Satisfacción por la vuelta del mercado al casco viejo

Con todo, el mercado lució algo más "flojillo" que en ediciones anteriores y con menos puestos (28) debido a los límites de aforo. Así, once productores se instalaron en la plaza Santa María, con un aforo máximo de cien personas; nueve en Burullería, con un aforo máximo de 80-90 personas y ocho en el Machete, 90 personas máximo de entrada, según Nagore Diente, organizadora de Gasteiz On.

Puestos más visibles que nunca ayer en el Casco Viejo al estar ubicados en las plazas del Machete, Santa María y Burullería por ser espacios más amplios que las estrechas calles del barrio medieval, lo que llama incluso más a comprar, según los productores. De hecho, en momentos puntuales hubo colas.

"Mejor, me gustan los puestos en las plazas; estamos vendiendo bien, después de un año sin venir", comenta Arantxa, que atiende con su hermana Dulce el puesto Burutxaga hestebeteak de Amurrio, especializado en morcillas, como la de arroz, cebolla y puerros que Dulce envuelve a un cliente. La cuarta generación.

A pocos metros, también en Burullería, Javier Labrador indica que a a primera hora ha tenido buenas ventas. "Mis clientes son fijos y vienen pronto a hacer la compra". A pesar de que han estado un año sin verse, les ha seguido sirviendo mediante envíos a domicilio desde Salamanca, donde radica su empresa Ibéricos Labrador. Lleva ocho años viniendo al Mercado de la Almendra, pero también a la Feria de Navidad. "El cliente es muy fiel en Vitoria", piensa. "Y el bolsillo, ¿lo mira? Pues ni mucho ni poco; lo que quiere es alimentos de calidad. En Euskadi se compra de todo y bueno: lomo, jamón...", sostiene ante un amplio mostrador de productos ibéricos con los que ya se ha hecho un hueco en las despensas de Vitoria. No es de extrañar, sus padres fueron de los primeros en abrir su puesto en la Feria del Camino que se celebraba antaño en Mendizorroza.

La distancia tampoco es un obstáculo para Mariano Pérez, que regresa "con muchas ganas" desde Santander para endulzar con postres cántabros: hojaldres, milhojas, quesadas, empanadillas... "Hemos aguantado sirviendo a comercios y bares de Bilbao, pero no es lo mismo", dice, ya que antes de prohibir las ferias "iba a Abadiño, Llodio, Tafalla...", recuerda. Y aún, no las tiene todas consigo. "De momento, nos toca sufrir; esperemos que para el verano haya más gente vacunada", desea desde la plaza de Santa María.

Al frente de conservas María del Pilar Miguel Albo, de Colindres, a Iván García la pandemia también le ha cambiado su trabajo. Encargado de las ventas en mercados y con cuatro personas a su cargo, este último año lo ha pasado en la conservera y sirviendo a tiendas y bares. "No es lo mismo, aquí el trato es más humano, la gente viene a comprar productos de calidad y en los establecimientos es, tanto cuesta, tanto compro", explica. Además, "no entiendo por qué han suspendido estos eventos en la calle, al aire libre, luego vas al supermercado y hay el doble de gente. Da rabia", critica.

A Pedro Agirrezabal, de Jamones de Mendiola, lo que le molesta es que la organización no haya tenido el detalle de dejarles instalar los puestos gratis, como en Tolosa, al menos los dos o tres primeros mercados. "Me dicen que soy pesetero, pero después de un año sin mercado y sabiendo que vamos a sacar lo justo para cubrir gastos... Si hay que mojarse, hay que mojarse todos, no siempre los mismos, los más pobres".

"Nos tenían que haber dejado poner los puestos gratis, como en Tolosa, un día o dos, al menos"

Jamón de Mendiola

"De momento, nos toca sufrir; espero que para el verano haya más gente vacunada"

Postres cántabros (Santander)

"No entiendo por qué se suspenden las ferias en la calle, vas al 'súper' y hay el doble de gente"

Conservas María del Pilar Miguel Albo

"En Euskadi se compra de todo y bueno, alimentos de calidad; el cliente es fiel"

Ibéricos Labrador

"Estamos vendiendo bien, después de un año sin venir... Nos gustan los puestos en las plazas"

Burutxaga hestebeteak (Dulce/Arantxa)