El Deportivo Alavés está cerca de conseguir su objetivo, que no es otro que la permanencia en la élite, pero necesita rematar el trabajo, y su cita de este domingo (14.000 horas) es una ocasión idónea para ir avanzándolo. Una victoria ante el Rayo Vallecano, quien visita Mendizorroza dispuesto a revertir su mala dinámica, supondría superar la barrera de los 30 puntos y mantener distancias con el descenso, ahora a siete tras la sorpresa del Cádiz.
Para ello, eso sí, los babazorros deben recuperar su mejor versión ofensiva. Esa que se vio, por ejemplo, frente al Villarreal y que, en cambio, se ha echado en falta tanto en el duelo con Osasuna como contra el Mallorca. Ante navarros y baleares, sobre todo los segundos, el Glorioso se mostró demasiado errático y predecible en sus transiciones, además de que, cuando llegó a la portería rival, tampoco tuvo el acierto suficiente o necesario.
Vencer a los rayistas, asimismo, no solo acabaría con la mala racha del Alavés, que acumula cinco jornadas sin saborear el dulzor de la victoria, sino también con la del Paseo de Cervantes. Los albiazules solo han ganado uno (Cádiz) de sus últimos seis partidos en casa y, visto el calendario, no les vendría nada mal volver a convertir Mendizorroza en un fortín para acabar la Liga lo más lejos posible de la zona roja, lo cual influye económicamente.
Los babazorros, de todas formas, cuentan con una importante baza a su favor, y es su rendimiento en los duelos directos. Si bien la escuadra de Luis García Plaza se ha caracterizado por competir en cualquier escenario, resulta evidente que sus resultados frente a rivales que también luchan por la salvación le han permitido marcar distancias con los mismos. Tanto el Cádiz como el Granada y el Almería sucumbieron en Vitoria-Gasteiz.
Respecto a la convocatoria del Alavés, lo más llamativo es que la plantilla al completo está disponible, tal y como avanzó el propio técnico albiazul en su comparecencia de este sábado. Nadie ha sufrido imprevistos durante la semana y Rubén Duarte, ausente en el derbi contra Osasuna, ya se ha recuperado. Por cierto, si el almeriense participa ante el Rayo, igualará a Víctor Laguardia como el segundo futbolista con más partidos en Primera como albiazul.
Novedades en el once inicial, en la línea de lo anterior, no se esperan demasiadas. Luis García se ha caracterizado por confiar y dar continuidad a sus primeras espadas, sobre todo cuando está satisfecho con su rendimiento, como es el caso. Las dos únicas modificaciones probables son la entrada de Antonio Blanco, en el pivote junto a Ander Guevara, en detrimento de Carlos Benavídez, buscando así mayor y mejor dominio con el balón, y de Carlos Vicente, aprovechando el flojo momento de Álex Sola.
El Rayo, por su parte, visita Mendizorroza necesitado de resultados, pero también de sensaciones. Los franjirrojos no ganan en Liga desde principios de enero, cuando visitaron al Getafe, y el cambio en el banquillo no ha surtido aún el efecto deseado. Sea como fuere, la confianza en Íñigo Pérez, reemplazo de Francisco Rodríguez, es plena y una buena racha debería ser suficiente para dejar atrás el descenso, ahora a cuatro puntos de distancia.
El preparador navarro, cabe mencionar, tampoco cuenta con ausencias en su expedición y, en principio, mantendrá la mayor parte del once mostrado en el reciente duelo frente al Cádiz. La principal duda puede estar en la sala de creación, donde Unai López ha perdido protagonismo en favor de Miguel Crespo. Pese a que todo apunta a la continuidad del mediocentro francés, no sería descabellada la titularidad del futbolista vasco ahí.
PRECEDENTES
Sobre los precedentes, lo más reseñable es que, en la primera vuelta, el Rayo superó al Alavés por 2-0 en Vallecas, con goles de Isi Palazón, en un penalti mal señalado a Sola, y Jorge De Frutos. Ambas escuadras se han visto las caras en múltiples ocasiones, tanto en Primera y Segunda como en cuartos de la UEFA Cup, y el balance en Mendizorroza es de once triunfos, cuatro empates y cinco derrotas para el club gasteiztarra.
