No pudo volver el Deportivo Alavés a la senda de la victoria en su compromiso de este sábado en Mendizorroza, pero sí sumó un punto que le acerca un poco más a su deseado objetivo. Frente a un rival directo, más por clasificación que por plantilla, como el Villarreal, los babazorros se adelantaron a través de un testarazo de Samu Omorodion y acabaron firmando las tablas después de que Jorge Cuenca marcara el definitivo 1-1. Cualquiera de los dos pudo llevarse los tres puntos.
Para afrontar su segundo compromiso consecutivo en casa, Luis García Plaza dio continuidad, aun con el regreso a la lista de Carlos Vicente y Kike García, a los más destacados del choque ante el Barça, Álex Sola y Samu, y realizó una única modificación respecto a dicho once. En lugar de Rubén Duarte, reconvertido a central en las últimas jornadas, fue Abdel Abqar quien actuó de inicio junto a Rafa Marín.
El Alavés, al igual que la semana pasada, saltó al césped intenso, pero le costó más de lo esperado tomar la batuta del choque, principalmente por su falta de acierto en las transiciones. Algo en lo que sí estuvo más atinado el Villarreal y que, en consecuencia, le permitió dominar los primeros compases del encuentro. No hubo, eso sí, ninguna acción en la que los atacantes groguets exigieran en exceso al guardameta Antonio Sivera.
Todo cambió, sin embargo, en el momento que los locales aumentaron su precisión con el balón. Aprovechando la velocidad de sus hombres de arriba, el Glorioso empezó a buscar contragolpes y, durante diez minutos, la contienda se convirtió en un apasionante ida y vuelta. El primero en avisar fue Jon Guridi, quien, tras un intento de remate, sin éxito, de Samu Omorodion a centro de Sola, cazó el rechace y envió la pelota al poste.
Poco después, en un córner ejecutado por el Alavés, Kiko Femenía le robó la cartera a Marín y, si no rompió las tablas, fue por las carreras de Luis Rioja y Javi López para defender el pase de gol a Gerard Moreno. Un susto al que precedió una triple ocasión del Alavés, con un remate de Andoni Gorosabel que despejó Filip Jörgensen, atento para evitar también el tanto de Ander Guevara, desde fuera del área, y Sola, rápido al rechace.
Finalizada la tempestad, de mucho ritmo y ocasiones para el tiempo que realmente duró, volvió a llegar la calma. El Villarreal, manteniendo la posesión sin tomar demasiados riesgos, hizo bajar las pulsaciones e intentó sorprender, sin acierto, por medio de disparos desde fuera del área. Su problema fue que, aun plantado atrás, el cuadro babazorro nunca deja de ser peligroso, y así lo demostró en un nuevo contragolpe, matador esta vez.
Sobre el minuto 25, con Duarte ya sobre el césped en detrimento del magullado Marín, Sola encontró a Samu en el segundo palo y el melillense cabeceó sin oposición a la red (1-0). Ambos fueron, sin lugar a dudas, los albiazules más destacados durante una primera mitad que, por desgracia, no acabó tan bien como parecía. Cerca del intermedio, Jorge Cuenca igualó la contienda en una acción a balón parado mal defendida (1-1).
MENOS RITMO EN LA SEGUNDA PARTE
El planteamiento de la segunda parte fue distinto al de la primera. El Villarreal retrasó líneas, tratando de impedir los contraataques locales, y fue el Alavés quien tuvo que llevar la iniciativa con la pelota. Esto redujo el número de ocasiones, pero permitió a los de Luis García tener la contienda a priori más controlada, aunque no lo suficiente. Superada la media hora de juego, Sivera salvó el 1-2 de Sørloth con una gran intervención.
Hubo un segundo contratiempo tras dicha acción. A la lesión de Marín se sumó la de Javi López, cuyo puesto, al entrar Carlos Vicente, ocupó Gorosabel, y más tarde saltaron también al césped Ianis Hagi (Guridi) y Abde Rebbach (Rioja). En la recta final, ambas escuadras tuvieron ocasiones para llevarse los tres puntos –Vicente las más clara–, pero, con el cansancio cada vez más presente, terminaron firmando las tablas sobre el césped de Mendizorroza.
