Mientras la Federación Española y LaLiga libran su enconada e interminable guerra por el control del fútbol estatal, el Deportivo Alavés se encuentra obligado, sin desearlo, a asumir uno de los papeles protagonistas dentro de la última contienda. Se trata, claro está, de la que tiene como objetivo dos de los encuentros de la cuarta jornada del campeonato doméstico que debían disputarse este sábado. Por increíble que pueda parecer, tres días antes de esa fecha inicialmente fijada en el calendario los equipos afectados aún desconocen si deben presentarse a esa cita.

Los duelos en cuestión son el Villarreal-Alavés y el Sevilla-Barcelona y es el Consejo Superior de Deportes el que tiene la patata caliente de poner el punto final a una historia de la que ya se han escrito demasiados capítulos. Todo comenzó con la decisión de la FIFA de ampliar en dos días las ventanas internacionales de septiembre y octubre para las selecciones de la CONMEBOL, provocando que algunos jugadores no puedan regresar a tiempo para disputar los compromisos con sus respectivos equipos.

Esta medida provocó que LaLiga acudiera al TAD para tratar de conseguir que los clubes pudieran negarse a ceder a sus futbolistas pero recibió un no por respuesta. Después tocó la puerta del Comité de Competición para solicitar el aplazamiento de los dos choques que centran la polémica, pero la contestación también fue negativa. Por último, lo intentó con el CSD.Y, contra todo pronóstico, el organismo gubernamental se posicionó a su favor y ayer lunes decretó el aplazamiento cautelar

de ambas citas por lo que, en principio, el Villarreal-Alavés no se disputaría este fin de semana. Sin embargo, la decisión no es firme y se concedió un plazo de cinco días a la Federación para que presentara alegaciones.

Una posibilidad que la entidad que preside Luis Rubiales ni mucho menos ha dejado pasar de largo. De esta manera, apenas unas horas después del primer dictamen del CSD, le remitió un escrito en el que insistía en sus argumentos y le instaba a "rectificar" a la mayor brevedad posible para que los dos partidos aplazados puedan disputarse finalmente en el horario inicialmente previsto. Además, acudió también a los tribunales ordinarios para esclarecer la cuestión de fondo y tratar de conseguir un precedente que marque jurisprudencia para el futuro. Actuaciones que se encontraron a su vez con la inmediata respuesta de LaLiga a través de una nota pública.

Así pues, la pelota está de nuevo en el tejado del Consejo Superior de Deportes, que debería pronunciarse con la máxima urgencia para evitar el aplazamiento. Una opción en la que no parece confiar demasiado El Glorioso, que ya ha programado un amistoso contra el Sevilla para mañana jueves. Lejos de esclarecerse, por lo tanto, el escenario parece complicarse cada vez más dando lugar a otro aún más enrevesado.

Porque si finalmente el Villarreal-Alavés y el Sevilla-Barcelona se aplazan la siguiente cuestión que surje de inmediato es encontrar una nueva fecha en el calendario para ubicar ambas contiendas. Algo que no se presenta en absoluto sencillo. Porque la saturación de compromisos convierte en casi imposible encontrar un resquicio por el que colar estas nuevas citas.

En principio, el reglamento establece que los choques deberían jugarse antes del inicio de la segunda vuelta del campeonato pero en los últimos años ya ha existido algún precedente en el que se ha hecho una excepción ante la imposibilidad de habilitar un hueco. Una circunstancia que cuenta con bastantes posibilidades de tener que repetirse con este caso.

Y es que todo apunta a que no podrá ser hasta el inicio del año 2022 cuando El Glorioso pueda recuperar el desplazamiento a Villarreal. Basta con un simple vistazo al calendario para certificarlo. Así, por ejemplo, en lo que resta de septiembre y octubre se suceden las jornadas de Liga y de la Champions (competición en la que participa el Villarreal) y hay una nueva ventana para los partidos internacionales de las selecciones. La situación se complica al arrancar la Copa del Rey el 1 de diciembre, lo que inhabilita también la primera semana del último mes de 2021 para reubicar los partidos aplazados. La siguiente vuelve a haber Liga de campeones y el día 15 está programada la segunda ronda del torneo del K.O. Solo en el caso de que el Submarino amarillo y los albiazules hubieran caído eliminados en el primer cruce se abriría una primera opción, pero se antoja bastante improbable.

2021 se despide con un período navideño en el que los futbolistas disfrutan de una semana de vacaciones y 2022 arranca con la 19ª jornada de Liga (el día 2) y los dieciseisavos de final de la Copa (el 5). Hasta que en la semana del 10 al 16 pudiera abrirse un pequeño resquicio. En esas fechas no hay Liga por la disputa de la Supercopa y los octavos de final del torneo del K.O. están programdos para el fin de semana, por lo que se podría programar el Villarreal-Alavés en la horquilla entre el martes 11 y el jueves 13. Si no, la última semana de enero sería otra opción al no estar programados partidos de Liga pero se repetiría la situación que ha dado origen a todo el conflicto, ya que a excepción de la UEFA el resto de confederaciones internacionales tienen programados partidos de selecciones. Finalmente, la última opción sería reubicar los partidos de esta cuarta jornada en alguna de las dos últimas semanas de febrero, en las que no hay competición entre semana. Todo apunta, por lo tanto, a que El Glorioso tardará mucho en visitar el estadio de La Cerámica.