La visita a San Mamés no tuvo final feliz para el Deportivo Alavés. Los albiazules, con un juego muy pobre, aguantaron las tablas en la primera mitad; pero no supieron cómo responder al paso adelante del Athletic tras el descanso, cediendo el derbi por medio de un gol en propia de Manu Sánchez (1-0). Esta derrota, con la victoria del Leganés, deja los puestos de descenso a solo un punto de distancia a falta de tres jornadas por jugarse.

El Chacho sorprendió con las novedades en el once para afrontar el derbi. Aunque manifestó en la previa que no pensaba en rotaciones, finalmente Nahuel Tenaglia y Kike García, dos titularísimos, iniciaron el choque en el banquillo. En su lugar, fueron Moussa Diarra y Toni Martínez los elegidos, moviendo a Santi Mouriño al lateral derecho. El resto repitieron después de haber sido de la partida hace una semana contra el Atlético

La tarde en San Mamés comenzó con susto para la afición rojiblanca. En un saque de banda sin peligro aparente, Ander Guevara se encontró un balón suelto en el área pequeña y, aun forzado, exigió a Unai Simón para evitar el 0-1. Algo que, eso sí, no evitó que el Athletic impusiera su juego: los locales llevaron la iniciativa y, presionando alto e intenso, dificultaron la salida del Alavés, pero sin inquietar la meta de Antonio Sivera. 

Visto ese escenario, uno de los aciertos del conjunto albiazul fue cambiar el ritmo del partido, quitando protagonismo al balón y dándoselo a los duelos, sobre todo por alto. Ahí, la mayoría de miradas apuntaron al exbabazorro Maroan. Este se peleó de manera constante con Diarra y el resto de defensores del Glorioso. Además, simuló un penalti que, acertadamente, no señaló Munuera Montero. No hizo falta la intervención del VAR.

Ordenado, seguro y bastante cómodo atrás, sin necesidad de las apariciones de Sivera, el Alavés solo echó en falta mayor proyección ofensiva. Simón, salvo en la acción del arranque, sufrió lo mismo que el portero albiazul. Culpa de ello fue que los de Coudet no encontraron profundidad por las alas. Carlos Vicente no tuvo oportunidad de correr y Carles Aleñá apenas apareció en las transiciones. Ambos siempre con un rival encima.

Y poco más de sí dio la primera mitad, espesa debido a la falta de dinamismo y las muchas interrupciones. Ahora bien, el empate a cero en el marcador parecía beneficiar al Glorioso, pues, tarde o temprano, el Athletic tendría que bajar por el escaso descanso desde su último partido, el del jueves en Old Trafford. El dato de goles esperados, 0,13 en los locales y 0,29 en los visitantes es muestra del atractivo del derbi hasta el intermedio. 

SIN CAPACIDAD DE RESPUESTA

Ya en la reanudación, el Alavés dio un paso adelante a nivel posicional, plantando todas sus líneas más cerca de la portería de Simón. La intención, sin embargo, estuvo cerca de salirle mal al Chacho: en un córner fruto de un error de Guevara, Yeray envió la pelota al palo. Una acción a la que los albiazules respondieron con un testarazo desviado de Toni, con poca incidencia hasta ese momento. Había que buscar más al murciano.

El ímpetu inicial de los babazorros se vio frenado por esa ocasión rojiblanca y también por los primeros cambios de Ernesto Valverde. A Coudet, como siempre, le costó bastante más mover el banquillo. Y eso que el acoso local fue creciendo por momentos. Tanto que, superado el minuto 70 del encuentro, el Athletic tomó ventaja gracias a un gol en propia de Manu Sánchez, en una acción con múltiples errores defensivos (1-0). 

Fue entonces cuando el Chacho dio entrada al césped a Tenaglia y Asier Villalibre inicialmente, en lugar del propio Manu y de Toni. Y a Carlos Martín (Antonio Blanco), Pau Cabanes (Guridi) y Carlos Protesoni (Aleña) más tarde. Los revulsivos, no obstante, apenas tuvieron incidencia en el partido y, si alguien estuvo cerca de marcar, fue el cuadro de Valverde. Sivera evitó el 2-0 con una gran parada a Maroan. La segunda mitad del Glorioso fue muy pobre.