El Deportivo Alavés volvió a saborear este domingo una victoria liguera fuera de Mendizorroza después de 109 días. Lo hizo, además, tras darle la vuelta a un partido que se puso cuesta arriba a la media hora de juego debido a un error inusual en Salva Sevilla que Roberto López no perdonó ante Sivera.

No obstante, la lógica y el pujante carácter babazorro terminaron imponiéndose en el feudo burgalés, donde el Glorioso ofreció una actuación brillante, en la misma línea de unas últimas semanas que han sido decisivas para dejar atrás el fatídico mes de diciembre con cuatro derrotas consecutivas.

El objetivo de la expedición albiazul en su visita a Miranda, además de lograr el mayor botín para mantenerse en lo más alto de la tabla, era trasladar a Anduva ese estilo de juego dinámico y vertical ofrecido al amparo de sus aficionados.

Trabajo incansable de Sylla

Una tarea para nada sencilla dado el buen estado de forma rival en su estadio, pero que el Glorioso sí que llegó a cumplimentar durante gran parte de la contienda. Desde el primer minuto el cuadro albiazul fue a por los tres puntos, la insistente presión de Sylla generó serias dudas en la zaga jabata y el Alavés merodeó sin fortuna el área de Herrero.

Luis Rioja se marcha de un jugador del Mirandés en el partido disputado ayer en Anduva Iñigo Foronda

Todo ello hasta que en una jugada aislada, en la que Salva Sevilla parecía ser el dueño y señor del control del juego, Roberto López estuvo atento para cortar un desafortunado pase del andaluz y batir a placer la portería de Sivera.

Sin embargo, el Glorioso mostró una frialdad digna de un equipo que aspira este ejercicio a cotas mayores como el ascenso y en cuestión de minutos el Alavés puso las tablas sobre el marcador. La perseverancia de Rioja en su carril marcó las diferencias entre un equipo y otro.

Asistente en el gol del empate

Y es que el vertiginoso extremo andaluz asistió en el gol de Jason y, tras el descanso, fue él mismo quien puso la firma al 1-2 tras una jugada en la que no escatimó ningún esfuerzo y demostró su oportunismo ante la puerta rival.

Jason marca de forma acrobática tras recibir un pase de Luis Rioja Iñigo Foronda

Rioja dio un paso al frente cuando el Glorioso más lo necesitaba. Si hace una semana su tanto fue decisivo para abrir la lata ante el Racing, en esta ocasión también lo fue para doblegar en el marcador a un siempre rocoso Mirandés.

El extremo nacido en Las Cabezas de San Juan lideró la pletórica reacción albiazul ante un Mirandés incapaz de ponerle trampas. Su empuje contagió al resto de compañeros para lograr un triunfo de muchos quilates. Su contribución no se limitó únicamente al apartado ofensivo, sino que también fue una pieza de gran ayuda en tareas defensivas.

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Todas las fotos del Mirandés-Alavés Iñigo Foronda

Clave, la lectura de Luis García

Gran mérito de la remontada albiazul también correspondió al trabajo realizado desde el banquillo. Y es que Luis García volvió a mostrar una envidiable capacidad para leer lo que demandaba el choque. Tras la reanudación de la contienda, el técnico madrileño situó a Rioja a pierna cambiada y en dicha demarcación se erigió como un futbolista imparable. Su clásico eslalon, además, generó un murmullo en las gradas de Anduva debido a su capacidad para generar peligro.

Luis García charla con el árbitro en un momento del partido entre el Mirandés y Alavés en Anduva Iñigo Foronda

Así pues, el Glorioso vuelve a saborear tres puntos fuera de Mendizorroza tras una interminable sequía y propina un golpe sobre la mesa para ahuyentar fantasmas.

Rioja, que mostró en Anduva una lucidez diferencial y contribuyó sobremanera al éxito de los gasteiztarras, presentó sus credenciales de ser una de las piezas más importantes del engranaje albiazul. Y todo ello justo cuando el mercado invernal de fichajes está a punto de languidecer. Salvo que algún Primera enloquezca, el andaluz no se moverá de Vitoria en pos del ascenso.