Esta tarde muchas miradas estarán puesta en él. A sus 22 años Víctor Muñoz se ha convertido en uno de los ídolos de El Sadar. En su debut en el fútbol profesional, este menudo extremo de Osasuna ha anotado ya tres goles y dado otras tantas asistencias.
Es cierto que Ancelotti le dio la alternativa la temporada pasada en Montjuic en el duelo ante el Barcelona y curiosamente para él no paso desapercibido. Con el 4-3 a favor del cuadro culé, el jugador barcelonés falló una clara ocasión que fue objeto de memes y burlas varias en las redes sociales.
Tal vez si hubiese dejado su impronta goleadora aquella tarde estaría actualmente a las órdenes de Xabi Alonso en lugar de Gonzalo, pero el hoy rojillo disfruta junto a su pareja de un entorno tranquilo en Pamplona y de jugar regularmente de titular.
Aquel pelirrojo que en edad cadete daba sus primeras patadas en La Masía fue descartado por los responsables de la cantera culé por su estatura. Hoy en día, de hecho, llama la atención dicha condición, pero eso no le resta vistosidad a su rapidez y habilidad con el balón. Entonces se fue al DAMM, club de cantera de Barcelona por donde han pasado multitud de jugadores y donde entonces su entrenador en División de Honor Juvenil fue Luis García, el actual técnico de la U.D. Las Palmas.
El interés del Alavés
Víctor la rompió y el Real Madrid lo fichó. El Barcelona quiso recular y enmendar la decisión tomada tres años antes, pero ya era tarde. Fue David Fernández, máximo responsable entonces de Valdebebas quien dio el placet a su llegada, después de verlo en directo en un par de ocasiones.
La entidad merengue lo moldea con paciencia y allí vuelve a encontrarse con Luis García, en el Internacional de Tercera, un club comprado meses atrás por la entidad presidida por Florentino Pérez. La pasada campaña da el salto al Castilla a las órdenes de Raúl González, compartiendo vestuario con el hoy albiazul Yusi.
Cinco millones por el 50% de sus derechos como contraprestación al club blanco fueron el motivo por el que el Deportivo Alavés, que también lo quiso el pasado verano, se quedó sin sus servicios
Once goles y siete asistencias fueron motivo más que suficiente para que Braulio, director deportivo de Osasuna, apostara a mayor. Cinco millones por el 50% de sus derechos como contraprestación al club blanco fueron el motivo por el que el Deportivo Alavés, que también lo quiso el pasado verano, se quedó sin sus servicios.
Con un punta de velocidad superior a los 35 kilómetros por hora, Víctor Muñoz será este sábado junto a Budimir una gran amenaza para la defensa albiazul. Todos los que hablan de sus condiciones tienen claro que rapidez y habilidad son las características que le definen perfectamente. El desparpajo de un imberbe profesional le permite hacer cosas inimaginables en un palmo del terreno de juego.
Tranquilo y casero, reside en la capital navarra en un piso como otro cualquiera. Aficionado de la música de Melendi, ha descubierto en el açai brasileño su plato favorito. Fruta y más fruta como base de una alimentación sana y que le sirve como parte de su trabajo diario, algo básico además del entrenamiento y el permanente contacto con un psicólogo.
A Víctor Muñoz le gusta analizar en vídeo sus partidos para saber dónde mejorar y que aspectos potenciar. Así se explica su eclosión en la máxima categoría del fútbol español en apenas cuatro meses. Físicamente es fuerte y es otra de las virtudes que trata de exprimir hasta el infinito. Con contrato hasta 2030 con Osasuna, cuenta con una cláusula de 40 millones de euros.
La cabeza bien amueblada
El entorno estable y ordenado con el que cuenta también ha tenido su parte de culpa en todo este proceso. Y ahora el pelirrojo Víctor se lo quiere devolver con creces. Pretende que sus padres tengan un retiro prematuro a la vez que cómodo. Encaminado ciertamente lo tiene y de seguir así puede que lo consiga más pronto que tarde.
Descarado con el balón a la vez que humilde como persona. Víctor Muñoz ha asimilado estar en la cúspide con total normalidad, sin que nada de lo que tiene a su alrededor como futbolista de élite se le suba a la cabeza. Nada de mostrarse como alguien presuntuoso, algo que en otros futbolistas de su edad e incluso más jóvenes suele darse a menudo.
El catalán ha caído de pie en El Sadar. Sin ser producto de Tajonar, la afición ha encontrado en Víctor Muñoz a un emergente valor que llegado del Castilla se ha amoldado desde el primer día a todo lo que rodea al equipo navarro. Él, con su velocidad y su forma de encarar la portería rival, se ha metido al público en el bolsillo. Encima ha visto en Lisci al técnico ideal y es que al italiano no se le caen los anillos por apostar por jóvenes jugadores, tal y como demostró el pasado curso en el Mirandés.
Con su fútbol atrevido y yendo de cara a cada integrante del plantel ha visto en el extremo barcelonés a un talento por pulir. A ese pelirrojo que hace ocho años, siendo cadete fue descartado por el Barcelona por ser bajito.