Con la derrota sufrida ayer por 2-0 contra el Rayo Vallecano, el Deportivo Alavés continúa sin saber lo que es puntuar lejos de Mendizorroza en este arranque de la temporada 2023-24. El conjunto babazorro, aunque es cierto que no ha gozado hasta el momento del favor arbitral en sus compromisos a domicilio, está demostrando una versión muy diferente cuando juega frente a sus aficionados que cuando tiene que competir en territorio hostil sin ese factor diferencial que desde hace bastantes años es su feudo.

Ya la temporada pasada Mendizorroza fue decisivo en el regreso a Primera División, algo que habría resultado inalcanzable únicamente con el rendimiento albiazul lejos de su estadio. De hecho, al contrario que algunos rivales directos como Las Palmas, Eibar o Levante, los de Luis García Plaza sumaron más derrotas que victorias en sus partidos fuera de casa, con un total de 6 triunfos, 7 empates y 8 choques perdidos. En casa, sin embargo, el Alavés se mostró intratable y consiguió 46 de los 71 puntos que acumuló a lo largo de la campaña gracias a sus 13 triunfos, 7 empates y una única derrota ante su público.

El combinado albiazul, además de ser más sólido atrás, vio portería con especial facilidad en Mendizorroza, donde se convertía en un equipo mucho más agresivo y vertical que cuando le tocaba jugar fuera de casa. No en vano, cerró la campaña con un balance de 28 goles a favor y 11 en contra, mientras que fuera de casa sus números fueron más pobres con 19 tantos anotados y 22 encajados.

Evidentemente, este curso en Primera División va a ser más complicado sumar puntos por el superior nivel de los rivales, pero por ahora se está manteniendo la tendencia de ver un equipo distinto cuando juega frente a la hinchada gasteiztarra que cuando lo hace lejos del lugar donde más cómodo se siente.

El Alavés está teniendo que centrarse más en tareas defensivas que en atacar cuando juega lejos de Vitoria Europa Press

Sin goles ni puntos

Tras lo sucedido en Vallecas el viernes, son tres los encuentros que ha disputado el Alavés a domicilio este inicio de temporada, y en todos ellos ha regresado a Vitoria con las manos vacías. Cuatro goles encajados, cero goles a favor y ningún punto es el balance del Glorioso en sus visitas al Cádiz, al Getafe y al Rayo Vallecano, rivales sobre el papel de menor entidad que el Sevilla y el Valencia, a quienes los albiazules sí consiguieron imponerse en Mendizorroza. De hecho, en casa el balance es de seis puntos de seis posibles, cinco goles a favor y tres en contra. Nada que ver.

En el primer encuentro a domicilio en Cádiz, un gol tempranero de los andaluces condicionó el resto del choque y los alaveses no fueron capaces de reponerse a su mala puesta en escena pese a su mejoría tras el descanso y la expulsión de Escalante. En la visita al Getafe, no sucedieron demasiadas cosas en las dos áreas, pero un penalti señalado a Abqar por un codazo similar al recibido por Guridi que no se pitó en el área contraria decantó el choque del lado local. Tal vez el último duelo contra el Rayo Vallecano fue en el que el Alavés mostró mayor inferioridad respecto a su rival, con apenas un par de llegadas con escaso peligro frente a un Rayo Vallecano más incisivo en ataque. Eso sí, volvió a ser un penalti dudoso el que permitió a los locales abrir la lata.

Lo que es evidente es que a los hombres de Luis García Plaza les está costando acercarse a la portería contraria cuando no gozan del calor de sus aficionados. La magia de Mendizorroza convierte al Alavés en un equipo más valiente y confiado, pero también intimida a los rivales, que suelen terminar cediendo el esférico en favor de los locales. Lejos del calor de su estadio, sin embargo, el equipo no está logrando encontrarse cómodo con el esférico y prefiere cubrir sus espaldas en busca de una oportunidad aislada que pueda decantar la balanza de su lado antes que lanzarse en tromba hacia el área rival.

De momento, el balance general del arranque de campaña es positivo, pero el Alavés necesitará mejorar sus prestaciones a domicilio y lograr algún punto si no quiere fiarlo todo a lo que obtenga en sus compromisos en Vitoria-Gasteiz. No conseguir sumar lejos de casa, además, añadiría presión a los choques en Mendizorroza, que seguro que volverá a ser decisivo en las opciones albiazules de mantenerse una campaña más en Primera División. El fantasma de los duelos como visitante, en cualquier caso, vuelve a sobrevolar Ibaia.