Pese a que no pudo vivir el ascenso a Primera División de la misma manera que sus compañeros, Nikola Maras califica lo que ocurrió en el Ciutat de València –y todo lo que llegó después– como una de las mejores experiencias de su vida. Algo de lo que fue parte, pues su labor sobre el césped ayudó mucho al Deportivo Alavés meses antes, y que le hace sentir muchas más ganas de finalizar su recuperación para volver a defender la zamarra albiazul, lo cual, cabe mencionar, podría suceder muy pronto.
Lo primero de todo, ¿cómo se siente física y mentalmente?
Muy bien, si te soy sincero. Pese a que en el aspecto físico estoy sufriendo, ya que el esfuerzo actual es mucho mayor que el de los últimos meses, lo cierto es que me siento mejor después de cada nuevo entrenamiento. Voy dando pequeños pasos hacia el objetivo.
¿Cuál está siendo su dinámica de trabajo?
Hago lo mismo que el resto de compañeros y, además, dispongo de un entrenamiento individual. Todavía no he jugado ningún partido, pero estoy pasando por el proceso necesario para ello. Como digo, mucha carga para las piernas.
¿Hay un plazo fijado para su regreso a los terrenos de juego?
Si todo va según lo previsto, puede llegar muy pronto ese momento. Vamos a pensar muy bien cada decisión, pues no queremos precipitarnos, pero la idea es reaparecer en alguno de los próximos amistosos. Las sensaciones están siendo muy positivas, eso está claro.
¿Cómo ha llevado todo lo relacionado con la lesión?
Han sido meses duros, es un hecho. Sobre todo, teniendo en cuenta que mi lesión no empezó en marzo, cuando me operé. Estuve desde noviembre con molestias, forzando para ayudar al equipo, y el dolor llegó a tal punto que tuve que decir basta. Necesitaba parar, esa es la realidad. Respecto a la recuperación, ha habido altibajos. Afortunadamente, he tenido a la familia y los trabajadores del Alavés a mi lado, apoyándome durante el proceso.
¿Qué es lo que más ha echado de menos estos meses?
El día a día con los compañeros, sin duda. Aunque todos se interesan por ti, es inevitable sentirse solo y pasar por momentos tristes. Ahora bien, me han ayudado mucho las cosas tan bonitas –en referencia al ascenso– que le han pasado al grupo.
¿Cómo vivió las últimas semanas de competición?
Desde otra perspectiva, pero con la misma pasión. Pese a que no estaba para jugar, ganas no me faltaron para saltar al campo e intenté trasladar ese ímpetu dentro del vestuario. Mi labor fue ayudar de otra forma.
Desenlace en el Ciutat de València, celebración en la Virgen Blanca…
Qué puedo decir. Nunca había vivido algo así y dudo que pueda hacerlo de nuevo. La manera de conseguirlo, con el gol de Asier en el 129… Espectacular. Lo disfruté mucho, y eso que estaba lesionado (ríe).
Teniendo en cuenta lo anterior, ¿con qué ánimo afronta su vuelta al césped?
Con muchísimas ganas. No me gusta adelantar acontecimientos, pero no puedo evitar ilusionarme al escuchar lo que me comentan tanto el cuerpo técnico como médico. Aunque debemos ser pacientes, porque es evidente que me falta rodaje, me apetece participar en alguno de los próximos amistosos.
Ya pudo hacerlo con el Rayo Vallecano, pero ¿se ve preparado para competir en Primera?
Sí, a mí y al propio equipo. Va a ser una temporada exigente, ya que hay rivales muy fuertes y competitivos, pero estoy seguro de que vamos a responder gracias al buen grupo que tenemos.
¿En qué piensa que se diferencia de los demás centrales del Alavés?
No sabría decirte. Mi objetivo, al igual que el suyo, es hacer todo lo posible por que el balón no llegue a nuestra portería, aportando solvencia y seguridad atrás. Lo que sí tengo claro es que Sedlar y Abqar son jugadores muy buenos. Ambos han demostrado virtudes para rendir en la élite.
¿Le sorprendió, precisamente, la irrupción del central marroquí?
Para nada. No es raro ver casos como el suyo en el mundo del fútbol. Además, Abqar es un chico muy trabajador y con grandes capacidades tanto físicas como técnicas para triunfar.
¿Qué le está pareciendo la pretemporada del Glorioso hasta ahora?
Las victorias son lo de menos para mí. Me quedo con los entrenamientos y la buena actitud que demuestra el vestuario en el día a día. Nos quejamos, como hacen todos, pero nada fuera de lo habitual. Se nota que todo el mundo quiere aportar y dejar huella en este club y creo que, con un par de retoques más en el mercado, vamos a ser muy competitivos en Primera División.
AMANTE DEL BUEN COMER
Alejado de los terrenos de juego, Nikola Maras se define como una persona sencilla, a la que le gusta compartir tiempo con su familia, pero que también tiene intereses propios: "Cuando estoy solo, me gusta ver una buena película o leer un libro. Y comer, me encanta comer bien. Dedico parte de mi tiempo a buscar lugares para disfrutar de la gastronomía, tanto en Vitoria-Gasteiz, donde hay muy buenos sitios, como en sus alrededores".
¿Piensa que puede afectar al equipo el hecho de haber empezado más tarde que los demás?
Sí, pero para bien. Solo ha pasado un mes de eso tan grande que conseguimos y pienso que el ímpetu aún perdura. Es un empujón para empezar con buena dinámica el curso.
¿En qué está incidiendo Luis García estos días?
En lo habitual en este punto de la pretemporada. Nos hemos estado centrando en el aspecto físico y ahora, que ya han llegado nuevas caras, nos toca mirar más a todo lo relacionado con el estilo de juego y el apartado táctico. Siempre, eso sí, trabajando muy duro.
¿Cuáles considera que van a ser las claves para conseguir la permanencia?
Mantener la unión de la temporada pasada será clave, y algo más. En Primera es importante, además de lo anterior, demostrar calidad y valentía en cada partido.
Mendizorroza debe volver a ser un fortín en la élite.
Sin duda, y vamos a hacer todo lo posible para que así sea. Tenemos que, al igual que la campaña anterior, aprovechar el apoyo de nuestra afición para hacernos fuertes ante cualquier rival, sin importar las circunstancias.
Como central, ¿qué diferencias ve entre Primera y Segunda?
Por lo que pude vivir en el Rayo, diría que, sobre todo, hay bastante más calidad. Uno debe estar concentrado en evitar que los rivales se acerquen a zonas peligrosas, pues, si consiguen esto último, la principal diferencia es que perdonan mucho menos. Hay que minimizar errores, mucho más que la campaña pasada.
Una noticia reciente es la retirada de Víctor Laguardia, ¿qué importancia tiene para el equipo que siga formando parte del día a día?
Imprescindible. Lagu es un tipo muy bueno, una persona grande, un símbolo del Alavés. Es alguien a quien yo, personalmente, quiero parecerme en el futuro, y por eso me gusta tanto hablar y compartir momentos con él. Un referente, ni más ni menos.
Sedlar, como compatriota, será uno de sus grandes apoyos en el vestuario.
Así es. Ahora tiene un hijo, y otro en camino, y no es tan fácil vernos, pero, como soy muy flexible, siempre buscamos momentos para juntarnos y hacer alguna actividad. Me alegro mucho por el gran fin de temporada que hizo.
