Antes del tramo decisivo de la pasada temporada sellada con el inolvidable ascenso, Víctor Laguardia ofreció el pasado 20 de abril una entrevista con este periódico donde no se mostró del todo categórico respecto a su continuidad en el Alavés pese a tener contrato hasta 2024. Un líder con mayúsculas como él, que siempre acató como un señor su rol secundario a las órdenes de Luis García, remarcó que no había vuelto al Glorioso para ser un animador y dejó entrever con claridad que solo seguiría en Vitoria esta campaña si realmente se sentía importante en los esquemas del técnico madrileño. Su adiós al Alavés y el anuncio de su retirada, desvelada este sábado, ha sido eso sí un pequeño terremoto aunque Sergio Fernández se mostrase hace días ambiguo sobre su futuro.
Víctor Laguardia siempre habla sin pelos en la lengua. DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA ha pulsado el estado de ánimo del carismático capitán babazorro, que aspira a desquitarse del amargo sabor de boca que, tanto a él como todo el alavesismo, le produjo el descenso de la pasada temporada. El central maño también habla largo y tendido de su rol secundario desde el inicio de la campaña ya que, no en vano, tan solo ha disputado 840 minutos en 17 partidos entre las dos competiciones. Este domingo, y tras su buen papel en la última jornada ante el Sporting, se perfila otra vez como titular ante los problemas físicos de Abqar y Sedlar. Una magnífica oportunidad para que Lagu, uno de los jugadores más importantes de la historia albiazul, vuelva a demostrar sus credenciales.
Lo primero de todo, ¿cómo está físicamente tras los calambres sufridos en El Molinón?
Ya me pasó en Villarreal. El verano fue atípico para mí, llevo de profesional 15 años y en esta ocasión no pude hacer una pretemporada normal, la tuve que hace por mi cuenta. Es verdad que durante la campaña no he tenido el ritmo ni los minutos que necesita cualquier jugador, entonces los partidos de tanta exigencia como el del otro día ante el Sporting pasan factura. Pero estoy recuperado y con ganas de seguir sumando al equipo.
Su papel en este tramo final puede ser muy importante ante los problemas físicos de otros compañeros en el centro de la zaga, ¿no?
Abqar y Sedlar están haciendo un muy buen trabajo, veremos a ver si pueden llegar el domingo. Lo importante es que estemos todos disponibles. A estas alturas da igual quién juegue, hay que ganar. Ojalá nos ayuden a obtener la victoria ante el Leganés. Da igual el nombre que esté sobre el césped, somos un equipo.
Aunque a esta altura de su carrera no sea necesario, ¿fue una especie de reivindicación su último partido en tierras asturianas?
Uno siempre intenta ayudar y que la gente esté contenta. Llevo muchos años en esto del fútbol y no tengo que reivindicarme, pero uno tiene su orgullo y no he venido aquí para ser un animador. He venido para disputar un puesto a los centrales, ayudar en el día a día y de eso se trata un equipo. Cuando te toca la posibilidad de jugar, quieres hacerlo de la mejor forma posible y que toda la gente esté orgullosa de ti.
Este año ha disputado 840 minutos repartidos en 17 partidos de Liga y Copa. Son números que posiblemente no esperaba en esta segunda etapa en Vitoria. ¿Cómo lo está viviendo?
Todos queremos jugar y tenemos esa ambición. Cuando vine mi idea era la de jugar todo, pero ves a futbolistas en tu posición que están haciendo grandes actuaciones. Solo te queda ayudarles a mejorar y no pensar en tu pasado, eso no cuenta para nada porque se vive del presente. Estoy muy contento porque me siento super identificado con el equipo. Me encontré con un vestuario con muchos compañeros que ya conocía y que es super humano. Es increíble estar en el día a día, hay un nivel de unión y alegría especial. Eso te hace olvidar la situación personal que atraviesa cada uno.
"Llevo muchos años en el fútbol y no tengo que reivindicarme, pero uno tiene su orgullo y no he venido aquí para ser un animador"
En esas dos rachas de cuatro partidos seguidos sin ganar, ¿dio un paso al frente en la caseta?
Al final llevo muchos años aquí, pero uno no es líder porque te digan que sí lo eres. Un líder es una persona con trayectoria y es natural que los jóvenes acudan a ti para que les des ánimo y consejos en los peores momentos que hay que vivir. Los jóvenes se refugian en los veteranos y nuestro papel es importante más allá de los minutos que tengas.
Sea sincero, ¿le duelen las críticas que está recibiendo?
Las críticas en el mundo del fútbol existen desde muchos sitios. Siempre me han hecho mejorar y hacen que sea un reto el darle la vuelta. El que no quiera convivir con las críticas en este deporte no puede estar aquí, es la personalidad de cada uno lo que te da valor para trabajar más y darle la vuelta.
Está siendo una temporada bastante atípica para usted porque se incorporó tarde al equipo y ahora adolece de continuidad. ¿Le ha pasado factura el verano tan extraño vivido?
No puedo ir pregonando lo que le sucede a cada uno. Este verano tuve que buscarme la vida de una manera diferente y me adapté. Nunca voy a poner ni una excusa de ningún tipo, el trabajo que he hecho me ha llevado a ser la persona que soy. Ayudaré al equipo hasta el último segundo, como si en el último partido tengo que atar la bota a Abqar para que meta el gol del ascenso. Se la ataré y lo celebraré como el año en el que jugué todo. A estas alturas, el que mire su nombre o su historia está equivocado, tenemos la suerte de que en el Alavés el equipo prevalece sobre todo lo demás.
"Ayudaré al equipo hasta el último segundo, como si en el último partido tengo que atarle la bota a Abqar para que meta el gol del ascenso"
¿Le ha sorprendido la espectacular irrupción de Abqar en el primer equipo?
No me ha sorprendido porque llevaba dos años entrenando con nosotros. Lo hablaba con mi padre, que es un hombre de fútbol, que en años anteriores ningún entrenador le dio la oportunidad. Entrenaba muy bien y obviamente tenía que mejorar cosas porque era joven. Entrenaba con nosotros y estaba al nivel de Primera, por eso no me ha sorprendido tanto. Es una de las sensaciones del equipo y de la temporada, un jugador a tener en cuenta en un futuro muy cercano. Ha sido clave en esta campaña, ojalá que se recupere cuanto antes para estar de cara a la recta final.
¿A qué renunció en verano para poder vestir de azul y blanco?
Es verdad que las cosas que me llegaron desde el extranjero no me motivaron. Cuando no encuentras la motivación no es bueno dar un paso en falso para afrontar un nuevo proyecto. Estuvimos en mucho tiempo de espera con la propiedad, todo se hizo extremadamente largo y por momentos fue difícil de llevar, pero confié en la palabra que me dieron. Llevaba ocho temporadas en el club, nunca había tenido un problema con ellos y, por tanto, tenía que confiar. Aunque fue tarde, se pudo hacer. No renuncié a nada porque personalmente no me atraía nada de fuera. Lo que me ilusionaba era volver al Alavés y por suerte lo pudimos lograr.
"Tengo claro que seguiré siempre que el Alavés me necesite realmente, así lo he hablado con ellos"
¿Qué supondría a nivel personal este ascenso a Primera? ¿Le daría más valor que al logrado en 2016?
Desde luego, sería el mayor éxito de mi carrera. Todo lo que engloba a un ascenso es espectacular. En el último ascenso, el equipo venía de una época mala, pero después del descenso del año pasado, que fue un varapalo, volver a Primera sería super emocionante. La pasada campaña vivimos la parte más amarga del fútbol y fue un palo durísimo. En un año volver a poner al club y a la ciudad en la máxima categoría sería muy especial. Sería muy feliz.
Para acabar, la pregunta del millón. ¿Se ve la próxima campaña en Vitoria y en el Alavés?
No lo sé. Te diría que sí porque tengo un año más de contrato. Tengo claro que seguiré siempre que el club me necesite realmente, así lo he hablado con ellos. Al igual que cuando hablamos en verano, diría al club que seguiré si realmente me necesitan. Si el Alavés me necesita más allá de los minutos que juegue, Víctor Laguardia estará y al cien por cien.