- Nada hace más vulnerable a una persona que la soledad. Y en estas semanas de confinamiento son muchas las personas mayores que no encontrarán el calor de sus allegados en sus hogares. Ayer se cumplió una semana en la que los gasteiztarras se encerraron en sus viviendas y en estos ocho días el Teléfono de la Esperanza ha aumentado hasta el 70% el volumen de sus llamadas. "En general está habiendo mucha solidaridad, gente que ayuda a los más mayores y a los más necesitados. Pero aún así hay muchas personas que siguen sintiéndose solas y en estos días estamos teniendo muchísimas más llamadas", dice José Antonio Cristóbal, presidente de la asociación a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

El principal motivo que empuja a la ciudadanía a llamar a esta asociación es la soledad pero también el miedo. ¿Habré contraído el virus?, ¿cómo puedo saber si estoy infectado?, ¿cómo puedo entretenerme en casa para no tener que pensar demasiado? Son solo tres de las preguntas que se repiten constantemente al otro lado de la línea. José Antonio es uno de los 15 voluntarios, aunque también socio, que desde la lejanía intenta ayudar a los más angustiados. "Hay muchas personas que no encuentran el consuelo y se bloquean. Yo les respondo que hay muchas salidas; en casa también se puede hacer deporte, ver la tele e incluso andar de un extremo del pasillo a otro. ¡Se pueden dar hasta 20.000 pasos!", aconseja.

No obstante, lo más importante, dice, es tener comunicación y contar siempre los miedos, angustias y bloqueos internos para que el problema no llegue a hacerse mayor. "Y eso es precisamente lo que estamos atendiendo estos días. Bloqueos mayores de gente que tiene mucho miedo a contraer el coronavirus y de personas que pese a estar informadas no recuerdan qué pautas deben tomar si tienen síntomas, o no saben a quién acudir. El miedo puede hacer mucho daño", opina. Tanto que según dice, también está aumentado el número de personas que tienen tentativas de suicidio. No tanto, por el miedo del coronavirus sino porque ya tenían problemas detrás, dice, y esto "les ha empeorado". "Hay muchas personas que tienen depresión o trastornos psíquicos y necesitan que se les escuche. Otra veces también les tenemos que derivar a otras instituciones pero todos nosotros tenemos los números de teléfono más importantes y así enseguida contactamos con la ayuda que necesitan", explica. Añade también que en el Teléfono de la Esperanza están en primera línea de fuego para dar solución a todos los problemas que derivan la falta de comunicación. "El otro día en la calle vi a un grupo de jóvenes que se comunicaban entre ellos con el móvil. Estaban todos sentados y todos escribiendo en los móviles. Mirarse a los ojos es una es un acto que se está perdiendo mucho. ¿Cómo no vamos a tener problemas después?", se cuestiona el presidente.

Otra de las cuestiones que preocupan a los ciudadanos es, según su opinión, dónde poder hacerse el test para confirmar o descartar la presencia del virus. "Está siendo tan duro en Vitoria que el miedo es casi entendible. Yo a las personas que me llaman siempre les digo que en sitios como establecimientos cubran su respiración y vayan con guantes".

Bajo el lema Cuando existe la esperanza todos los problemas son relativos, la asociación del Teléfono de la Esperanza y Amistad en Álava nació hace 41 años para dar solución a los problemas de aquella época. José Antonio entró a formar parte del grupo un año después y se convirtió en el secretario cargo que desempeñó con gusto durante 20 años. Después, se convirtió en el presidente. En la actualidad, junto a él son cerca de 15 los voluntarios que atienden las llamadas, entre ellos "cuatro o cinco" psicólogos. No obstante, el presidente admite que con el volumen de llamadas que hay esta cantidad de voluntarios no es suficiente. Necesitan más. "Antes teníamos a una persona en plantilla y llegábamos mejor, pero desde que se nos retiró la subvención ya no tenemos a gente contratada y la verdad es que nos hacen falta más voluntarios. Sobre todo para poder seguir atendiendo las llamadas de noche, que es cuando más se realizan", confiesa. Más voluntarios para una mejor atención las 24 horas del día.

"Hay muchas personas que no encuentran el consuelo cerca y se bloquean"

"Hay personas que siguen sintiéndose solas y estamos teniendo muchas llamadas"

Presidente de la asociación