La inesperada irrupción de Abdel Abqar en el Deportivo Alavés no está pasando desapercibida en su país de origen. El central babazorro está siendo, sin lugar a dudas, una de las revelaciones de la presente temporada y, gracias a ello, ha recibido este lunes la llamada de la selección absoluta de Marruecos, quien le ha convocado para los amistosos internacionales frente a Brasil y Perú, el primero en Tánger y el segundo en Madrid. 

Una gran noticia para el zaguero marroquí, que ve recompensado su buen hacer en Vitoria-Gasteiz, pero que va a perjudicar bastante al club albiazul, pues se perderá el importante duelo contra el Tenerife del próximo 25 de marzo en Mendizorroza. Para entonces, Luis García deberá decidir si apostar de nuevo por Víctor Laguardia, bastante desacertado en su última aparición (ante el Villarreal B), o buscar alguna otra alternativa.

Abqar, de 24 años y natural de Settat, fichó por el Alavés al término de la campaña 2019-20 procedente del Málaga. Allí, en suelo boquerón, fue una pieza importante del filial blanquiazul, con el que logró el esperado ascenso a la extinta Segunda B, y pudo debutar con el primer equipo a través de la Copa del Rey. Un torneo que, por cierto, también le permitiría estrenarse tiempo después como babazorro, aunque fuese ante el humilde Unami. 

La actual, por tanto, es su tercera temporada en el Glorioso y, a las órdenes de Luis García, el africano ya ha dejado atrás su época de estar a caballo con el filial, donde, por esa razón, nunca llegó a tener continuidad. Hoy en día es indiscutible en el centro de la defensa gasteiztarra y, si mantiene la progresión que ha mostrado desde agosto, todo hace pensar que alcanzará el nivel para jugar en la máxima categoría, a poder ser como albiazul.

En concreto, Abqar tiene contrato con el Alavés hasta 2025, por lo que está bastante bien atado, y buena muestra de su importancia para el primer equipo albiazul son sus registros de juego, pues ha disputado 27 partidos en Liga y en todos ellos, salvo en uno, ha sido titular. Además, ha marcado un gol, el cual sirvió para ganar al Real Oviedo en el Paseo de Cervantes, y ha repartido una asistencia, esta frente al Racing en El Sardinero.

Ahora bien, este último dato no es fiel con su papel en la parcela ofensiva de los babazorros. Además de ser un seguro atrás, especialmente por su velocidad, el marroquí no tiene miedo a la hora de sacar el balón jugado, lo cual, aunque en ocasiones le haga cometer errores, no se ve con frecuencia en Segunda, y es un portento en las jugadas de estrategia. Tanto que, con algo más de acierto, hubiera podido sumar varias dianas más a su casillero.

Por todo lo anterior, a nadie en Mendizorroza le extraña que Abqar haya sido convocado por Marruecos, pero sí genera cierta preocupación perderle en el duelo ante el Tenerife. Sobre todo, después de que el club haya confirmado esta tarde que Nikola Maras, tercer central en mejor forma del equipo, ha sido operado de una rotura en el menisco de su rodilla derecha que le mantendrá alejado de los terrenos de juego cuatro meses. 

En consecuencia, Luis García tiene menos de dos semanas para decidir cómo reorganizar su retaguardia. Lo lógico, al igual que ocurrió en La Cerámica, sería volver a ver a Laguardia en el once junto a Sedlar, pero lo cierto es que su rendimiento contra el filial del Villarreal no fue el esperado. Al maño le falta una marcha más de ritmo y eso podría hacer que el técnico madrileño buscase alguna alternativa para acompañar al serbio.

OPORTUNIDAD DE APRENDIZAJE

Sea como fuere, la realidad es que no hay mal que por bien no venga. Si bien es cierto que volver a perder a Abqar es un varapalo, la oportunidad de entrenar y jugar con Marruecos no se tiene todos los días. No hay que olvidar que se trata de una selección que, en el reciente Mundial de Qatar, eliminó a España y llegó hasta semifinales, donde cayó frente a Francia para luego perder también el partido de consolación ante Croacia.

En la convocatoria de Walid Regragui, ídolo en el país, pueden encontrarse grandes nombres como los del portero Bono; los defensores Saiss, Achraf y Mazraoui; los centrocampista Amrabat y Ounahi; o los delanteros Ziyech, Ez Abde, Boufal y En-Nesyri, de los que seguro podrá aprender el bisoño alavesista en los duelos contra Brasil y Perú.