En un fútbol donde cada vez se da más prioridad a la rigidez táctica, mediante la cual se busca minimizar al máximo los errores, es casi una bendición encontrar a jugadores anárquicos como Abde Rebbach. Alguien que, si bien no brilla por su regularidad a la hora de formar parte de una cadena, cuenta con el desparpajo y las condiciones atléticas precisas para generar caos. Ese desorden temido por muchos, pero más necesario de lo que se cree.

Buena muestra de esto último es, sin ir más lejos, el reciente duelo entre el Albacete y el Deportivo Alavés. Allí, en el Carlos Belmonte, los babazorros fueron incapaces de intimar a la zaga manchega durante los primeros 56 minutos del partido. El tiempo, en concreto, que tardó el extremo argelino en saltar al césped, como relevo del apagado Jason, e intentar un par de desbordes que provocaron el repliegue de los locales, por delante en el marcador.

Sus decisiones una vez superaba a uno o dos rivales no fueron siempre las mejores, eso es cierto, pero el mero hecho de contar con él sobre el terreno de juego hizo que los pupilos de Rubén Albés temieran arriesgar más de lo debido. Y esa sensación de peligro que solo pueden generar Abde y otros dos o tres integrantes de la plantilla se ha echado mucho de menos en varios encuentros de este curso, aunque Luis García ha tenido sus razones.

Según explicó el técnico madrileño hace unas semanas, el futbolista argelino tiene dificultades para jugar en cualquier posición que no sea la de extremo zurdo, donde, por jerarquía y perfil más completo, Luis Rioja no parece tener rival. El sevillano, además de ser titular en todos ellos, ha disputado casi por completo los 19 encuentros de la segunda vuelta y así ha encontrado la regularidad que le faltó en la primera mitad del campeonato.

Abde intenta superar a Barbu, del Mirandés, en Mendizorroza. Iñigo Foronda

Este sábado, sin embargo, Abde no verá por delante a Rioja, pues deberá cumplir sanción tras recibir ante el Albacete su quinta amarilla de la temporada, y ahí tendrá, salvo que Luis García sorprenda con el once, su gran oportunidad para demostrar de lo que es capaz. Si se quiere hallar la última vez que el veintiuno babazorro pudo salir de inicio, hay que remontarse hasta el 21 de enero, cuando el Alavés superó al Racing en Mendizorroza.

El escenario, además, parece ser idóneo para él. Jugando ante su afición, y con el ascenso directo entre ceja y ceja, el Alavés querrá llevar la batuta del duelo, por lo que, con el Málaga esperando atrás, requerirá que alguien plantee dudas a la zaga boquerona. Además, los de Sergio Pellicer no suelen percutir tanto por esa banda como sí lo hacen por la contraría, aunque esto no quita que vaya a tener que exigirse igualmente en defensa.

En la línea de lo anterior, es digno de mención que a Abde no solo le avala su perfil disruptor, también lo hacen sus números. Pese a solo haber disputado 731 minutos en Liga, y algunos de ellos a la desesperada, el argelino suma dos tantos esta temporada, en la que está debutando en el fútbol profesional.  Tal y como demostró en el Miniglorias, al que ayudó a ascender con sus 16 dianas, gol no le falta y este, al igual que el desparpajo, cotiza al alza.

LAS ALTERNATIVAS

Si, incluso teniendo en cuenta lo ya mencionado, Luis García prefiere que sea otro futbolista quien sustituya a Rioja frente al Málaga, la principal alternativa sería Rober González, lo que, eso sí, provocaría buscar un nuevo mediapunta o, directamente, cambiar el sistema habitual. Jason o Alkain también podrían actuar por la izquierda, pero no han rendido en exceso cuando, por circunstancia, se les ha requerido en esa posición.

Está por ver, en esa misma línea, qué es lo que piensa ahora mismo el entrenador babazorro acerca del gallego y el guipuzcoano. El primero, aunque está jugando bastante, sigue lejos del nivel esperado; y el segundo, por su parte, ha desaparecido casi completamente de la rotación. En las últimas siete jornadas, Alkain solo ha disfrutado de 16 minutos, más prolongaciones, con la zamarra albiazul.