Para un club como el Deportivo Alavés, cuyo principal objetivo no es otro que la permanencia, contar con la potencia y el gol de Samu Omorodion, el talento y la pausa de Ander Guevara o la estabilidad y veteranía de Rubén Duarte, por poner tres ejemplos, es un plus muy importante. Ahora bien, si el conjunto babazorro tuviera que presumir de un factor diferencial en los últimos años, lo más lógico, seguramente, sería apuntar a la portería

Contar con un portero que da puntos es clave para competir en la máxima categoría y, en el choque del pasado sábado frente al Villarreal, Antonio Sivera volvió a demostrar que, al igual que hizo Fernando Pacheco en su día, él también tiene ese aura de salvador al que tanto se ha acostumbrado en Mendizorroza. Y eso que, antes de la llegada del pacense y el alicantino, la meta había sido uno de los grandes quebraderos de cabeza del Glorioso

Ante el submarino amarillo, en concreto, Sivera dejó dos manos decisivas, y en ambas el damnificado fue Alexander Sørloth. La primera llegó sobre la media hora de juego, en un pase interior de Álex Baena que acabó con un potente remate cruzado del delantero noruego, y la segunda, ya con las tablas en el marcador, pudo verse superado el minuto 65. En dicha acción, la más clara de la tarde, solo los grandes reflejos del de Jávea impidieron el 1-2

Ese par de intervenciones, sin embargo, no son las primeras que brindan puntos al Alavés esta temporada. Si se repasan los 24 partidos de Liga disputados, pueden encontrarse varios ejemplos igual de evidentes, comenzando por el duelo de la primera vuelta contra el Valencia en Mendizorroza. Aquel día, el portero albiazul dejó una de las mejores paradas del curso, apareciendo para evitar el gol del empate en un mano a mano con Diego López

Si hubiera que destacar, de todas formas, una actuación completa y no aciertos concretos, la elección sería, sin duda, la ofrecida en casa del Almería. Pese a que el marcador reflejó un cómodo triunfo (0-3) de los babazorros, la realidad es que, sin las manos de Sivera, el resultado podría haber sido otro. Los indálicos avasallaron al guardameta alicantino durante la última media hora de juego, pero se encontraron con un muro infranqueable.

DESTACADO EN 'LALIGA'

Echando un vistazo a las estadísticas, puede comprobarse que, aun no siendo de los guardametas de LaLiga que más veces deja la portería a cero –lo ha conseguido solo en cinco ocasiones (Valencia, Almería x2, Mallorca y Cádiz)–, Sivera sí que está, habiendo disputado todos los encuentros, entre los diez que más paradas ha realizado, con un total de 64. Por detrás, por ejemplo, tiene a grandes rivales como Predrag Rajković o Unai Simón. 

El líder de dicho ranking es Filip Jörgensen, del Villarreal, pero, a la hora de valorar esto último, debe tenerse en cuenta que el Alavés es el sexto equipo que menos ocasiones concede del campeonato, solo por detrás del Valencia, Athletic, Real Madrid, Barcelona y Real Sociedad, quienes compiten por puestos europeos. El portero del submarino amarillo, en concreto, es el que más remates recibe de LaLiga, lo cual seguro preocupa a Marcelino.

Sobre Sivera, asimismo, es importante comentar que aún tiene margen de mejora. Aparte de que los guardametas suelen alcanzar su momento álgido cuando llegan a los 30 años –él aún tiene 27–, no hay que olvidar que esta es su primera campaña con continuidad en Primera División. Pese a que aterrizó en Mendizorroza en 2017, no fue hasta la temporada pasada cuando dejó de estar a la sombra de Pacheco, una auténtica leyenda del Glorioso.

Visto lo visto hasta ahora, el principal punto flaco de Sivera, heredado precisamente del meta pacense, es su falta de decisión en los centros laterales, sobre todo a la hora de defender las acciones a balón parado. El juego de pies también podría ser mejor, de cara a llamar la atención del seleccionador Luis de la Fuente, y aún debe dar un paso al frente en los penaltis. No ha detenido ninguno de los siete que le han lanzado este ejercicio.