Las obras de la residencia para mayores Arabarren de Lakua, sede física de un proyecto innovador de colaboración público-social para la atención de 150 personas mayores y dependientes, han comenzado ya, según ha afirmado en la mañana de este lunes el diputado general, Ramiro González.

Los movimiento de tierras y la cimentación arrancan así con más de dos años de retraso, en parte debido a la pandemia, pero sobre todo a la complejidad de una fórmula que según González se sigue con atención en otras instituciones y que busca, mediante la concertación con una cooperativa en lugar de con una empresa con ánimo de lucro, tener una mayor control foral de la residencia.

El diputado general ha respondido así a una pregunta del portavoz de EH Bildu Kike Fernández de Pinedo, quien ha censurado el acuerdo del consejo de diputados en virtud de cual se desbloqueaba el acceso a financiación bancaria de la cooperativa Arabarren, que entiende supone un "aval" foral a la empresa. Los bancos no aceptaban la cláusula del contrato entre la Diputación y la cooperativa, de cesión de superficie, que podría haber supuesto un "enriquecimiento injusto" de la institución en caso de impago por parte de Arabarren. La diputada de Hacienda, Itziar Gonzalo, ha negado exista tal aval, y ha explicado que la modificación del contrato persigue "equilibrar financieramente" la operación.

Cooperativa

Arabarren, como ha recordado González, es "una cooperativa de trabajo asociado con más de 100 socios" que "va a desarrollar una cultura de la innovación en el cuidado de las personas más mayores". Arabarren "se centrará en las relaciones, más allá que en la persona, entiende la residencia como una comunidad de cuidados en la que participan personas, profesionales, familias y amigos".

En la futura residencia habrá 100 plazas, a las que sumarán otras 25 para personas con discapacidad física severa, y otras tantas de centro de día para mayores.