Los clubes de la Euroliga, al igual que el Baskonia, ya han comenzado a moverse y a planificar la próxima temporada 2024-25, en la que un año más se esperan grandes cambios en las plantillas. Sin embargo, al contrario del curso pasado, en el que se dio un importante baile de entrenadores, la mayoría de clubes conoce ya al técnico que liderará su nuevo proyecto.

El AS Mónaco, al que se había vinculado recientemente con el posible fichaje de Xavi Pascual o Dimitris Itoudis, ha sido el último en tomar una decisión sobre su entrenador al apostar por la continuidad de Sasa Obradovic por una campaña más.

Tras ello, las dos únicas incógnitas son las de los banquillos del Barcelona y el Baskonia. En el cuadro catalán, Roger Grimau ha estado cuestionado toda la temporada y, a pesar de que tiene contrato para una campaña más, su futuro está en el aire. Los alaveses, por su parte, son los únicos que no cuentan con un entrenador con contrato, ya que Ivanovic quedará libre este verano. Por ello, en estos momentos la decisión de mayor calado que debe tomar el Baskonia es la de elegir al encargado de capitanear su nuevo proyecto.

Decisión fundamental

La figura del técnico es una pieza imprescindible para poder confeccionar el resto de la plantilla, ya que lo ideal es elegir los fichajes con el beneplácito de quien va a encargarse de dirigirlos y construir un equipo acorde a las ideas y el estilo de juego del preparador. En ese sentido, la primera pregunta que debe hacerse el club es si apuesta por la continuidad en el banquillo de Dusko Ivanovic y le ofrece renovar o se decanta por savia fresca para la próxima temporada.

El técnico montenegrino aceptó a finales del pasado mes de octubre el titánico reto de asumir las riendas de un equipo en crisis y con un balance de 1-4 en Euroliga, dando así comienzo a su cuarta etapa en Vitoria-Gasteiz. Desde su llegada, el equipo cambió de cara, mejoró exponencialmente su rendimiento y logró levantar una temporada que parecía tener difícil solución al conseguir devolver al Baskonia a un play off de la Euroliga cinco años después.

Ivanovic consiguió sacar a relucir la mejor versión de jugadores como Miller-McIntyre, Moneke, Howard, Sedekerskis o Marinkovic e inyectó en su plantilla confianza y un carácter irreductible que le ha llevado a protagonizar remontadas y heroicidades que sólo se explican mediante la fe que ha tenido el equipo.

A favor de su renovación juegan esas extraordinarias prestaciones ofrecidas por el Baskonia en Euroliga desde su llegada, pero también su intachable trayectoria en el club alavés. El de Bijelo Polje es sin duda una leyenda azulgrana, el técnico más laureado de la historia de la entidad y una figura respetada a todos los niveles en Zurbano.

Además, es un hombre de club, que aceptó regresar a Vitoria sin pensárselo pese a la delicada situación y las carencias de la plantilla. Siempre habla del Buesa Arena como su segunda casa y su buena sintonía con Josean Querejeta y con la afición es de sobra conocida.

Argumentos en contra

Eso sí, también hay motivos para pensar que el club optará por un cambio de ciclo. Quedarse fuera de la Copa del Rey podía tener la excusa de que la campaña comenzó con Peñarroya en el banquillo, pero el no participar en el play off de la ACB es un fracaso inaceptable para un equipo de la entidad del Baskonia y con el cuarto mayor presupuesto de la liga.

Sus cortas rotaciones, con las que ha llevado al límite el físico de sus jugadores de confianza, son más propias de épocas anteriores y han mermado la confianza de jugadores que a la postre han demostrado ser válidos como Chiozza o Rogkavopoulos. Tampoco dio protagonismo durante el tiempo que estuvo sano a Khalifa Diop, la gran apuesta del club el pasado verano con una inversión de 700.000 euros. El senegalés tiene poco recorrido con un entrenador que prefiere cincos abiertos y eso no casa con los planes del club. Sólo quedan dos banquillos de la Euroliga en el aire y el Baskonia se halla ante una decisión que será crucial para el devenir de su siguiente proyecto.