El Elche, rival directo del Alavés en la pelea por la permanencia cuyo estadio visitan los albiazules este sábado, va hacia arriba. Tras las primeras 14 jornadas de la competición doméstica bajo las órdenes de Fran Escribá y el equipo dando tumbos, el club ilicitano apostó por un drástico cambio en el timón.

El hecho de conseguir una cifra pobre de tan solo dos victorias provocó la llegada de Francisco Rodríguez por Escribá, quien logró el objetivo de la permanencia en el pasado curso pero que en la presente campaña no estaba logrando unos resultados acorde a la inversión realizada desde los despachos por su dueño, el argentino Christian Bragarnik.

Y es que tras la incorporación de Francisco el Elche no ha parado de escalar puestos en la clasificación. Además de la implementación de nuevos registros sobre el terreno de juego, los franjiverdes, apoyados en un estilo reconocible y versátil, tan solo ha perdido tres encuentros.

El Valencia, el Barcelona y posteriormente el Real Madrid, este en la Copa y tras una agónica prórroga, son los únicos equipos que saben lo que es ganar a la escuadra comandada por Francisco. Además, es evidente que el conjunto ilicitano dispone de futbolistas diferenciales en la zona de tres cuartos. Junto a Pere Milla y Tete Morente, el futbolista que ha dado un paso al frente y desplazó en su día del primer plano mediático a Lucas Pérez -ya en el Cádiz tras concretarse su marcha en las horas previas al cierre del mercado invernal- ha sido Lucas Boyé, que acumula siete dianas y cuya progresión ha provocado el interés de equipos punteros como el Atlético.

El ariete argentino es todo un trotamundos del fútbol. A sus 25 años de edad, quien fuera canterano de River Plate se ha enfundado la elástica de equipos como Newell's, Torino, Celta, AEK de Atenas y Reading. Sin embargo, Boyé pasó por todos ellos sin pena ni gloria, por lo que la apuesta del Elche por hacerse con sus intereses fue arriesgada.

No en vano, el argentino -que ha estado esta semana entre algodones por unas molestias en el tobillo- disputó el pasado curso a préstamo en el conjunto ilicitano y su buen hacer provocó que Bragarnik desembolsara cerca de 2 millones por hacerse con sus servicios hasta junio del 2024. Además, lo más destacado de esta operación en términos económicos es que el club fijó una cláusula de 25 millones por el futbolista para disuadir a posibles pretendientes. Uno de los equipos que ha tanteado la situación del ariete ha sido el propio Barça, pero el alto coste en que está fijada su libertad es lo que permite al Elche guardar a buen recaudo a uno de sus pilares.

No es descabellado pensar que Boyé se encuentra en su mejor momento futbolístico, al menos en lo que a la efectividad se refiere. Y es que a pesar de que el delantero argentino esté disputando menos minutos que en el pasado curso, Boyé ha alcanzado la misma cifra de goles que anotó en la anterior temporada. Son siete dianas y dos asistencias las que corroboran el excelso estado de forma en el que llegará el ex de River al partido ante un Alavés que necesita regresar a la senda de la victoria cuanto antes. Y es que el Glorioso no gana un partido liguero desde el 6 de noviembre.

Es más, los goles de Boyé suponen una baza fundamental para el resurgir del Elche. A través de sus dianas ante Mallorca (2), Espanyol, Real Madrid, Rayo Vallecano, Valencia y Villarreal, su equipo ha sumado cinco puntos, por lo que la trascendencia del argentino en tierras ilicitanas es absolutamente crucial.

Las situaciones del Alavés y Elche han dado un giro de 180º desde que ambos se enfrentaron en Mendizorroza en la primera vuelta. El Glorioso salió vencedor de aquel encuentro disputado allá por el mes de octubre de 2021 con un providencial gol de Mamadou Loum tras la salida de un saque de esquina.

Sin embargo, a día de hoy el cuadro franjiverde atesora una inquietante ventaja de seis puntos sobre la escuadra gasteiztarra. Un dato que, a fin de cuentas, saca a la palestra el delicado estado de forma que arrastra un grupo de Mendilibar convertido en un mero espectador del resurgir de sus competidores en la cruenta lucha por la permanencia.