En el mercado de invierno, Marta Sanadri regresó al Alavés, la que fue su casa durante cinco campañas, con el objetivo de volver a triunfar vestida de albiazul. La delantera guipuzcoana ya ha demostrado estar perfectamente adaptada al equipo y su doblete del fin de semana anterior en Barcelona sirvió para remontar el encuentro y así seguir soñando con ese primer puesto en poder del Alhama que está a tan solo dos puntos.
Ha vuelto desde hace semanas a Vitoria, la que ya podría decirse que es como su segunda casa. ¿Cómo está viviendo su regreso?
La verdad es que estoy feliz. Al final, llevaba ya bastante tiempo sin pasar por Vitoria y echaba de menos el ambiente del club y la ciudad. En ese sentido estoy muy contenta, porque me han dado la confianza para que pueda ayudar al equipo en su objetivo y yo voy a intentar aportar mi granito de arena para conseguirlo. Como siempre, daré el máximo.
¿Cómo ha sido su anterior experiencia en el Athletic?
Todo en la vida es un aprendizaje, ya sea una vivencia buena o negativa, porque al final siempre sacas cosas positivas. En especial, me ha servido para aprender del día a día y de afrontar todo lo que suceda, lo que puedes y no puedes controlar. Ahora espero que toda esa experiencia me sirva para dar mi mejor versión en el Alavés.
En su primera etapa como albiazul fue la máxima goleadora de la Segunda División. ¿Le trae eso buenos recuerdos?
La verdad es que eso ya queda un poco lejos y ahora tengo que volver a dar un golpe sobre la mesa para revivir, por así decirlo, y volver a ser la Marta que fui aquel día.
Durante estos dos años y medio lejos de Vitoria, ¿ha seguido la trayectoria del Alavés?
Siempre he estado pendiente porque muchas amigas han continuado aquí en el Alavés y me he ido enterando de los resultados. Al fin y al cabo, este club ha estado y está en mi vida y le tengo mucho cariño. Cada vez que ganaba el equipo, yo era feliz. Es un club que tengo en mi corazón.
“En los primeros partidos no me sentí muy cómoda, pero debo tener paciencia e ir ganando poco a poco confianza en mí misma”
En su regreso se ha reencontrado con varias jugadoras con las que ya jugó en su primera etapa como Alba, Gaste, Carrillo, Elene…
Gracias a ellas, mi aclimatación ha sido más sencilla, ya que el jugar con compañeras con las que ya he compartido vestuario hace unas temporadas ha ayudado en que mi aclimatación haya sido más rápida. Con amigas como ellas, todo es mucho más fácil.
¿Cómo le han visto sus compañeras? Porque el tiempo pasa para todos…
No he querido preguntarles (risas). Todas hemos ido creciendo, pero eso sí el buen rollo continúa entre nosotras. En cierta manera, es como si nada hubiera cambiado.
¿Cuáles son las diferencias entre la Marta de su primera etapa como albiazul con la actual?
Mis primeros años aquí fueron mi etapa de crecimiento como futbolista y me pude hacer profesional gracias al club. Yo siempre he sido la misma, pero por las experiencias que vas teniendo, vas cogiendo más o menos confianza en ti misma, dependiendo del momento. Por otro lado, ese proceso en el aspecto mental a veces se tambalea, pero hay que ser fuerte para salir reforzada.
¿Qué impresión le ha causado Andrea Esteban?
Muy buena la verdad. Andrea es una entrenadora que tiene las ideas claras, sabe transmitir lo que necesita el equipo y nos trata a todas por igual y eso lo valoro mucho en una entrenadora.
Es la primera vez en su carrera que cambia de equipo en mitad de temporada. ¿Cómo lo ha vivido?
Lo cierto es que muy bien. Al haber estado aquí cinco años en mi anterior etapa, eso ha facilitado mi adaptación, ya que conocía a varias jugadoras y gente del club. Aunque haya llegado a mitad de temporada, se me ha ayudado en todo y estoy muy contenta de estar aquí.
Nada más llegar y a los pocos días, fue titular y doblete en Barcelona. Más no se puede pedir, ¿no?
Necesitaba un partido así para coger confianza. Admito que en los dos primeros encuentros no me sentí muy cómoda, pero debo tener paciencia e ir ganando poco a poco confianza en mí misma. Al final, vengo de donde vengo y creo que necesitaba ese puntito. Ahora toca seguir y trabajar para afrontar estos siete encuentros que quedan de la mejor forma posible, y así poder terminar por todo lo alto.
El equipo tuvo un pequeño bache mientras usted estaba aterrizando. ¿Fue muy duro?
En ese sentido fue complicado porque llegué, jugué y casualidad que el equipo perdió. Entonces, quieras o no, le das vueltas a la cabeza. Pero no hay que martirizarse, ya que al final todos los equipos tienen sus bajones en una temporada. Es más, a veces viene bien vivirlos para luego salir reforzadas, y así ha sido este caso, porque lo que no te mata te hace más fuerte
El bache ya ha quedado atrás y al equipo se le ve fuerte otra vez...
En el partido ante el Barcelona B ya se notó en nuestra actitud. Al final, fuimos capaces de darle la vuelta al marcador gracias a nuestro carácter. Después del descanso se vio cómo fuimos a por la victoria para traernos, sí o sí, los tres puntos.
“Lo más característico de este equipo es que tiene que seguir en la línea de sufrir, luchar, no bajar los brazos y pelear por cada balón”
El Alhama está a sólo dos puntos. ¿Confían en desbancarle?
Al final, las segundas vueltas de las temporadas siempre son más difíciles porque los equipos ya te conocen más y eso hace todo más complicado. Nosotras también conocemos a las rivales a las que nos vamos a enfrentar, pero ya empieza a quedar poco y cada vez se empieza a ver más cerca el final de la temporada y los partidos adquieren más importancia y tensión.
¿Qué tipo de partido esperan este fin de semana ante el Logroño?
Es uno de los encuentros más duros que nos quedan por delante ante un rival que es tercer clasificado. Es una jornada clave en la que estando en casa tenemos que hacernos fuertes para dar un golpe sobre la mesa. Nosotras nos tenemos que fijar en nosotras mismas como equipo porque, si ganamos, estaremos más cerca de optar a esa primera posición.
¿Suelen mirar el calendario de reojo o es mejor ir día a día?
Algo sí que lo miras, pero realmente y aunque suene a tópico vamos partido a partido y con las cosas claras. Si te fijas en lo que podría suceder más adelante, te pueden entrar los fantasmas y el miedo, y no das todo lo que tienes. Entonces, si te focalizas en el encuentro que afrontas cada fin de semana, las cosas salen más fáciles.
¿Es supersticiosa? Ya ha vivido un ascenso como albiazul...
Prefiero no pensar mucho en eso (risas). Yo vengo a ayudar a que el equipo en su conjunto dé el 100% y voy a estar ahí para luchar cada balón. En el fútbol siempre se pasa por diferentes fases, a veces estás arriba y otras abajo, y en estos momentos he tenido la oportunidad de volver al Alavés y les agradezco la confianza.
Sea sincera, ¿sueño con otro ascenso a la élite?
Obviamente sí, y por eso estoy aquí, pero es un camino largo y duro de recorrer y lo más característico de este equipo es que tiene que seguir en la línea que ha estado en cuanto actitud y no bajar los brazos. Aún quedan por delante varios encuentros y tenemos que seguir en la misma línea de sufrir, luchar y pelear por cada balón.
Nada más llegar le enseñaron una foto suya como albiazul de su primer año. ¿Ha pasado el tiempo?
Para mí ha sido un cambio drástico. Todas me han dicho que parecía un bebé en esas fotos y sí pude comprobar cómo va pasando el tiempo.
¿Se volvería a ver vistiendo la camiseta del Alavés en Primera?
Sí, podría ser. Ya lo he hecho y por qué no volver a hacerlo. No me gusta hablar de estar en Primera antes de tiempo porque siempre da mal fario y luego te puedes dar el golpe. Es mejor ir día a día y trabajar. Mejor estar calladita e ir a lo nuestro y con trabajo todo llegará.