El Alavés, el rey de los partidos cerrados

Con Mendizorroza en pie para aplaudir a los suyos, Maras celebra el vital triunfo del viernes junto a Salva Sevilla y Rober. | FOTO: IÑIGO FORONDA

El Deportivo Alavés continúa una semana más en la cúspide de la clasificación. Por méritos propios, el cuadro albiazul es un rival al que es extremadamente complicado vencer. Y, tras la disputa de quince jornadas, son varias las conclusiones que se pueden extraer del Alavés que dirige Luis García. La primera de ellas, que el cuadro gasteiztarra transmite un espíritu tan competitivo que ha contagiado a la parroquia albiazul a través de unas actuaciones en las que la lucha y el carácter jamás se han desestimado. La segunda de ellas, por su parte, es que el Glorioso se distingue como un bloque camaleónico. Un plantel que se adapta con facilidad a las distintas situaciones que se dan durante el transcurso de los partidos.

Es así como en el último enfrentamiento, en el que Mendizorroza acogió la visita del Zaragoza, los pupilos del técnico madrileño realizaron una brillante lectura de lo que demandaba el partido tras la expulsión de Benavídez. El Alavés supo sufrir con uno menos los arreones del conjunto maño y, como tiburón en alta mar, olió la sangre del rival para asestar un golpe letal. Un zarpazo de Jason que dejó a buen recaudo los tres puntos en la capital alavesa, eufórica tras una victoria sin paliativos.

UNA MENTALIDAD IMPLACABLE

Las facetas previamente mencionadas explican el liderato del Glorioso, que acumula en su granero treinta puntos después de la disputa de quince jornadas. No hay duda de que el cuadro babazorro ha completado un primer tercio del curso con nota y responde con creces a las expectativas generadas en el inicio. Pero no solo eso, siete de las ocho victorias cosechadas hasta la fecha se han dado con una distancia mínima en el marcador. Señal de lo bien que se maneja el cuadro de Luis García en los partidos donde el rival se vuelca para lograr la igualada.

De hecho, el único triunfo que el conjunto gasteiztarra ha logrado con una ventaja de dos goles data de la visita de la Ponferradina. En aquel encuentro, que fue también el regreso del bullicioso Rioja al extremo izquierdo, los de Luis García generaron un vendaval de ocasiones en el área rival que se vieron rubricadas con un 3-1 a favor del Glorioso; un resultado que se ha convertido en el triunfo más holgado de los babazorros en lo que va de ejercicio.

A excepción de aquel triunfo ante los bercianos, tres victorias se han producido con el 1-0 y otras cuatro con un 2-1 en el marcador. En este sentido, es encomiable la serenidad mostrada por el conjunto del Paseo de Cervantes a la hora de no hundirse pese a la adversidad.

Y es que varios éxitos del Glorioso se han dado, además, después de remontar al adversario o tras recibir el tanto del empate. Un gol que usualmente suele incrementar la moral del equipo que lo anota. De hecho, los de Luis García remontaron en el siempre complicado estadio del Anxo Carro y lograron la ventaja en los minutos finales tras los empates del Leganés y Oviedo, lo que otorga todavía más mérito al primer tercio realizado por el conjunto gasteiztarra.

El Alavés no solo exhibe su saber estar y oficio en los partidos que se pueden decantar por los mínimos detalles en la igualada categoría de plata, sino también ha dado un paso al frente en tareas defensivas. De los últimos seis compromisos ligueros, ha dejado la portería a cero en cuatro de ellos y tan solo han sufrido una derrota después de tres meses de competición. La retaguardia albiazul, pese a las rotaciones realizadas en cada jornada debido a la carga de minutos y los contratiempos en forma de lesión o amonestaciones, se ha mostrado casi infranqueable y es evidente que todas las piezas sanas están cuajando actuaciones mucho más solventes que durante el inicio del curso.

Con todo, el Deportivo Alavés, que tras su triunfo coral ante el Zaragoza hizo bueno el empate logrado ante el Racing en la jornada intersemanal, continúa otra jornada consecutiva en puestos de ascenso directo. Luis García trata de recordar en cada comparecencia de prensa y, con razón, que la categoría de plata es una carrera de fondo, pero la realidad es que después de la disputa de quince jornadas, el técnico madrileño ha impregnado a la plantilla albiazul un estilo de juego reconocible y un espíritu competitivo que ha catapultado al Glorioso al liderato.