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Historias de Emilio Quílez

Aquella Copa de la Real Federación Española de Fútbol de 1946

El Deportivo Alavés se impuso a la SD Sueca valenciana por 3-2 en el Stadium Metropolitano

Aquella Copa de la Real Federación Española de Fútbol de 1946Archivo de Emilio Quílez

Lejos quedaban, a comienzos de la temporada 1945-46, los grandes triunfos del Deportivo Alavés de sus inicios que le llevaron a ser conocido como “El Glorioso”. En junio de 1927 los albiazules habían logrado el ascenso a la Serie “A” de Vizcaya tras superar, a doble partido (4-2), al conjunto vizcaíno de la SD Erandio Club. El 2 de febrero de 1928, en San Mamés, al derrotar en el encuentro de desempate al Barakaldo FC (5-1), los de Mendizorroza alcanzaban el subcampeonato de Vizcaya y el derecho a participar, por primera vez, en el Campeonato de España (Copa del Rey). 

El estreno de los alavesistas entre los grandes del fútbol estatal –aún no se habían oficializado los diversos Campeonatos de Liga en sus respectivas categorías– fue espectacular y ante la admiración general del mundo futbolístico el Deportivo Alavés se plantó en las semifinales del Torneo. El 13 de mayo de 1928 en Mendizorroza, el FC Barcelona apeaba (0-5) del sueño copero a los alaveses, refrendado el resultado de la ida (3-0) obtenido en el Estadio de Les Corts catalán ante 33.000 espectadores siete días antes.

Campaña “gloriosa” (1929-30)

La campaña 1929-30 se convirtió en una de las más “gloriosas” de la historia de “El Glorioso”. Los dirigidos desde el banquillo por Francisco Baonza se proclamaron campeones de la Serie “A” de Vizcaya el 24 de noviembre de 1929 –por delante del Athletic Club que esa temporada conquistó los Campeonatos de Liga de Primera División y el de España– al derrotar en Vitoria al Barakaldo FC (2-1); asimismo lograron el ascenso a la máxima categoría de nuestro fútbol al vencer al Real Betis Balompié (2-0) en el campo del Paseo de Cervantes el 30 de marzo de 1930 y llegaron hasta los cuartos de final de la competición del KO en la que fueron apeados por el FC Barcelona por un global de 3-5.

El 22 de abril de 1928 debutaba con la selección absoluta de España el albiazul Roberto Echevarría Arruti; el 30 de mayo de ese mismo año lo hacía Jacinto Fernández de Quincoces López de Arbina y dos días más tarde, 1 de junio, era el turno para Antero González de Audicana Inchaurraga. El 1 de enero de 1930 vestía la zamarra del equipo nacional Ciriaco Errasti Suinaga y el 14 de junio le tocaba la vez a Manuel Olivares Lapeña que se convertía en el quinto alavesista en ser internacional con España. Ese 14 de junio de 1930, por primera y única vez, tres futbolistas del Deportivo Alavés se alineaban en el once titular español, Ciriaco, Quincoces y Olivares, frente a Checoslovaquia (2-0) en el antiguo Estadio Letná de Praga. ¡El equipo alavés aún no se había hecho estrenado en la Liga de Primera División!

Los futbolistas albiazules, en su regreso a Vitoria en autobús y camino del Ayuntamiento

Pero a la hinchada alavesista también le había tocado sufrir malos momentos y vivir el primer descenso de su escuadra a Segunda –26 de marzo de 1933–; a la negativa de su Junta Directiva –29 de noviembre de 1934– a seguir participando en el segundo campeonato estatal y a no poder disfrutar de su equipo, en competición oficial, hasta el 23 de febrero de 1936 en un torneo menor denominado Campeonato Amateur de Guipúzcoa.

Semifinalista copero en 1939

En el periodo bélico que enfrentó y ensangrentó a los habitantes de nuestro país, julio de 1936-abril de 1939, los de Mendizorroza obtuvieron la Copa Brigadas de Navarra al ganar en la final al Oriamendi Sport Club de Barakaldo (2-1), en el pamplonica Campo de San Juan, el 26 de junio de 1938. Al finalizar la Guerra Civil el Deportivo Alavés alcanzó de nuevo las semifinales del Campeonato de España en junio de 1939 –con la inmensa mayoría de sus futbolistas a “préstamo” por otros clubes– frente al Sevilla FC. Los andaluces, a doble partido, habían privado al Deportivo Alavés de llegar a la final con un 6-5 en el Campo de Nervión el 11 de junio y un empate (1-1) en Mendizorroza una semana después.

En la primera mitad de los años cuarenta del siglo XX la escuadra alavesa firmaba un descenso a Tercera División –tras la temporada 1939-40–, un ascenso a Segunda el 16 de marzo de 1941 al vencer al Club Langreano asturiano (3-1) en Mendizorroza y una nueva caída a la categoría de bronce del fútbol nacional al finalizar último clasificado en una Fase de Permanencia, en la que también participaban los conjuntos de la UD Salamanca y Barakaldo CF, al término de la campaña 1942-43.

El domingo 16 de septiembre de 1945 los albiazules disputan su primer partido oficial de la temporada 1945-46 y lo hacen en el guechotarra Campo de Ibaiondo enfrentándose a la SD Indauchu de Bilbao. Los bilbaínos, que se van al descanso con un claro 2-0, vencen al final del tiempo reglamentario a los entrenados por Chomin Rey por un cómodo 3-1. El encuentro se corresponde con la primera jornada del Campeonato de Liga de Tercera División en su Grupo III. Tras las 18 jornadas preceptivas –10 equipos integran la competición– el Deportivo Alavés queda clasificado en la quinta posición, por detrás del Arenas Club de Guecho, Club Sestao, Club Barakaldo Altos Hornos y SD Indauchu, no pudiendo clasificarse para la denominada Fase Intermedia que daba paso a una promoción de ascenso a Segunda.

De esta manera el equipo de Mendizorroza se ve “obligado” a participar en la denominada Copa de la Real Federación Española de Fútbol, competición en la que ya había participado la temporada anterior cayendo en cuartos de final por un global de 2-4 frente al CD Logroñés en el mes de abril de 1945.

Copa Federación Española 1946

En la edición de 1946 esta Copa Federación está dividida en dos fases. Una primera formada por 14 grupos –el primero integrado por conjuntos gallegos cuenta con dos subgrupos– ubicados por proximidad geográfica. El Deportivo Alavés es encuadrado en el Grupo III junto a los vizcaínos de la Cultural de Durango, los burgaleses del CD Mirandés y Gimnástica Burgalesa y los cántabros del Santoña CF y SD Rayo Cantabria. Tanto Cultural de Durango como Rayo Cantabria proceden de sus respectivos campeonatos regionales y los otros cuatro equipos han disputado la Liga de Tercera División.

Para la Fase Final o Nacional –eliminatorias directas en doble enfrentamiento a partir de Dieciseisavos– se clasifican dos equipos y el Deportivo Alavés lo hace como campeón de grupo con ocho victorias: Mirandés (0-2), Santoña (3-0) y (1-2), Cultural de Durango (2-4) y (3-2), Rayo Cantabria (4-2) y (1-3) y Gimnástica Burgalesa (6-4); una derrota: Mirandés (1-3); y un empate: Gimnástica Burgalesa (2-2) en su terreno de juego de Zatorre (Burgos). Reseñar que en el partido frente a este último equipo en Mendizorroza –14 de abril de 1946– que cerraba esta primera fase, contempla el debut en el marcador de nuestro campo Municipal del recordado y querido Donato Díaz Villaluenga, “Donato el del marcador”.

El cruce en la eliminatoria de dieciseisavos de final acerca a Mendizorroza a los navarros del CD Baztán de Elizondo –subcampeones del Grupo IV tras el Club Atlético Osasuna– que son derrotados claramente (4-0) el 21 de abril. Una semana más tarde los albiazules vuelven a vencer (2-4) en el denominado campo de Giltxaurdi en la localidad de Lecaroz. Este encuentro de vuelta tiene situaciones dignas de destacar. La expedición alavesista viaja en varios taxis y equivocándose en el recorrido llega a la población navarra seis horas más tarde de su partida desde el número 20 de la gasteiztarra calle Dato. Con 0-1 y 1-2 en el marcador se pitan sendos penaltis contra el Deportivo Alavés, atajando ambos el portero vitoriano Jesús Salazar “Fachadas”. Por último, el balón con el que se disputa el partido se desinfla parcialmente en el minuto 70 y como no había otro de recambio se acaba el “match” con el pinchado. 

Octavos de final

En octavos hay que verse de nuevo las caras con la Cultural de Durango, había compartido grupo con los de Mendizorroza en la fase inicial, y el 5 de mayo los albiazules vencen en el San Fausto durangués por 0-2 con goles de Francisco Méndez y Félix Villaverde. En Vitoria los de Chomin Rey ratifican su pase a cuartos con un apretado empate (1-1) el domingo siguiente.  

El siguiente rival es el Atlético Club de Zaragoza –con el posterior jugador del Deportivo Alavés Julio Remacha en sus filas– que cae derrotado (1-2) en el mítico Campo de Torrero de la capital aragonesa. En el terreno de juego del Paseo de Cervantes los alaveses se imponen por un contundente 5-0, con el donostiarra Antonio Corral autor estelar de un “hat-trick”, clasificándose para Semifinales.

Jesús Salazar "Fachadas", el portero.

En la ronda que precede a la Final la Sociedad Gimnástica Lucense –club constituido en agosto de 1943 y disuelto en julio de 1952– es el último escollo para los albiazules. El domingo 2 de junio en el campo Os Miñóns el Deportivo Alavés logra un sufrido empate (3-3). Queda rematar la faena en el “txoko” gasteiztarra siete días más tarde y los goles de José Luis Sarasqueta, de penalti, Antonio Corral y Francisco Méndez dejan sin argumentos a los gallegos. ¡La final de la Copa Federación está servida!

Y en aquella Vitoria de 1946 –más fría y gris que nunca, acomodada a la dictadura del general Franco y en pleno esplendor como “ciudad de curas y militares”– la llegada a una final por parte de “El Glorioso” es acogida con una indisimulada euforia. ¡Sí, es una competición inferior de poco brillo! ¡Pero al fin y al cabo es una finalísima a nivel estatal! ¡La primera que jugaba el Deportivo Alavés en toda su historia en ese sentido!

Final en el Estadio Metropolitano

En un primer momento se señala el domingo 16 de junio como el día para la celebración del partido en el antiguo Estadio Metropolitano de Madrid, pero al disputarse en la misma fecha el encuentro de vuelta de las Semifinales del Campeonato de España de Aficionados –entre la AD Ferroviaria madrileña y los vizcaínos del Club Erandio– se traslada definitivamente esta final al jueves 20 de junio, festividad del Corpus Christi. 

El rival de los albiazules es el conjunto valenciano de la SD Sueca, campeón del Grupo VIII, y que exento en la primera eliminatoria ha ido dejando atrás posteriormente a sus coterráneos de la UD Carcaixent, a los catalanes del CD Granollers y al Imperial CF murciano. Los valencianos cuentan en sus filas, como gran figura, con“Tonico” Puchades que en 1950 con la selección de España logrará el cuarto puesto en el Mundial de Fútbol de Brasil y será incluido en el once del Campeonato. La SD Sueca también presenta en su once titular a José Solves (Valencia), Salvador Estruch (Alcoyano, Atlético de Madrid y CD Málaga) y Juan Ibáñez (Valencia) que conocerán más tarde el brillo de jugar en Primera División.

Francisco Méndez, el autor de los tres goles albiazules en la final, con la camiseta del Real Sporting de Gijón.

Chomin Rey presenta el siguiente equipo ese jueves 20 de junio de 1946: Jesús Salazar; Fede Anda, Corta I; Galaz, Sarasqueta, Juanito; Mejino, Méndez, Corral, Félix Villaverde y Leoz, un 1-2-3-5 de la época. El encuentro es arbitrado por el colegiado castellano Ramón Melcón, una de las figuras del arbitraje nacional en aquellas fechas, y que más tarde llegará a ser seleccionador de España, entre otros muchos cargos federativos, y un reputado periodista deportivo.

“Hat-trick” de Francisco Méndez

Al descanso los albiazules se van con ventaja en el marcador, Méndez a los 41 minutos había logrado el 1-0, pero cuando se llevan consumidos 20 del segundo tiempo el medio ala izquierda Solves consigue el gol del empate (1-1). Es el resultado que campea en el marcador del viejo Metropolitano cuando se sobrepasa el minuto 90. ¡Hay que jugar una prórroga de 30 minutos divida en dos tiempos de 15! 

El tiempo de añadido lo relata el diario deportivo “Marca” de Madrid: “A los dos minutos Méndez llevaba de nuevo la pelota a la red del Sueca y tres minutos después, el mismo jugador, lograba el tercer tanto con el que parecía asegurado el triunfo alavés”. Pero los valencianos no se dan por perdidos y “a los dos minutos de la segunda parte de la prórroga de nuevo Solves, a la salida de un saque de esquina y tras un buen remate de cabeza, acortaba distancias. Y ya no hubo más, la acertada defensa del Alavés detenía los pocos profundos avances contrarios llegándose al final con el resultado de 3-2 favorable al conjunto vasco”.

Los jugadores albiazules, aclamados por los aficionados en su recibimiento.

El vitoriano Fede Anda, tras el partido y como capitán, recibe el trofeo de manos del directivo de la RFEF Leopoldo García Durán. Dos días más tarde, sábado 22 de junio, el equipo albiazul regresa a Vitoria por vía férrea y es aclamado por sus incondicionales y recibido, minutos más tarde de pisar suelo gasteiztarra, por el alcalde de la ciudad Luis Saracho Momeñe en la Casa Municipal sita en la Plaza Nueva. Los jugadores, a requerimiento de los aficionados, tienen que salir a saludar desde uno de los balcones del Ayuntamiento.