Pese al sabor agridulce provocado por el empate del Mallorca en los últimos compases, Luis García reconoció que el el de anoche fue un partido “igualado” y que el punto es un botín válido para su equipo. “Es un equipo muy físico y en eso son mejores que nosotros, hemos sufrido en los duelos. Hemos intentado todo, en la primera parte no hemos estado tan finos con el balón, pero en cualquier momento el Mallorca tiene mucho gol”, analizó el técnico albiazul.

Según Luis García, la mayor dificultad que tuvo su equipo fue “no poder librarse de la asfixiante presión del Mallorca”. “Nos han apretado muy bien. Es un equipo muy bueno, por eso le doy mucho mérito a lo que hace el Alavés cada semana”, recalcó.

Al ser preguntado por su expulsión, Luis García explicó el desarrollo de los acontecimientos al detalle. “La primera amarilla es justa y la segunda es porque me dice que me encaro con el banquillo rival. Lo juro por mis hijos que no lo he hecho. Y menos con Javier, le tengo un aprecio enorme. Lo hemos estado hablando el árbitro y yo, que nos tienen que expulsar por algo más. Me ha dicho que es por encararme con el otro equipo, pero no es así. Hay que aceptarlo”.

En cuanto al partido, Luis García agregó que su equipo no estuvo “cómodo” durante el primer tiempo, pero que sí que mejoró en el segundo asalto después de “ajustar con un cambio de posiciones para las segundas jugadas”.

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En imágenes: El empate del Alavés ante el Mallorca en Mendizorroza Jorge Muñoz

Finalmente, Luis García volvió a incidir en la idea de que la permanencia no está ni mucho menos sellada: “Está claro que queríamos ganar, estamos decepcionados por cómo ha sido, pero sigue siendo un punto. Hay que competir cada partido, el que venga a jugar contra el Alavés sabe que tiene que hacer un gran partido. Soy el primero que dice que nos queda camino, hay que ganar unos cuantos partidos todavía. Estamos en buena dinámica, pero hay que seguir”.