Luis García ya se ha encargado de señalar a lo largo de este arranque de curso que esta temporada la Segunda División está más igualada que nunca. No le falta razón al técnico madrileño. Los números así lo confirman. Buena prueba de ello es que los ocho primeros equipos están en un pañuelo. Desde el Alavés, líder en solitario, hasta el Andorra, octavo, hay tan solo tres puntos de diferencia. Equilibrio.

Lo habitual en una categoría como la Liga LaLiga SmartBank que a lo largo de estos años se ha granjeado una merecida fama de ser una competición feroz y brutal sin el más mínimo atisbo de piedad con sus equipos. Ya puedes haber sido uno de los conjuntos más regulares de la campaña y dominar con mano de hierro la gran mayoría de jornadas que si te fallan las fuerzas a la hora de la verdad, no cumples tu objetivo del ascenso. Ahí está el ejemplo del Eibar la pasada temporada. Un final cruel. Ajustado a lo que es esta categoría. No hay piedad entre los muchos aspirantes a lograr el ascenso. Todos al acecho de un premio muy difícil de conseguir habida cuenta de la igualdad que reina en esta Segunda División.

blazkano@noticiasdealava.eus Juan Herrero

Y es que desde hace muchas temporadas la gran mayoría de escuadras sufren por conquistar sus objetivos en una categoría donde hasta la mitad de sus contendientes, o incluso algún año pueden llegar a ser más, pelean por regresar a Primera División, mientras que otro grupo de lo más numeroso pugna por no descender.

Eso sí, dentro de esta tremenda igualdad que reina en la categoría también se da el caso de equipos que firman arranques espectaculares y para estas alturas de campeonato han conseguido tener una pequeña brecha. Ahí está el caso del Cádiz por ejemplo en la temporada 2019-20, en la que el conjunto amarillo era líder en solitario tras nueve jornadas con una ventaja de cinco puntos sobre sus más inmediatos perseguidores, el Almería y el Fuenlabrada. El cuadro andaluz se había disparado hasta los 22 puntos tras ganar 7 de esos primeros compromisos y empatar uno. Un líder sólido. Una renta que le llevó a estar todo el curso con los mejores y que le sirvió para lograr el ascenso al final de temporada tras acabar segundo por detrás del Huesca.

Cientos de aficionados cadistas celebrando el ascenso a Primera en el curso 2019-20 Román Ríos

Sin embargo, no siempre es así. De hecho, lo que también es habitual en esta competida Segunda División es ver caídas espectaculares. Siempre hay equipos con inicios meteóricos que sufren pinchazos y pasan de pelear por el ascenso a tener que luchar por otros objetivos como incluso salvar la categoría. Uno de ellos fue el Sporting el pasado ejercicio que tras una caída en barrena eludió el descenso al borde del final. Susto.

Nadie puede estar tranquilo en una categoría tan competida. Ya lo advierte habitualmente Luis García. Eso sí, en ocasiones lo que bien empieza bien acaba. Además del ejemplo del Cádiz de hace tres temporadas, más recientemente se produjeron otros dos. Equipos que desde el inicio se afianzan en la zona noble de la clasificación y ya no hay quien les baje de ese pedestal como ocurrió con el Espanyol y el Mallorca en la campaña 2020-21. Ambos acabaron en los dos primeros puestos y por este orden con 82 puntos.

Los jugadores del Espanyol celebran con el técnico españolista, Vicente Moreno, su ascenso a Primera División en el curso 2020-21. Javier Belver

Todo ello está a la orden del día en Segunda División. Sin embargo, lo que está sucediendo en esta temporada sorprende y mucho. Y es que el liderato del Deportivo Alavés es el más barato de la historia tras la disputa de las nueve primeras jornadas, lo que habla bien a las claras de la igualdad que reina este curso. Y es que el primer puesto que ocupa el conjunto babazorro, con tan solo 18 puntos, es el puntaje más bajo de un líder desde que en 1995 las victorias pasaron a tener valor de tres puntos.

De los cinco líderes que a estas alturas tenían 18 puntos como el Alavés, tres de ellos -Real Sociedad, Atlético y Extremadura- acabaron logrando el ascenso

Eso sí, este honor lo comparte la escuadra babazorra con otros cinco equipos. Ahí están los casos de Osasuna en el curso 2017-18, Real Sociedad 2009-10, Atlético de Madrid 2001-02, Córdoba 2000-01 y Extremadura 1997-98. Todos ellor lideraban la Segunda División con los mismos 18 puntos que hoy en día tiene el Deportivo Alavés y además lo hacían con idéntico balance de cinco victorias, tres empates y una única derrota.

A la hora de mirar lo que sucedió con estos equipos al final de curso, los precedentes lanzan un pequeño guiño al Deportivo Alavés. Y es que tres de ellos ascendieron -Real Sociedad, Atlétio d Madrid y Extremadura- y dos se quedaron en zona de nadie. Ahora en las manos de los pupilos de Luis García Plaza está emular a uno de estos tres conjuntos y poner un final feliz a una temporada que ha arrancado de la forma más ilusionante.