El Valle Salado es un impresionante laboratorio para la Universidad del País Vasco, pero también un imprescindible espacio para aprender y comprender a la sal, una de las mejores del mundo y una de las más naturales, ya que la salmuera emana de manantiales que tienen una edad de millones de años.

Por esa razón, el Valle Salado forma parte de los planes de estudio de numerosas entidades y entre ellas del Basque Culinary Center. Y allí van los estudiantes a conocer el producto y su historia.

Una de las últimas visitas, dividida en dos grupos, fue la dirigida por Ángel Fernández de Retana, profesor de Cocina e investigador de Basque Culinary Center, con alumnos que están ampliando sus conocimientos a través de los cursos especiales con que cuenta el prestigioso centro donostiarra.

Tras el recorrido, el profesor Fernández de Retana relataba a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA que habían acudido al Valle Salado "con un grupo de alumnos internacionales que están estudiando el máster de Perfeccionamiento de cocina para que realmente conozcan lo que es el producto, sus orígenes, toda la historia que hay detrás y lo que significa".

El objetivo es que "sepan y utilicen los productos, conociendo su origen, que no es un producto más, sino que detrás hay 7.000 años de historia y de trabajo. Podemos encontrar en el mercado mil marcas diferentes de sal, pero ninguna como esta, que es una sal que se puede trabajar dándola la importancia que se merece".

Realizada la visita y después de saludar al gerente de Valle Salado, Pablo de Oraá, que les dirigió unas palabras sobre la historia del enclave salino, los alumnos de Chile, México, Argentina, San Sebastián, Zaragoza y otras localidades del Estado intercambiaron impresiones sobre la visita y sobre las diferentes presentaciones de sal de Añana diseñadas pensando en las necesidades de los profesionales de la restauración.

Décimo aniversario

El Basque Culinary Center acaba de celebrar en marzo su décimo aniversario, viendo cómo se han ido cumpliendo sus objetivos. El primero de ellos, fue crear un centro de referencia basado en el conocimiento, ya que es el resultado de la escucha a los y las profesionales y de comprender la relevancia del sector de la gastronomía desde un punto de vista integral.

Además, la institución ha logrado llevar la gastronomía a la universidad gracias a la creación de una Facultad de Ciencias Gastronómicas y al grado universitario en Gastronomía y Artes Culinarias. Una formación que ya cuenta con diez promociones y casi 500 graduados y graduadas en los tres itinerarios del grado: Vanguardia culinaria, Innovación, negocio y emprendimiento y Desarrollo y tecnología alimentaria.

A esto se añade que BCC ha impulsado el desarrollo profesional y la formación continua en el sector con la creación de 10 másteres, cerca de 400 cursos para profesionales, alrededor de 40 cursos de especialización, multitud de talleres y seminarios y un variado programa de formación online. Muestra de ello son los más de 600 estudiantes de 35 países y los más de 500 profesionales que participan en los diferentes programas e iniciativas de este curso.

500

La formación de la Facultad de Ciencias gastronómicas y el grado universitario de Gastronomía y Artes Culinarias han llegado a 10 promociones y a casi 500 graduados.