Los primeros pasos de Asier Villalibre en el Deportivo Alavés fueron inmejorables. En su debut con la zamarra albiazul, el Búfalo de Gernika marcó dos goles que sirvieron para superar al Eibar en Mendizorroza y, a la semana siguiente, volvió a ver portería; esta vez, contra el Real Zaragoza en La Romareda. Ambas actuaciones, además, las completó saliendo desde el banquillo, lo cual, como es lógico, ilusionó sobremanera a la afición babazorra.
Al presenciar una irrupción así, protagonizada por tres dianas en apenas 56 minutos, Luis García no dudó en brindarle días después su primera titularidad con el Glorioso. Ante el Ibiza, de nuevo en el Paseo de Cervantes, el atacante vizcaíno salió de inicio y, aunque no pudo alargar su racha goleadora, sus sensaciones fueron positivas, si bien es cierto que, tal y como había advertido su técnico, aún no se encontraba al cien por cien físicamente.
Esto último hizo que, en las dos siguientes jornadas, Villalibre volviera a actuar de revulsivo. Algo que no funcionó, pues el Alavés no marcó gol en ninguno de esos dos partidos (Cartagena y Villarreal B), y que, sin embargo, tampoco encontró solución cuando, frente al Lugo y la Ponferradina, volvió a ser titular. Y no por falta de ocasiones –él mismo generó varias–, sino debido a que, con todo a su favor, desaprovechó algunas bastante claras.
Pese a no mostrarse nada acertado de cara a portería, el Búfalo jugó los 90 minutos en ambos encuentros, seguramente como muestra de confianza por parte de Luis García, pero su situación ha cambiado mucho desde entonces. No ha vuelto a ser titular y, en las dos ocasiones que ha saltado al césped como suplente (Tenerife y Huesca), se ha mostrado muy apagado. Sin olvidar que, contra el Andorra, tuvo que ver todo el choque en el banquillo.
Su situación actual, por tanto, es preocupante; sobre todo, al tratarse de uno de esos refuerzos llamados a marcar diferencias. Recuperar la mejor versión de Villalibre, y también de otros jugadores, es una de las tareas más exigentes que tiene por delante el técnico babazorro en lo que resta de temporada. Solo restan siete jornadas, lo que convierte a cada una en decisiva, y el Alavés siempre será más competitivo si tiene a sus estrellas enchufadas.
Mientras tanto, quien recientemente parece haberse ganado a Luis García es Miguel de la Fuente. El vallisoletano ha salido de inicio en tres de los últimos cuatro partidos del Alavés y, aunque no destaca por su capacidad goleadora, su entrega sí es convincente. Ahora bien, al no estar disponible en El Molinón por acumulación de tarjetas, el Búfalo y Sylla, que pasa por un momento muy similar al del vizcaíno, van a tener su opción de recuperar el sitio.
LLAMADOS A MARCAR DIFERENCIAS
Asier Villalibre, eso sí, no es el único refuerzo invernal que ha ido perdiendo fuelle con el transcurso de las jornadas. Tanto el jugador de Gernika como Shon Weissman, del Granada, y Samuel Obeng, en el Huesca, comenzaron como un tiro en sus nuevos equipos y, pese a que estos dos últimos siguen siendo titulares, su rendimiento goleador no ha seguido la línea esperada tras estrenarse en su debut.
El atacante del conjunto altoaragonés, cedido por el Real Oviedo, ha anotado un total de tres tantos y el israelí, por su parte, se ha quedado en uno. Especialmente llamativo es el caso de este último, quien, cabe recordar, fue uno de los máximos realizadores de la categoría de plata la temporada pasada. Solo Stuani (22), Borja Bastón (22) y Stoichkov (21) lograron superar su récord de 20 dianas con el Real Valladolid, aún con sus derechos.
Otro delantero que llegó a LaLiga SmartBank en enero –y que, incluso, estuvo en la agenda de Sergio Fernández– es Jon Karrikaburu, propiedad de la Real Sociedad. El guipuzcoano se marchó cedido al Leganés y, al contrario de los tres anteriores, aún no ha podido estrenar su casillero. Y eso que, cabe mencionar, ha participado en todos y cada uno de los encuentros en los que ha estado disponible, siendo titular en cuatro de ellos.
CARLOS BENAVÍDEZ: "Creo que el ánimo del equipo está arriba"
Carlos Benavídez ha ofrecido este jueves, a través de las redes oficiales del club, unas breves declaraciones sobre la situación por la que pasa el Alavés y, entre otras cosas, ha destacado el buen ambiente que reina en el vestuario: "Creo que el ánimo sigue arriba. Hemos sumado un punto muy importante contra el Andorra y la clave ahora es seguir trabajando juntos y no desviarnos del camino. Sabemos lo que queremos". Además, el centrocampista uruguayo ha admitido que, pese a "no tener previsto" vivir esta segunda vuelta desde el banquillo, la experiencia está siendo "más intensa".