Las conclusiones que se extraen tras la cruel derrota del Deportivo Alavés frente al Atlético de Madrid son claras. La más evidente de ellas es que, una vez más, el conjunto vitoriano sufrió en sus propias carnes una “jugada gris” que cayó a favor del equipo rival.
Algo que se viene repitiendo desde la primera jornada, en Balaídos, cuando el VAR decidió retirar la roja directa a Aspas por una clara agresión a Antonio Blanco, y que, en las últimas jornadas, ha propiciado auténticas injusticias como el penalti del pasado sábado u otros como los del choque ante el Villarreal y el Valladolid.
El propio Luis García denunció –con razón– que el Deportivo Alavés constituye el blanco perfecto para el colectivo arbitral. “En las últimas cuatro jornadas, compitiendo siempre, las actuaciones arbitrales han sido todas en contra en las jugadas grises”, protestó. Pero también explicó en la comparecencia de prensa previa a esta jornada que el equipo debe centrarse en lo que puede “controlar”, pues penaltis como los de los últimos partidos “no se pueden entrenar”.
En este sentido, lo que sí que puede manejar es el impacto de los futbolistas que ingresan en el terreno de juego como revulsivos. En el último partido liguero celebrado en el Metropolitano, ninguno de los cinco jugadores de refresco –Diarra, Toni Martínez, Sedlar, Conechny y Stoichkov– ofreció una actuación que invitase al optimismo.
JARRO DE AGUA FRÍA
De hecho, apenas tres minutos después de la entrada de Diarra y Toni Martínez, quienes reemplazaron a Guridi y Kike García, el Deportivo Alavés sufrió el penalti en contra decretado por García Verdura y respaldado por Figueroa Vázquez en el VAR. Y en el minuto 86, sesenta segundos después de que el técnico albiazul reforzase el equipo con Sedlar y Conechny, el Atlético sentenció con el segundo tanto mediante Sorloth. Un doble mazazo para el grupo.
El Deportivo Alavés viene echando en falta el empuje por parte de la segunda unidad. En concreto, las últimas apariciones de Toni Martínez son más bien discretas, pues no termina de encontrar su espacio en la punta de lanza que lidera con aplomo Kike García. Y eso que su inicio de temporada con el Deportivo Alavés resultó fulgurante con sus goles frente a la Real Sociedad y Las Palmas, –en ambos fue suplente– pero el murciano ha perdido protagonismo en los últimos tiempos.
Toni, discreto
Kike García fue, posiblemente, uno de los futbolistas más destacados durante la hora de juego en el Metropolitano. Aportó intangibles tan valiosos como el juego de espaldas y las tablas en las disputas aéreas. Toni Martínez, por su parte, pasó completamente desapercibido en el feudo madrileño ya que actuó muchos metros alejado de la portería rival y tampoco brindó pausa con el balón.
El Alavés perdió equilibrio en la medular tras la marcha de Guridi. La defensa sumó un hombre más para la causa con Diarra, pero ello no impidió el segundo tanto colchonero. De hecho, Sorloth, con su desmarque, superó al defensa maliense con suma facilidad y batió a Sivera a la postre con virulencia.
Ahora bien, el extremo izquierdo constituye un auténtico quebradero de cabeza. Ninguno entre Abde, Conechny y Carlos Martín logra el rol de indiscutible que sí que atesora Carlos Vicente en el carril opuesto. Mientras que el atacante cedido por el Atlético de Madrid apenas generó peligro, lo mismo hizo el argentino durante los diez minutos en los que estuvo sobre el verde, a quien le está costando de lo lindo adaptarse al fútbol europeo.
En lo que a los revulsivos se refiere, cabe recordar que contra el Villarreal también se dio una situación similar a la vivida frente al Atlético de Madrid en el segundo tiempo. En aquel encuentro, el Deportivo Alavés trató de igualar el 1-0, pero entre las controvertidas decisiones arbitrales –con el penalti que amplió la renta de los levantinos– y la escasa aportación por parte de la segunda unidad, el conjunto vitoriano terminó encajando una derrota por 3-0.
En definitiva, la realidad es que el Glorioso sigue echando en falta la aportación de su banquillo. Si bien los once titulares por los que apuesta Luis García cumplen con solvencia su cometido, la entrada de los futbolistas de refresco mediada la segunda mitad no termina de insuflar oxígeno en las filas vitorianas. Tras la derrota frente al Atlético de Madrid ahora llega un choque de vital trascendencia ante el Leganés el próximo sábado en Mendizorroza.