bautizada popularmente con un nombre que es mejor no citar en estas líneas, un par de furgonetas de la Ertzaintza, de las de antidisturbios, ya anticipan que no estamos ante una tarde normal.

Los viajeros que a esa hora aguardan en la parada del tranvía de Parlamento a que por fin lleguen algunas de las serpientes verdinegras dirección Abetxuko o Ibaiondo no pueden evitar mirar hacia atrás para observar con más detalle el dispositivo policial que agentes de la Ertzaintza y Policía Local de Vitoria han activado conjuntamente en la Virgen Blanca para evitar que miles de personas entren en ella para celebrar la no bajada de Celedón.

Ya dentro de esta icónica plaza de la capital alavesa, llama la atención el vallado que para tal fin se ha dispuesto en el perímetro del monumento de la Batalla de Vitoria con el fin de proteger este patrimonio de la ciudad al máximo.

Acceso limitado

No muy lejos de allí, sorprende también ver más vehículos policiales de los agentes del Departamento vasco de Seguridad en la calle Prado. Una escena que se repite en una docena de zonas aledañas a la Virgen Blanca, como Diputación, Dato esquina con Postas, Arquillos o a la altura del número 2 de Correría, Zapatería y Herrería, ya que hasta las siete de la tarde solo tienen permitido el acceso vecinos residentes o con garaje en estas zonas acotadas, vehículos de emergencia, autobuses urbanos o taxis.

En este perímetro, que se ha establecido por segundo año consecutivo, también ha quedado suspendida la actividad de las terrazas de los bares, los cuales han tenido que desmontar y recoger sus mesas de exterior y veladores.

Un gran blindaje, que durará, en concreto, de 16.30 a 19.00 horas, con el fin de evitar aglomeraciones y otro tipo de actos no deseados para todos los que no quieran acordarse que Vitoria sigue en zona roja del coronavirus y que, de momento, se está saldando sin incidentes reseñables.