La prórroga de un préstamo participativo por parte de la Diputación Foral de Álava de 5,4 millones que se le fue concedido al Deportivo Alavés en el año 2011 sigue dando que hablar en un momento donde arrecian algunas críticas respecto a un posible trato de favor al club de Mendizorroza.
Desde que Josean Querejeta rige los designios abiazules desde 2011, las arcas forales han ingresado una cifra que supera los 160 millones de euros.
Todo ello gracias al importante volumen de negocio de un club que ha pasado de competir en las catacumbas del fútbol español a la élite en un corto margen de tiempo.
La Diputación Foral de Álava se comprometió en su día a adquirir los terrenos de Izarra –propiedad del Alavés desde su adquisición por parte de Gonzalo Antón en el año 2000– mediante un alquiler de doce años a razón de 200.000 euros anuales.
Ambas partes acordaron que la deuda de 5,4 millones heredada de la época de Dmitry Piterman quedaba condonaba si la Diputación encontraba en aquel instante algún promotor que se hiciera con Izarra.
El Alavés confió en aquel instante en que podría soltar el pesado lastre que coartaría su crecimiento, pero sus deseos no pudieron hacerse realidad debido a un aspecto ajeno a su voluntad.
Y es que la operación puesta en marcha entre la Diputación y una empresa privada para la construcción de una infraestructura en dicha zona no terminó de fructificar.
Dado que el Alavés estaba en concurso de acreedores, la única fórmula de que viese la luz era mediante el citado préstamo participativo y un derecho de superficie.
El Alavés entregó los terrenos y, por tanto, considera que ya no existe la deuda. Al no cuajar aquella operación, Izarra se mantiene en sus manos con un derecho de superficie y una opción de compra que todavía sigue en poder en la Diputación para los próximos 75 años y por el cual abona 200.000 euros al año.
El préstamo participativo se ha prolongado por espacio de otros doce años para que el espíritu inicial de aquel acuerdo continúe vigente.
Ambos ganan tiempo así para que aparezca un promotor dispuesto a comprar los terrenos de Izarra y el club de Mendizorroza no deba asumir así jamás esa deuda.
Según ha confirmado este periódico, como gesto de buena voluntad, la entidad de Mendizorroza ha renunciado a percibir los 200.000 euros anuales por el alquiler de los terrenos.
En cualquier caso, las dos partes aspiran a cerrar una operación que, en el caso del Glorioso, eliminaría una pesada mochila de sus espaldas para poder crecer en el futuro.
Cabe recordar que los terrenos de Izarra siguen perteneciendo al Alavés desde hace más de dos décadas. Desde entonces, el complejo ha ido deteriorándose y los posteriores presidentes del club como Dmitry Piterman, Fernando Ortiz de Zárate y Alfredo Ruiz de Gauna no han encontrado un uso para este espacio.
