Ayer arrancó oficialmente la era de José Luis Mendilibar al frente del Deportivo Alavés. Lo hizo, en concreto, a las 11.00 horas, momento en el que, tras varios meses alejado de los terrenos de juego, el técnico de Zaldibar se puso las botas y saltó al césped de la Ciudad Deportiva José Luis Compañón para dirigir, con la vista puesta en el derbi de este domingo frente a la Real Sociedad, su primer entrenamiento como albiazul.
A lo largo de la sesión, el preparador vizcaíno, que se ha comprometido hasta final de temporada, se mostró cercano a sus nuevos pupilos, a quienes fue saludando uno por uno; y dio los primeros pasos para implantar su idea de juego, la cual siempre se ha caracterizado por su alta presión, presencia en el campo del rival y capacidad para generar multitud de acciones favorables en el área. Unos aspectos que, como es lógico, requerirán algo de tiempo para ser asimilados por la plantilla.
Ahora bien, esa imagen fue posible gracias al acuerdo con Javi Calleja que anunció la entidad del Paseo de Cervantes a primera hora de la mañana. Este último permitió que el madrileño abandonara su sitio antes de lo previsto, pues, en un principio, esto iba a suceder el sábado; y que, en consecuencia, Mendilibar cogiera las riendas con más margen de maniobra para preparar su estreno en el banquillo de Mendizorroza ante la Real.
En el comunicado publicado a primera hora de la mañana, el Alavés calificó de “audaz” su decisión de relevar al alcalaíno y explicó que esta se había tomado para “garantizar el cumplimiento de los objetivos”. Un anhelo, el de prolongar la racha de seis campañas consecutivas en la máxima categoría, que desde el club vitoriano no veían posible debido a los resultados que se habían cosechado en las últimas semanas.
En este sentido, Calleja se despidió del Glorioso habiéndolo dejado en puestos de descenso, con 15 puntos en 18 partidos de liga y una eliminación copera frente al Linares. Es decir, unos datos -matemáticamente hablando- bastante negativos que, sin embargo, no empañan en absoluto el espectacular trabajo que realizó el curso pasado, cuando, tras la marcha del Pitu Abelardo, logró despertar a un equipo hundido y con pie y medio en Segunda División.
Ahora, con Mendilibar, el Alavés confía su permanencia en un técnico muy experimentado al que, además, Sergio Fernández había perseguido sin éxito en las últimas temporadas. A sus 60 años -y después de formarse hace 20 en Lezama y en el Aurrera de Vitoria-, el de Zaldibar ha pasado por diferentes equipos de Primera como el Athletic, el Real Valladolid, Osasuna y el Levante.
No obstante, su periplo más reciente en la élite ha sido al frente del Eibar, quien, en el ejercicio 2004-05, ya contó con los servicios del vizcaíno e, incluso, estuvo muy cerca de lograr su primer ascenso a la máxima categoría, el cual se complicó tras la derrota en Ipurua (1-2) ante el cuadro babazorro dirigido por Chuchi Cos, que acabaría logrando ese objetivo en el Martínez Valero.
Una década más tarde, en su segundo ciclo como armero, Mendilibar tomó el relevo de Gaizka Garitano y, durante cinco campañas, consiguió mantener al conjunto guipuzcoano en la zona media de la tabla, lo que, sin duda, tuvo gran mérito teniendo en cuenta las limitaciones económicas de la entidad.
No obstante, en el mundo del fútbol nada es infinito y, el curso pasado, puso fin a su etapa como azulgrana en cuanto los eibarreses certificaron su descenso a la división de plata.
Mercado invernal
Mientras tanto, ahora que todo lo relacionado con el banquillo se ha solucionado y el nuevo técnico ya ha empezado a trabajar, el Alavés continúa inmerso en la búsqueda de nuevos futbolistas que faciliten la tarea al zaldibartarra, que no vería con malos ojos reencontrarse con antiguos pupilos como, por ejemplo, Gonzalo Escalante y Ander Capa, quienes están valorando incorporarse a la escuadra albiazul.
En cualquier caso, cabe mencionar que, si el Glorioso ficha a algún jugador en los próximos días, este no estará disponible para el derbi del domingo frente a la Real Sociedad, pues, al contrario que en anteriores ventanas invernales, el plazo para inscribir nuevas fichas en LaLiga no se abre hasta el 3 de enero. Esto es, un día después de que los txuri-urdines visiten Mendizorroza.
Salvo por Ximo Navarro, que continúa recuperándose de su lesión de rodilla, el vizcaíno pudo contar con el primer equipo al completo
Con la llegada del de Zaldibar, Sergio Fernández se hace con uno de los técnicos que más ha deseado durante las últimas temporadas