La llegada de Lucas Boyé al Deportivo Alavés supone el fin a la búsqueda prolongada durante el mercado estival de un delantero centro que pueda hacer olvidar las marchas de Kike García, Villalibre y Panichelli.
Con Toni Martínez y Mariano Díaz en la retaguardia, Boyé apunta a ser una pieza clave dentro del esquema de Eduardo Coudet de esta temporada. El técnico argentino ya dejó ver su debilidad por el punta en la rueda de prensa previa al partido frente al Betis.
“Siempre quise tenerlo en mi equipo”, comentó entre otras muchas cosas Coudet sobre el atacante procedente del Granada que desde este mismo lunes ya estará a su disposición, aunque no podrá entrenar debido a su lesión de rodilla que ya encara la recta final.
La posición de ataque era una de las principales preocupaciones de la afición babazorra, que tras perder a su mejor hombre en ataque la temporada pasada (Kike), y a su posible futuro 9 (Panichelli), necesitaba de un refuerzo de nivel para fortalecer la confianza de cara a la nueva temporada.
Sin embargo, la llegada de Boyé no hace que Mariano o Toni vayan a quedarse fuera de la continuidad del equipo. Al contrario, el argentino trae con él una posible variación de esquema en la que pueda complementarse con otro delantero dentro del equipo babazorro.
Más que un goleador
Una de las tareas a mejorar para el Deportivo Alavés en esta temporada es la de la faceta realizadora. El equipo vitoriano no suele distinguirse por la facilidad para ver puerta, y la solidez defensiva a la hora de candar la portería de Sivera suele dar los resultados positivos al grupo.
Las dos últimas temporadas desde el retorno a la élite el Alavés ha sido el quinto equipo menos goleador de la categoría. La pasada campaña 2024-25, tan solo Valladolid, Getafe, Real Sociedad y Mallorca registraron peores números de cara a puerta que un Alavés que logró 38 goles en las 38 jornadas de Liga.
Kike García fue todo un referente arriba durante toda la campaña con sus 13 goles que reflejaron un amplio 34% del total del Alavés. El futbolista conquense fue una pieza fundamental en la consecución del objetivo de la permanencia. Boyé llega con el objetivo de conseguir una cantidad similar o, al menos, acercarse a los números de un Kike que dejó huella durante su etapa en Mendizorroza.
No obstante, el delantero argentino destaca sobre el terreno de juego mucho más allá de sus cifras goleadoras. Esto no quiere decir que sea un delantero con el punto de mira desviado y los números le avalan: cuatro temporadas en Primera División en las que ha anotado entre seis y ocho goles por campaña.
Además, el punta de Santa Fe recala en el Alavés tras firmar una gran temporada en la categoría de plata con el Granada, donde anotó 10 goles y repartió cinco asistencias en 33 partidos.
Sus cifras goleadoras tan solo son un extra a todo lo que aporta Boyé sobre el césped. El canterano de River destaca por su físico y cuerpeo con el rival. Su calidad con el balón, juego de espaldas y gran envergadura le hacen generar buenas ocasiones de ventaja para su equipo.
La incorporación de Boyé hace que el Alavés gane a un jugador con un mayor juego combinativo en el área rival. A diferencia de Toni o Mariano, el argentino se asocia mejor con los compañeros y aguanta el balón en posiciones de ataque.
De hecho, otra de las virtudes de Boyé es la presión en campo rival desde primera línea. La temporada pasada fue uno de los mayores recuperadores de balón en campo rival de toda la Segunda División.
Posible cambio de sistema
Tras la llegada de Boyé, Coudet tiene la puerta abierta a un posible cambio de esquema en el que tendría que encajar todas las piezas de las que dispone en la plantilla actual. El técnico albiazul, que siempre se ha caracterizado por una formación de 4-2-3-1, tiene ahora en la delantera a tres jugadores de diferentes perfiles que podrían complementarse entre ellos.
Toni o Mariano podrían acompañar a Boyé en la punta de ataque alavesista, hecho que le haría a Coudet pasar a un sistema 4-4-2 en el que la mediapunta que suele ocupar Guridi sería la posición sacrificada.
El futbolista de Azpeitia lleva años cuajando buenas actuaciones en esa segunda línea de ataque y su polivalencia hacen que sea un jugador ampliamente útil para Coudet, aunque como quedó claro en La Cartuja sigue reñido con el gol.
Sin embargo, con la idea de juego del técnico argentino y ante la hipótesis de un doble delantero –hecho que ya se vio con Mariano y Villalibre durante la pretemporada–, la participación de Guridi podría verse afectada.
Pase lo que pase, las nuevas incorporaciones como la de Boyé son de gran utilidad para dotar al Alavés de nuevas alternativas y una mayor polivalencia con la que ya cuenta en varias zonas del terreno de juego.