Uno de los últimos trenes del Almería para aferrarse al milagro de la permanencia pasa por el decisivo enfrentamiento de este viernes frente al Alavés. El conjunto andaluz, el colista de la categoría con cero victorias, seis empates y 15 derrotas, ha dado un paso hacia adelante en cuanto a sensaciones y juego, pero no ha sido capaz de transformar su buen hacer en victorias en sus últimos compromisos.

La entidad indálica, presidida por el jeque Turki Al-Sheikh, es una de las cinco de Primera División que ha movido ficha en su banquillo durante la presente campaña. Gaizka Garitano tomó las riendas del Almería el pasado 22 de octubre y, desde entonces, su equipo suma un pobre balance de tres empates y nueve derrotas. 

El exigente objetivo del técnico deriotarra no es otro que revertir la mala dinámica del Almería y recortar la distancia respecto a los puestos de la salvación, pero tras la disputa de 12 jornadas, el cambio de técnico no ha surtido el efecto deseado. Al menos, en lo que al puntaje se refiere. 

Las enormes dificultades para sumar triunfos es una enorme losa que ha catapultado al conjunto almeriense a la última posición con una distancia de diez puntos respecto al Sevilla, el rival que marca actualmente la permanencia. 

Actuaciones sin premio

Si bien el Almería se ha mostrado como un rival competitivo en las últimas semanas ante el Girona y el Real Madrid, Gaizka Garitano, pese todos sus esfuerzos, no ha podido sumar todavía su primer triunfo como el capitán del barco indálico. 

El exjugador del Alavés en la temporada 2008-09 ha centrado todas sus fuerzas en pulir la solvencia defensiva de sus pupilos desde la llegada a Almería y ha ensayado con todas las variantes en su retaguardia. Y es que el próximo rival del Glorioso ha encajado 46 goles en esta temporada, unos números que convierten a la escuadra andaluza en la más frágil de la categoría. 

El Almería acarició el pasado domingo una auténtica gesta en la visita al Bernabéu. El equipo dirigido por Garitano entendió a la perfección el guion del partido y plantó cara a los de Ancelotti. No solo neutralizó las virtudes del Real Madrid para castigarle en las transiciones sino que también logró una renta de 0-2 antes del descanso. 

Sin embargo, el Almería se vio completamente damnificado por unas polémicas decisiones arbitrales que dieron alas al anfitrión y, en consecuencia, sepultaron el notable trabajo realizado por los pupilos de Garitano.

Pujante en casa 

Pese a las escasas alegrías vividas en el Power Horse Stadium, el Almería ha mostrado una versión más competitiva tras el arranque del 2024. De hecho, el conjunto andaluz puso en serios aprietos al Girona. Hace dos jornadas, el colista recibió en su feudo al líder y, pese a la insalvable distancia entre uno y otro, lo cierto es que los de Garitano plasmaron una de sus actuaciones más serias del campeonato. 

El Almería no solo generó las ocasiones más claras del partido, sino que dejó a cero su portería ante un rival poderoso en ataque con la figura de Artem Dovbyk. Pese a dominar el encuentro, el equipo indálico no pudo abrir la lata y el choque finalizó con un empate sin goles. Un resultado que, desde luego, no fue el reflejo del partido realizado por el oponente alavesista.

Por tanto, la última bala de Gaizka Garitano para aferrarse al milagro de la permanencia se encuentra quizás este viernes en el trascendental duelo frente al Glorioso. El Almería empató en su feudo recientemente ante el Mallorca, otro rival de la zona media-baja de la clasificación, y persigue ante el Alavés la conquista de su primera alegría de la temporada. 

El peligroso contexto de partido, con una afición local enrabietada tras las decisiones arbitrales sufridas en el reciente duelo ante el Real Madrid, obligará al conjunto vitoriano a plasmar una de sus versiones más maduras del campeonato.