Los vitorianos, divididos ante el fin del uso de la mascarilla

En primera instancia, las opiniones varían respecto a la correcta aplicación de la normativa tras estos 15 inusuales meses. Por ejemplo, como indicó Hafsa Loukili, se sigue dejando de lado a una importante sección de la sociedad que “no tiene los suficientes recursos para comprar mascarillas cada día”, que, en algunos casos, se suma a una situación en la que “tienen muchos niños en casa”, lo cual supone un importante gasto para la familia. Del mismo modo, su amiga Wafa Belmaqrout opinó que los cambios en las medidas son “demasiado repentinos”. “El día 25 te pueden multar por no llevar la mascarilla y el 26 hacen como que no ha pasado nada”, señaló Loukili.

Por su parte, la vecina Eli Rekondo expresó su parcial conformidad con las medidas actuales de uso del tapabocas: “En espacios abiertos se podría ir sin ella tranquilamente, en cerrados según en cuál”. Asimismo, cree que la necesidad de llevar una mascarilla encima en todo momento es correcta, a lo que añadió que también se tendrían que llevar “otras cosas, como una bolsa para recoger la basura que se deja y tirarla luego al contenedor correspondiente”.

Anuska Arbildi, del mismo modo, calificó de “correctas” las medidas para “las condiciones en las que estamos”, pero recalcó que “siempre hay que tener en cuenta cómo progresa la pandemia” para realizar las modificaciones necesarias.

Desde el pasado 19 de junio, la hostelería también ha sido protagonista de varias novedades en sus medidas, como el cambio de horario y la ampliación de comensales. Todas ellas, que, a juicio de Loukili, como ocurría anteriormente, “no se van a respetar”, lo que ejemplificó explicando que los ciudadanos “se acercan entre ellos en las terrazas”, que deriva en un incumplimiento así el límite de personas, en lo que Belmaqrout manifestó estar de acuerdo.

Con una opinión similar, Rekondo declaró que las medidas que establecen que la mascarilla sea obligatoria en estos locales cuando no se esté consumiendo “no se ha cumplido nunca”, además de realizar una comparación entre negocios hosteleros: “Hay hostelería depredadora y la que no, en la que están trabajando como unos desgraciados, que procuran tenerlo lo más limpio posible”, apuntó.

En referencia al entorno de su vivienda, Arbildi quiso incidir en el correcto cumplimiento de la normativa en los locales del Casco Viejo referente al distanciamiento entre comensales y la posición de la mascarilla según si se está consumiendo en ese momento.

En el anuncio de las modificaciones del uso de la mascarilla, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, remarcó la “prudencia” que debe tomar el sector de la sociedad joven, de entre 15 a 30 años. Una cautela respecto a las normas que, según Loukili y Belmaqrout, “muchos no están cumpliendo”, pero recordaron que también ocurre en otros sectores, por lo que “no hay que generalizar”.

Una postura similar a la de Rekondo, quien aclaró que, “como en todos los sitios, hay quienes son responsables y quienes no”, ya sea en “jóvenes, viejos o medianos”. Por ello, quiso dar luz al incorrecto comportamiento de diversos ciudadanos, tanto en locales como en las calles de la capital.

Aunque “siempre hay gente que se salta las normas”, Arbildi mostró su apoyo a la conducta de la juventud tras el inicio de la pandemia. “Es campeona del mundo, lo ha hecho fenomenal” abogó, y también expuso su postura sobre un tema de alta importancia como el bienestar de los jóvenes: “Hay que valorar también el equilibrio entre la salud mental y las normas que les estamos imponiendo, son los que tienen que mantener una sociabilidad porque lo más importante para ellos es ver a los amigos”, aclaró, tras lo que, posteriormente, reafirmó su anterior declaración. “Lo están haciendo muy bien”.

El pronóstico para el verano de estas ciudadanas presenta disparidades. Mientras Belmaqrout y Loukili se alejan del optimismo, ya que “va a pasar como el verano anterior, empezarán a quitar medidas” que derivará en un repunte de contagios, Rekondo asegura que se podrá “volver a la normalidad” ya que la población “estaba sacando ya la patita del tiesto”.

Para finalizar, Arbildi explicó las dos caras de la misma moneda. “Creo que sí van a subir los contagios porque la gente se está desparramando un poco, pero la gravedad de la ocupación en los hospitales no, porque la vacunación hace su efecto”, afirmó.

En estos tres meses se comprobará la eficacia de las medidas establecidas desde Madrid, pero que están abiertas a modificación si, como ocurrió a las puertas de las vacaciones de Semana Santa, los contagios en el País Vasco vuelven a mostrar un repunte mientras avanza el proceso de inmunización.

El Gobierno central ha dispuesto que, a partir de hoy, y de forma general, se pueda estar en espacios abiertos sin mascarilla siempre y cuando se pueda mantener una distancia de seguridad de 1,5 metros.

“Los cambios en las medidas son demasiado repentinos, de un día para otro”

Vecina de Gasteiz

“Creo que la mascarilla se puede llevar en espacios abiertos tranquilamente”

Vecina de Gasteiz

“El día 25 te pueden multar por no llevar mascarilla y el 26 hacen como que no pasa nada”

Vecina de Gasteiz

“Para las condiciones en las que estamos, las medidas aplicadas son correctas”

Vecina de Gasteiz