Alavés 0-1 Real Madrid: una oportunidad perdida

El Deportivo Alavés se encontró este jueves con un escenario sin igual para dar la campanada frente al Real Madrid, pero no solo no consiguió la victoria, sino que acabó derrotado. Aun con un hombre más durante más de media hora, los gasteiztarras cayeron por la mínima en Mendizorroza, donde decidió un testarazo de Lucas Vázquez, en un córner regalado por Álex Sola, en la recta final del partido (0-1). 

Para afrontar la exigente visita de la escuadra de Carlo Ancelotti al Paseo de Cervantes, Luis García decidió volver a su dibujo habitual (1-4-2-3-1) y, del mismo modo, dar continuidad a los futbolistas que mejor rendimiento le habían ofrecido en las últimas jornadas. Abdel Abqar, disponible después de cumplir sanción en Montilivi, y Abde Rebbach fueron las dos novedades del once inicial en detrimento de Javi López y Nahuel Tenaglia.

La primera mitad, ciertamente, no dio mucho de sí, al menos en cuanto a ocasiones de gol se refiere. El Madrid saltó al césped dispuesto a dominar la posesión, tratando de atraer al Alavés para castigar su espalda, pero el orden defensivo de los babazorros evitó cualquier tipo de susto. Solo Fede Valverde, asistido por Brahim nada más arrancar el partido, pudo poner en apuros a Antonio Sivera, quien detuvo su remate al primer palo. 

Pese al control visitante, eso sí, los gasteiztarras se mostraron sin complejos. Siempre que recuperaron la pelota, no dudaron en salir rápido en busca de la portería de Kepa Arrizabalaga, y eso hizo que los blancos no tomaran tantos riesgos como les hubiera gustado. Por desgracia, la precipitación en los contragolpes, sobre todo en los inicios de las jugadas, impidió llegadas más claras y de manera más frecuente a favor del Glorioso.

Con el resultado intacto (0-0), y la sensación general de que ambas escuadras habían empatado también a los puntos, se llegó al descanso en el Paseo de Cervantes, donde los más acertados, en el lado albiazul, fueron Abqar y Duarte. Uno y otro, determinantes al cruce, fueron un incordio para los atacantes del Madrid. Bellingham y Rodrygo, los dos más enchufados habitualmente, apenas pudieron desarrollar su juego y el más activo fue Brahim.

BAJÓN, INCLUSO CON UN HOMBRE MÁS

Tras el paso por los vestuarios, Nacho Fernández condicionó la contienda por completo. Aún con más de media hora de juego -más la prolongación- por delante, el central visitante entró con dureza, y por detrás, a Samu Omorodion y, después de revisar la acción en el VAR, el colegiado Díaz de Mera le mostró la cartulina roja. Ante el Celta, en Balaídos, había podido verse la última expulsión de un rival albiazul, allá por el mes de septiembre.

Para aprovechar esa superioridad numérica, Luis García dio entrada inmediatamente a Javi López y Ianis Hagi en lugar de Duarte y Jon Guridi. No fue una noche sencilla para el mediapunta de Azpeitia, pues tuvo que centrarse más en su faceta defensiva al no recibir demasiados balones. Más adelante, el técnico babazorro también dio entrada a Sola (Abde), Tenaglia (Gorosabel) y Kike García (Samu). 

La expulsión, no obstante, benefició al Madrid, que aumentó un par de marchas para evitar el arreón local. Al Alavés, incluso con un hombre más, le siguió costando sacar adelante sus combinaciones en ataque y, desde ese momento hasta el final, fueron los visitantes quienes merodearon de manera constante la meta de Sivera. Así, en una acción individual, Rodrygo avisó por medio de un disparo que se marchó rozando la escuadra.

Ya en la recta final, el cuadro madridista encontró premio a su superioridad sobre el césped. Aprovechando un grave fallo de Sola en la salida de balón, los blancos consiguieron un córner y, en el lanzamiento del mismo, Lucas Vázquez marcó con la testa el único gol del choque. El lateral cabeceó completamente solo en el punto de penalti, en lo que fue el único error defensivo, aunque determinante, del Glorioso en toda la noche.