El Deportivo Alavés sigue inmerso en su particular lucha por afianzarse en la cúspide de la clasificación pese a sufrir ante el Oviedo el primer varapalo del año. La escuadra de Luis García, que ante el conjunto carbayón ofreció una versión grisácea y similar a la del fatídico mes de diciembre, no fue capaz de derribar el muro ovetense y evidenció una vez más su enorme dificultad para lograr tres puntos lejos de Mendizorroza, el hogar donde tan cómodo se siente.

Los últimos precedentes del Glorioso como visitante no resultan especialmente alentadores, pues la última vez que el Alavés rubricó un triunfo en el campeonato doméstico tuvo lugar a mediados de octubre. Demasiado tiempo para un aspirante al ascenso y algo que está haciendo perder comba a los babazorros en la tabla.

Tras el triunfo por 0-1 ante el Andorra en la decimoprimera jornada gracias a un latigazo de Rioja, el plantel de Luis García tan solo ha conseguido dos victorias lejos de su estadio, ambas en Copa y contra rivales de inferior categoría como el Lleida y el Mérida.

Y es más, los últimos cuatro partidos de liga que el Alavés ha disputado como visitante se han saldado con un pleno de derrotas. Antes de caer en el Tartiere, también lo hizo en Granada, Tenerife y Málaga. Un registro alarmante para una escuadra cuyo principal objetivo no es otro que el de situarse en los primeros puestos de la tabla.

Además del pobre bagaje de resultados fuera de Mendizorroza, da la sensación de que el cuadro albiazul, fuera de su feudo, no acaba de encontrar la fórmula para impregnar la verticalidad y el criterio que sí se ven plasmados en su estadio con más regularidad.

Otro dato esclarecedor del bloqueo albiazul como visitante es su pobre capacidad realizadora. De hecho, desde el citado triunfo en el Principado, el conjunto vitoriano tan solo ha anotado tres goles fuera de casa. Un dato que plasma las dificultades colectivas para ver el arco rival.

El Alavés, que acumula 37 puntos tras la disputa de 23 jornadas, apenas es el noveno mejor equipo como visitante de la categoría, una posición insuficiente para un equipo llamado a ser sólido tanto en casa como lejos de Vitoria.

En lo que al precedente más cercano corresponde, la realidad es que el Alavés mostró una de las versiones más tímidas del curso. Es cierto que el escenario ante el Oviedo no era el más propicio para un fútbol creativo y de muchas ocasiones, pero el Glorioso tampoco dio señales de ser capaz de lograr el triunfo bajando al barro y desplegando el juego directo que propone Cervera.

Talón de Aquiles

La Segunda División demuestra que el equipo que asesta el primer zarpazo tiene un mayor porcentaje para lograr la victoria. Eso mismo lo ha sufrido en sus carnes el Alavés, que aunque comenzó ganando ante el Granada pronto se vio con un hombre menos sobre el campo y esa inferioridad brindó a los nazaríes el contexto ideal para remontar al Glorioso.

A excepción de aquella derrota, ante el Tenerife, Málaga y Oviedo los de Luis García han encajado gol y no han sido capaces de darle la vuelta al marcador. Esto mismo es, precisamente, el talón de Aquiles de una escuadra que pese a que en su estadio sea el tercer mejor equipo de la categoría, necesita dar un paso al frente para consolidarse en la zona noble y hacer valer su condición de favorito.

Miguel De la Fuente durante el duelo en el Carlos Tartiere ÁREA11

Es cierto que el Alavés es un rival prácticamente imbatible al calor de los suyos, ya que tan solo ha caído en una ocasión, pero las aspiraciones clasificatorias del plantel vitoriano precisan de un aumento en la puntuación como visitante con el fin de seguir firmes en la pelea.

El Deportivo Alavés, que comenzó el año por todo lo alto con su pase a octavos y con una meritoria victoria ante el Burgos en una tarde en la que fue superior en todas las facetas, volvió a tropezar el viernes en la misma piedra lejos de Mendizorroza.

La asignatura pendiente para los hombres de Luis García no es otra que enderezar el rumbo en sus compromisos como visitante y solo así, logrando la añorada fortaleza en sus visitas fuera de Vitoria, reunirán los argumentos que le permitan satisfacer su gran objetivo.