El duelo directo entre el Deportivo Alavés y el Leganés supone la vuelta a Mendizorroza de varias caras conocidas. Una de ellas es la de Darko Brasanac, albiazul en la temporada 2018-19, y con él ha hablado este periódico no solo para analizar el partido de este sábado, que “no es una final”, sino también para recordar su etapa en Vitoria-Gasteiz. Aquella plantilla, con Abelardo Fernández en el banquillo, estuvo muy cerca de devolver al club babazorro a Europa

¿Cómo llega el Leganés al encuentro de este sábado?

Bien, bien. Creo que nuestros últimos partidos han sido buenos, incluida la derrota del otro día contra el Real Madrid, y veo al equipo enchufado tanto física como mentalmente. Tenemos ganas de que llegue ya el sábado y de volver a competir, va a ser una cita muy importante para ambos.

Es un duelo relevante, como dice; pero ¿demasiado pronto para definirlo como una final, no?

Está claro. Ganar este partido no va a significar que uno de los dos se salve ni que el otro baje, así que no puede ser una final. Es cierto que cada punto cuenta para equipos como el Leganés o el Alavés, sobre todo cuando se juega contra rivales directos, pero quedan muchas jornadas por delante.

Mendizorroza, eso sí, un bastión complicado de asaltar.

Pues sí, muy difícil, aunque con Osasuna ganamos siempre que fuimos (sonríe). Aun siendo un campo que aprieta mucho, favorable para el local de principio a fin, sé por experiencia que se puede ganar allí. Tendremos que competir y hacer muchas cosas bien para ello, eso sí. 

Les está yendo bien en este regreso a Primera, de momento.

Las dos últimas victorias, contra el Celta y el Sevilla, han sido un antes y un después. No solo por los puntos, sino por cómo jugamos. Mantener la portería a cero frente a rivales tan fuertes nos ha dado confianza y también nos ha servido para darnos cuenta de lo que podemos hacer para ser un equipo incómodo. Tenemos que darle continuidad a eso, partiendo desde una buena defensa, con robos altos, y siendo rápidos en ataque.

¿En qué aspectos piensa que tiene este Leganés margen de mejora?

En muchos, si no estaríamos más arriba en la tabla. Por ejemplo, creo que hemos encajado bastantes goles evitables, tanto por falta de concentración como de intensidad. Debemos ser conscientes de que, en una liga tan igualada como esta, cualquier relajación se penaliza. Esta temporada hay una competencia brutal, no se ha descolgado nadie. 

Brasanac, durante su etapa en el Alavés. David Aguilar

Y, en lo personal, ¿cómo se está viendo?

Genial, la verdad. Me he sentido muy bien desde el primer momento de la pretemporada, trabajando sin problema todos los días. Empecé jugando, luego un poco menos y ahora otra vez bastante, así que contento. Me gusta cómo estamos compitiendo y, cuando juego, lo disfruto más. 

Aunque ya conocía el club, ¿fue dura la adaptación al Leganés después de tantos años en Osasuna?

Sí, fue complicada, sobre todo a nivel personal. Me costó mucho decirle a mi hijo que nos íbamos a ir de Pamplona, pues ya tenía allí su grupo de amigos, conocía bien el colegio y estaba muy cómodo en general. Pero el fútbol es así: a veces hay que arriesgar, incluso pudiendo haber seguido en Osasuna. Luego, en lo deportivo, también fue exigente adaptarme a la Segunda División. Nunca había jugado en ella y tardé en entender cómo son los partidos, sin olvidar el calendario sin parones y la incertidumbre por jugar o no el play off. 

En Osasuna tuvo varias lesiones importantes, ¿qué es lo que le hizo no tirar la toalla?

Focalizarme en la recuperación, normalizando lo que me había pasado y valorando la evolución de cada día. Yo, sinceramente, no lo he pasado mal con las lesiones. Siempre he tenido claro que, con mucho trabajo, se puede salir bien de ellas. También es cierto que nunca ha sufrido complicaciones, ha habido suerte en ese sentido. 

Ese trabajo, sobre todo tras la rotura de cruzado, ¿fue más físico o mental en su caso?

Lo mental me duró un día, hasta la operación como mucho. A partir de ese momento, no hubo tristeza ni enfado, solo ganas de trabajar. Ayudó, como he dicho, que los avances fueran progresivos durante la recuperación. Primero andar, después quitar una muleta, luego la otra, empezar a correr, tocar de nuevo el balón… Cada etapa quemada motiva a seguir adelante.

¿Cómo está viendo al Alavés esta temporada?

Me está gustando. Empezó muy bien, ahora pasa por un bache, pero es lo normal en alguien que pelea por la salvación, más si se juntan partidos contra el Madrid, Barça y Atlético. Por lo demás, siempre me han atraído los equipos verticales y que ponen muchos centros, como hace el Glorioso.

“Mendizorroza es un campo difícil, pues aprieta mucho, pero estoy convencido de que podemos ganar allí”

¿Qué recuerdo guarda de su paso por Mendizorroza?

Tengo sentimientos encontrados. Me sentí muy bien en el Alavés e hicimos un temporadón, con muchos compañeros en el mejor momento de sus carreras, pero me dolió que se nos escapara el billete a Europa. Hubiera sido algo todavía más bonito de lo que ya fue. 

¿Guarda relación con algún compañero de ese Alavés?

Suelo hablar con alguno, como Jony o Lagu, aunque es con Manu (García) con quien tengo más relación.

Se retiró hace nada, ¿cómo era él en el vestuario?

Hacía que todo fuera más fácil. A mí no tuvo que enseñarme mucho, pues sabía a dónde venía, pero él era quien transmitía al resto lo que es el Alavés y cómo hay que trabajar para encajar. Ayudó, sin duda, a crear el vestuario tan sano que tuvimos. 

¿Qué solía hacer, fuera de lo futbolístico, cuando vivía en Vitoria?

No mucho, si te soy sincero. Ten en cuenta que mi hijo acababa de nacer, después de un embarazo difícil además, y eso nos hizo pasar la mayoría de horas libres en casa. Algún que otro paseo y poco más. 

Por último, después de más de 15 años jugando a fútbol, ¿qué es lo que le motiva en la actualidad?

Seguir compitiendo al máximo nivel. No es fácil mantenerse en la élite y por eso, cada vez que juego un partido, me siento muy feliz y agradecido. Quiero disfrutar de esto el mayor tiempo posible y entreno al máximo cada día con ese objetivo. Luego, en lo colectivo, nunca he estado cerca de un descenso y me gustaría que tampoco lo estuviéramos este año. 

Brasanac, durante su etapa en el Alavés. Área 11