vitoria - Cuando Vitoria preguntó a los ciclistas gasteiztarras qué es lo que más les echaba el freno a la hora de usar las dos ruedas en la capital alavesa, la respuesta de los 1.124 encuestados no pudo ser más clara: la mayoría quería dejarla a buen recaudo en destino para que los amigos de lo ajeno no se la llevaran. Así, según los resultados del Estudio de caracterización de demanda de aparcamiento seguro para bicicletas en Vitoria-Gasteiz, del año 2014, promovido por el Centro de Estudios Ambientales (CEA) y Sartu Álava, dos de cada tres usuarios habituales de bicicleta sí utilizaría una red de aparcamientos vigilados. Además, el 85% de los que ahora la usan una vez a la semana, la cogerían más, si tuvieran aparcamientos vigilados. Por tanto, se concluye que existe una “demanda real” de los usuarios habituales para crear una posible red de aparcamientos de bicicletas “seguros, accesibles y adecuadamente distribuidos en la ciudad”.

Ante esta necesidad, surgió la oportunidad de dar salida a locales que actualmente están en desuso en los barrios consolidados de la ciudad, distritos que además, cuentan con escaso espacio público para organizar nuevos aparcamientos de bicicletas por ser sus calles más estrechas y ser densos en población. Como anuncia el jefe de Información e Innovación para la sostenibilidad del CEA en las redes sociales, Juan Carlos Escudero, “hay voluntad desde el equipo de gobierno de sacar una ordenanza para que se pueda dar licencias a las lonjas vacías de la ciudad para que funcionen como aparcamiento de bicicletas”. Como especialista que es (Escudero ha coordinado la elaboración del Plan Director de Movilidad Ciclista), subraya que “si queremos tener el doble de bicicletas en diez años, tenemos que resolver el tema del aparcamiento”, insiste Escudero.

Por esta razón, el Gabinete Urtaran el pasado 13 de diciembre, encargó a los servicios técnicos municipales, mediante Decreto de Alcaldía, la preparación de una ordenanza reguladora del funcionamiento y construcción de aparcamientos de bicicletas, cuyo objetivo sería triple: “aumentar el uso de la bici frente al del vehículo motorizado en Vitoria, evitar la ocupación desorganizada (en mobiliario urbano, arbolado, etc.) del espacio público por partes de las bicicletas estacionadas y reducir los robos”.

Con el fin de que la ciudadanía, organizaciones y asociaciones que tengan interés en la materia puedan hacer llegar sus aportaciones, se abre hasta el 15 de mayo, aproximadamente, la consulta pública previa a la redacción de dicha ordenanza. Y si sigue su curso normal, tras presentarla en la Comisión de Medio Ambiente y Espacio Público, se espera que estaría aprobada para este próximo otoño.

De esta forma, se daría un paso más, dado que, como reconoce el Ayuntamiento “no existen parkings a cubierto específicos para ellas, que podrían solucionar problemas de saturación del espacio público y su vez evitar los robos, ofertando aparcamientos más seguros”. Hasta el momento se habían habilitado guarda bicis en lonjas del Casco Histórico para los vecinos del barrio. El Plan Director de Movilidad Ciclista 2010-2015 de Vitoria ya contemplaba este tipo solución en el Casco medieval, previendo que podría ser extensible, si se veía que los resultados eran positivos, como así ha sido el caso.

No en vano, Escudero remarca que cualquier esfuerzo por promocionar su uso en la ciudad sería en balde, si al final un mismo usuario puede ser víctima de robos en más de una ocasión. Unos hurtos que pueden ser tan desmotivadores que hagan abandonar este saludable y ecológico hábito a quien lo sufre o incluso provocar que su dueño se decida por adquirir, en su lugar, vehículos más antiguos y menos puestos al día en condiciones de seguridad.

Otro problema que intenta combatir la ordenanza es el del progresivo aumento del uso de los ciclos que implica otras necesidades de aparcamiento. “Ante la saturación de los aparca bicis instalados en la vía pública, cada vez hay más usuarios que utilizan el mobiliario urbano o el arbolado para aparcarlas, condicionando, en ocasiones, negativamente la accesibilidad en el espacio público”.

los requisitos En principio, cualquier propietario de lonjas de la ciudad puede solicitar su licencia. La única condición al respecto es la de no generar molestias en el entorno a los locales de aparcamientos de bicicletas, como ruido o vibraciones. “Ahora, si pides hacer un aparcamiento de bicicletas, se piden muchos requisitos, para cumplir con el tema de ruidos o la compatibilidad de usos en bajos”, recuerda Escudero. En general, habría que hacer inversiones que en algunos casos podrían llegar a desorbitarse, que es lo que, precisamente, la nueva iniciativa pretende justo evitar. Como afirma el técnico del CEA, se trata de buscar “un marco normativo favorable”, dado que la ordenanza pretende dotar de un “instrumento sencillo” a todas las lonjas vacías de la ciudad para que se las otorgue la licencia “con todas las garantías”.

Entre las posibles soluciones alternativas regulatorias, estaría la de fijar las dimensiones de los locales, de los accesos, las circulaciones y las plazas de aparcamiento. También se pretende controlar la localización de los parkings de bicis (en sótano, en planta baja, dentro de aparcamiento de vehículos rodados, etc.) y las plazas especiales: bicicletas de carga, sillas de ruedas y el número mínimo en cada local.

Otros aspecto a regular son las instalaciones (ventilación, iluminación, etc.), los acabados (fácilmente lavables, antideslizantes) y la señalización. Se pretende, además, establecer los requisitos mínimos de aislamiento acústico de los locales (suelos flotantes, techos acústicos, dispositivos antivibratorios, puertas con muelles de retención de cierre y burletes elásticos) y, finalmente, fijar el uso de usos compatibles permitidos y sus dimensiones (punto de reparación, taquillas, aseos, lavado de bicicletas, venta de accesorios, etc.). “Hay algunos requisitos, como el de las duchas, que vemos que aquí en Vitoria no tiene sentido porque no se hacen recorridos muy largos”, avanza Escudero.

Ahora falta por ver el recorrido que los guarda bicis puedan tener en el debate político.

La ordenanza. El pasado 13 de diciembre, mediante Decreto de Alcaldía, se encargó la preparación de una ordenanza reguladora del funcionamiento y construcción de aparcamientos de bicicletas. Está en consulta pública y podría aprobarse en otoño.

Objetivos de la norma. Aumentar el uso de la bicicleta frente al uso motorizado, evitar la ocupación desorganizada de los vehículos estacionados. También pretende reducir los robos y no generar molestias en el entorno de los guarda bicis.